La importación de combustibles se incrementó en 41% en 2018

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En 2018, la importación de combustibles  que realizó Bolivia se incrementó en un 41,3%. El aumento es alto comparado con bienes de capital o suministros industriales, o alimentos,  según datos del  Instituto Nacional de Estadística (INE).

Un experto atribuye  a la  menor capacidad de producción de líquidos  de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

Las cifras oficiales dan cuenta de que en  2017, el país internó combustibles y lubricantes  por un valor de 937,4 millones de dólares, pero el año pasado subió a 1.324,6 millones, lo que significó un 41,3% más.

Mientras que otras partidas como bienes de capital sólo crecieron (2017-2018)  en un 8,8%; los suministros industriales aumentaron en 6,5%.

Por el contrario, las compras de alimentos y bebidas bajaron en un 0,5%, al igual que la partida de equipos de transporte, sus piezas y accesorios (-3,1%).

El secretario de Obras Públicas de la Gobernación de Santa Cruz, Alejandro Arana, afirmó que el incremento de la internación de combustibles es por la  menor capacidad de producción de parte de YPFB, lo que ocasiona una mayor importación de volúmenes de gasolina y diésel.

“Los precios de los combustibles en el mercado local y subsidiados por el Gobierno están fijos  hace muchos años. Sin embargo,   el  costo que esto representa, incrementa el déficit fiscal.  Asimismo, el mayor gasto en compras externas como combustibles, afecta negativamente al nivel de Reservas Internacionales Netas (RIN),  que registran cinco años de disminución”, observó el economista.

En su criterio se deben aplicar políticas de fomento para el sector exportador como acuerdos comerciales, eliminar la burocracia y las barreras que se imponen, sobre todo para la venta de los productos agrícolas.

“El efecto que tienen las importaciones en el aparato productivo nacional depende de la composición. En 2018, las partidas de bienes de capital con una participación del 23,8% y la de suministros industriales con un 29,5% del total importado, crecieron un 8,2% y 6,9% respectivamente, lo cual es positivo porque significa que mejora la capacidad productiva del país, siempre que dicho incremento haya sido producto de un mayor volumen importado y no solo por un efecto precio”, subrayó.

Para el gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, las importaciones en general subieron en términos de valor, debido a que el precio internacional impacta en el comercio.

“Las importaciones afectan de forma positiva y negativa. En el primer caso cuando traemos insumos o materias primas que no producimos como  bienes de capital, éstos  nos ayudan a producir más, similar caso es el de combustibles que ayuda al aparato productivo (sector agrícola), principalmente el diésel”, explicó.

Mientras que los efectos negativos se dan cuando en el país se produce alimentos o bebidas, manufacturas o textiles, pero cuando se importa impactan en la producción del mercado interno.

Según Rodríguez, el Gobierno si no quiere tocar el tipo de cambio, que hace más atractivo importar que  producir, debe fomentar una  mayor productividad   para recuperar el mercado interno, y aumentar su competitividad en el exterior.

Baja producción de líquidos

En 2018 fue un año malo para la producción de gas natural porque cayó de 55,5 millones de metros cúbicos día (MMmcd) a 34,9 MMmcd, según los registros de  YPFB.

El hecho también repercutió en un menor volumen de  líquidos (petróleo y condensado). La producción de los mismos disminuyó de  50.500 barriles por día en enero  a 35.500 barriles por día en diciembre.

Según los datos oficiales,   la extracción nacional de gas natural  comenzó con 49,52 MMmcd, pero en mayo subió a 55,53 MMmcd y se mantuvo en ese promedio hasta septiembre. A partir de octubre bajó desde 50,94 MMmcd hasta cerrar  diciembre con 34,9 MMmcd.

El exministro de Hidrocarburos Mauricio Medinacelli afirmó que lo que pasó en diciembre de 2018 -menor producción de gas natural- vino acompañado de una disminución de la  producción de líquidos.

“De 50.500 barriles por día en enero del 2018 a 35.500 barriles por día a diciembre del mismo año. De esta forma, la producción de gasolina y gas licuado de petróleo (GLP) con alta probabilidad fue (o será) más baja y seguramente  las importaciones de gasolina subirán”, escribió en su blog personal el pasado 15 de enero.

Este medio publicó que la producción del campo Sábalo bajó de 18,29 MMmcd en 2015 a 13,07 MMmcd, registrado durante 2018.   San Alberto  descendió de 7,31 MMmcd a 3,74 MMmcd.  En  el campo Itaú la oferta prácticamente bajó a la mitad, de 1,98 MMmcd a 0,73 MMmc.

Se compró desde alimentos hasta maletas

En 2018, el país compró del mercado exterior desde alimentos y bebidas hasta maletas, según el reporte  del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El informe   da cuenta que las importaciones  de   manufacturas se  incrementaron hasta 9.876 millones de dólares, un 7,8% más que en 2017.

Mientras que la compra  de productos alimenticios y bebidas elaboradas  subió de 639,9 millones de dólares a 662,4 millones dólares, un 3,5% más.

Entre las manufacturas  están los  productos textiles fabricados; prendas de vestir, maletas fabricadas, bolsos de manos y calzados, madera fabricada, artículos de paja y de materiales trenzables.

A fines de noviembre de 2018, la Federación Departamental de Productores de Calzados y Ramas Anexas dieron cuenta que sólo en tres años (2013-2016)  el 55% de los talleres de calzado de La Paz y El Alto cerró debido a la competencia de los  productos importados principalmente desde Perú y China.

En un informe de la Fundación Jubileo, publicado en 2018 da cuenta que entre 2006 y 2017, las importaciones de alimentos se incrementaron en 173% al haber acumulado   6.256.2 millones de  dólares.

Se trae del exterior desde harina, trigo hasta productos agrícolas como papa, cebolla, entre otros.

El gerente del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, afirmó que hay dos soluciones para que la importación  disminuya y no se repita un déficit comercial.

“La solución son dos políticas: la primera la de promoción selectiva de exportaciones y la de sustitución competitiva de importaciones, para ello se pueden dar diferentes acciones como créditos preferenciales, promoción de mercados, etc. La idea es elevar las exportaciones”, subrayó el experto.

 

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