El Gobierno solo logró ejecutar el 64,5% de la inversión pública programada para 2021, una cifra que deja dudas sobre la capacidad de ejecución de las instituciones estatales y de obtención de financiamiento de la administración de Luis Arce de cara a los $us 5.015 millones que debe emplear este año para mantener el crecimiento de la economía.
Datos del Ministerio de Planificación del Desarrollo dan cuenta de que entre enero y diciembre de la anterior gestión la inversión ejecutada fue de $us 2.607 millones (Bs 18.150 millones), es decir, el 64,5% de los $us 4.040 millones programados para 2021.
Este medio solicitó a esa cartera de Estado información sobre las causas por las cuales no se alcanzó un mayor nivel de ejecución, pero no recibió respuesta hasta el cierre de esta edición.
La inversión pública es, según el Gobierno, el principal motor de la economía y el año pasado se orientó principalmente a la reactivación del aparato productivo.
Comportamiento
“En teoría, esa inversión repercute en muchas variables económicas. La más importante de ellas es la generación de empleo”, afirmó el analista Lorgio Ardaya.
“Esta inversión está tratando de evitar el desempleo”, coincidió Luis Pablo Cuba, presidente del Colegio Departamental de Economistas de Cochabamba.
Ardaya indicó que entre las causas para que el Gobierno no haya alcanzado un mayor porcentaje de ejecución están la excesiva burocracia en el aparato estatal y el cambio de autoridades en los niveles subnacionales.
Agregó que es necesario analizar en detalle los informes de inversión para identificar si la ejecución responde también a problemas en la obtención de financiamiento para el presupuesto.
“La inversión pública es la que está jugando el papel de reactivador de la economía y, por tanto, el Gobierno está tratando de que siga creciendo a pesar de las dificultades de financiamiento”, aseveró Cuba. Esto, consideró, acelera el crecimiento de la deuda interna, ya que “no estamos accediendo a deuda externa”.
El economista Roberto Laserna observó que con frecuencia se han evaluado la inversión y el gasto público por su grado de ejecución, considerando como “fracaso” el que las entidades no hayan logrado ejecutar su presupuesto. “Eso es muy equivocado. La evaluación de la inversión pública debe hacerse por su impacto social o económico, según sea la naturaleza de dicha inversión”.
“Si se invierte en educación, por ejemplo, la evaluación debe identificar las mejoras de cobertura y sobre todo de calidad educativa. Si se invierte en empresas productivas, deben someterse a los mismos parámetros de evaluación que las empresas privadas: qué productos fabrican, qué calidad de empleo generan, cuánto aportan en impuestos y cuál es su rentabilidad”, indicó, antes de enfatizar que esas evaluaciones deben ser independientes.
De nada sirven las llamadas “rendiciones de cuentas” que se confirman con ofrecer algunas cifras aisladas a un grupo reducido de gente. Las evaluaciones deben ser hechas regularmente y por personal calificado, y ser puestas a disposición del público, remarcó.
El dato de la inversión pública ejecutada en 2021 se conoce luego de que el Gobierno programara para esta gestión una de las inversiones más altas en la historia del país, $us 5.015 millones. El 40% de esos recursos provendrá de crédito externo. Este monto apoyará la transformación del aparato productivo con sustitución de importaciones e industrialización, y la continuidad de las políticas sociales con redistribución.
“Si tuviéramos fuentes de financiamiento o llegaran nuevos ingresos de un incremento de precios de nuestras materias primas, esta inversión se justificaría, pero se está recurriendo a más deuda. Cuanto más crezca esa inversión mayor será el endeudamiento de la economía boliviana”, dijo Cuba.