La suspensión de X en Brasil causa caos en los negocios digitales

Por The New York Times con edición dat0s
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X suspendido en brasil

De un día al otro, muchos brasileños que habían consolidado sus negocios en la red social de Elon Musk se ven forzados a buscar frenéticamente nuevas plataformas.

Pocas horas antes de que X se apagara en Brasil, la productora musical Adrienni Rodrigues se apresuró a entrar en la red social para compartir la mayor noticia de su carrera: el lanzamiento de su primer álbum. Había pasado casi tres años preparando el disco con un equipo de otros artistas. Ahora, Rodrigues temía quedar aislada de sus 4000 seguidores antes de poder invitarlos a escuchar.

“Tuve el tiempo justo para publicarlo”, dice Rodrigues, de 30 años, creadora de ritmos y DJ conocida por su nombre artístico, Gau Beats. “Una o dos horas después, X ya estaba caído y ya no podía ver nada”.

Rodrigues había llegado a depender de X mientras forjaba su carrera. Allí era donde se relacionaba con artistas, encontraba presentaciones y promocionaba su trabajo. Por eso fue tan desmoralizador el momento en que, con apenas unas horas de advertencia, la Corte Suprema de Brasil bloqueó la plataforma el pasado fin de semana después de que su propietario, Elon Musk, se negara a cumplir las órdenes judiciales de suspender ciertas cuentas.

“Fue un momento crítico para nosotros”, dijo Rodrigues. “Y perdimos este lugar donde ya teníamos una relación con un público al que le gusta nuestra música”. De la noche a la mañana, muchos brasileños que habían consolidado sus negocios de forma similar en X se vieron forzados a buscar frenéticamente nuevas plataformas, en las que muchos tendrían que empezar de cero para llegar a los clientes, comercializar su trabajo y conectar con patrocinadores.

La idea de que tantos negocios y fuentes de sustento puedan suspenderse tan rápidamente por los caprichos de un solo ejecutivo tecnológico que desafía a un juez, muestra cómo la economía digital se ha concentrado en manos de unos pocos gigantes tecnológicos. “Estas plataformas fomentan y crean cierto ecosistema económico a su alrededor”, dijo Leonardo Nascimento, coordinador del Laboratorio de Humanidades Digitales de la Universidad Federal de Bahía, en el noreste de Brasil.