Lo que parecía una crisis se ha convertido en una verdadera carrera de oportunidad para la industria farmacéutica apalancada por la emergencia sanitaria.
El diario español El País informa que los 10 mayores laboratorios del mundo disponen de una caja de US$ 120.000 millones en sus balances, según un informe de Scope Group, firma de rating financiero. El sector farmacéutico seguirá siendo uno de los pocos sectores industriales en los que la actividad de fusiones y adquisiciones se mantiene boyante a pesar de la subida de las tasas de interés, pero es probable que no se produzcan grandes fusiones ni transacciones transfronterizas”, se explica en el informe de Scope firmado por Olaf Tölke, director de calificaciones corporativas de Scope Ratings.
“Es cierto que las empresas farmacéuticas están rebosantes de liquidez. El impacto sostenido de la pandemia en la demanda de vacunas, tratamientos y diagnósticos relacionados con el Covid y, de forma más indirecta, la concienciación de los gobiernos sobre la importancia de la inversión en salud pública, se han combinado para impulsar las entradas de efectivo, proporcionándoles los medios para acometer adquisiciones ambiciosas”, explica Scope.
Entre estas grandes compañías se encuentran firmas como Pfizer, MSD (Merck Sharp & Dohme), Johnson & Jhonson, Novartis o Roche, entre otras. Scope apuesta por fusiones y adquisiciones de tamaño medio para los próximos meses y enfocadas en áreas terapéuticas en las que las empresas se especialicen como cardiología, oncología, neurología o diabetes.
Este tipo de compañías necesitan de innovaciones continuas para lanzar al mercado, que sirvan a la sociedad médica y a los pacientes y, también, para reemplazar a los fármacos de sus portfolios cuyas patentes caducan. Cuando los medicamentos pierden esa exclusividad tienen que enfrentarse a los genéricos o biosimilares con bajadas de precios y menores ventas, por lo que afecta a los resultados de estas compañías.
Precisamente, el informe de Scope destaca que varias de las grandes empresas tienen una elevada exposición de sus ingresos de medicamentos que perderán la patente en los próximos años. En ese ranking de empresas más afectadas se encuentran la británica GSK (56%), las estadounidenses Amgen (55%), MSD (49%), Lilly (46%), Johnson & Johnson (46%) y la suiza Roche (38%).
En el caso de la mayor farmacéutica del mundo, Pfizer, esa exposición es del 37%. Para este laboratorio, además, concurre una situación especial. A raíz de la pérdida de facturación de su vacuna del Covid-19 por el menor uso en el mundo, la compañía –que ha obtenido beneficios e ingresos récord en su historia en 2021 y 2022– ha reconocido ya que siempre mira posibles adquisiciones. Esta compañía, pilotada por Albert Bourla como consejero delegado, prevé cerrar 2023 con ingresos entre US$ 67.000 y 71.000 millones –US$ 60.980 y 64.620 millones– en facturación, muy lejos del récord de los US$ 100.000 millones del pasado año.