La Unión Europea pretende reducir 90% de sus emisiones de carbono para 2040: ¿Qué significa?
El objetivo de la Unión Europea de reducir el 90% de emisiones para 2040, es hasta ahora su medida más ambiciosa para tratar de mantener el calentamiento global por debajo de 1,5 °C.
El plan recomendado por la Comisión Europea situaría al bloque comercial más grande del mundo a la vanguardia de los esfuerzos globales para combatir el cambio climático y requeriría una revisión significativa de su economía y comercio. Sin embargo, es probable que enfrente un intenso debate entre los Estados miembros y el público en general, particularmente porque la región se ha quedado rezagada en sus objetivos actuales.
Aquí le presentamos todo lo que necesita para conocer el nuevo hito en el camino de la UE hacia la eliminación de emisiones a mediados de siglo.
El objetivo
El objetivo del 90% recomendado el martes por el poder Ejecutivo de la UE intensificará el debate sobre las políticas climáticas del organismo. El bloque ya tiene dos objetivos jurídicamente vinculantes: reducir las emisiones un 55% esta década y llegar a cero emisiones netas a mediados de siglo. La idea es que el objetivo de 2040 constituya un punto estratégico clave, pero la próxima Comisión deberá concretarlo tras las elecciones europeas de junio.
Si bien la actual Comisión prefiere el 90% como la forma más rentable de llegar a cero emisiones netas, analizó tres posibles objetivos de reducción: 80%, 85-90% y 90-95%. Adelantar los esfuerzos tiene sus ventajas, entre ellas que el bloque se desprenderá antes de los combustibles fósiles y será menos vulnerable a las crisis de precios. Los costos totales, comparados con la inacción, también pueden resultar más baratos.
El precio
Eso no significa que será barato. La UE estima que entre 2031 y 2040, necesitará invertir alrededor de €1,5 billones (US$1,6 billones) cada año. No está del todo claro de dónde vendrá todo ese dinero, pero una buena cantidad ya fluye por la economía, por ejemplo, ayudando a pagar para los combustibles fósiles. La opción más ambiciosa analizada por la UE mostró que la región podría ahorrar cerca de €2,8 billones en gastos de petróleo, gas y carbón hasta 2050.
El financiamiento también provendrá de los Gobiernos nacionales, pero tienen diferentes cantidades de margen fiscal. Una pregunta clave para la próxima comisión será si decide tomar nuevos préstamos como lo hizo durante el apogeo de la crisis de covid-19. Lo que está claro es que el sector privado tendrá que desembolsar gran parte del dinero.
Soluciones tecnológicas
Una diferencia clave respecto al objetivo de 2030 es que el de 2040 perseguirá una reducción “neta” de las emisiones. El uso de combustibles fósiles para producir energía se habrá reducido en cuatro quintas partes, pero seguirá desempeñando un papel. Eso significa que la tecnología de captura de carbono tendrá que ayudar.
Para 2050, habrá que capturar 450 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, lo que equivale a la huella de emisiones de Polonia y Dinamarca juntas. La capacidad mundial de captura y almacenamiento de carbono era en 2022 de solo 50 millones de toneladas, según BloombergNEF.
Se necesitarán varias tecnologías adicionales, como hidrógeno verde para la industria, baterías para descarbonizar la red y más generadores de energía solar y eólica. Existen dudas sobre la capacidad de los fabricantes europeos para satisfacer esas necesidades en medio de la competencia mundial. La búsqueda de tecnologías limpias también depende de materias primas críticas, un mercado que actualmente domina China.
El plan hace referencia a la energía nuclear como “complemento” de las renovables. También se pondrá en marcha una alianza industrial para impulsar los llamados pequeños reactores modulares.
Qué hacer con la agricultura
La UE ya ha implementado la mayor parte de las reglas que necesita para descarbonizar sus sectores de energía, calefacción y transporte, pero todavía queda un elefante importante en la sala.
Europa ya ha probado lo difícil que es hacer que la agricultura sea más respetuosa con el medio ambiente, con un plan para restaurar la naturaleza casi torpedeado por una alianza de grupos de presión agrícolas y partidos políticos de centro derecha en el Parlamento. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dijo que retirara los esfuerzos para reducir a la mitad el uso de pesticidas porque se convirtió en un “símbolo de polarización”.
Recientemente, agricultores de toda Europa bloquearon carreteras y manejaron tractores hacia las capitales nacionales para protestar contra la burocracia y la caída de los precios de productos agrícolas. Al mismo tiempo, mantener la situación como hasta ahora dejaría los objetivos climáticos del bloque fuera de su alcance. La comunicación 2040 casi no proporciona detalles sobre cómo la agricultura debería contribuir a la transición después de que se eliminaron sugerencias en borradores anteriores vistos por Bloomberg.
Cambio de dieta y otras obligaciones ciudadanas
También se eliminaron las referencias anteriores para incentivar cambios en la dieta entre los ciudadanos, como comer menos carne de res, que emite enormes cantidades de metano a la atmósfera.
Estas omisiones ponen de relieve el desafío más amplio que enfrentará la UE en la próxima década. Ya se están adoptando soluciones “fáciles” de descarbonización, como el cambio a un sistema energético más limpio. Los que aún deben ampliarse podrían ser más difíciles, por ejemplo, convencer a los hogares de que aíslen sus casas, compren automóviles eléctricos, viajen menos o cambien sus dietas.
Queda por ver si la UE será realmente capaz de crear una transición “justa” (término que se repite diez veces a lo largo del texto).