Las acciones europeas suben un 5% tras el mayor repunte de Wall Street desde la Segunda Guerra Mundial

La montaña rusa de los mercados financieros exige un estómago fuerte por parte de los inversores. Los futuros estadounidenses cierran con una baja de alrededor del 2% este jueves, un movimiento que podría considerarse predecible después de que los mercados bursátiles estadounidenses registraran su mayor aumento diario desde la Segunda Guerra Mundial.
El S&P 500 subió un 9,52% en la sesión de negociación del miércoles, mientras que el Nasdaq subió más del 12%. Es una volatilidad digna de replay.
Hasta los muros del B3 (que hace alusión a las construcciones entramadas) saben que la reacción fue resultado del giro de 180 grados de Donald Trump en la guerra comercial que libra contra el planeta, al igual que Don Quijote y sus molinos de viento. Tras una semana de predicar que los aranceles a las importaciones no eran negociables, ayer tarde el presidente norteamericano anunció una suspensión por noventa días de la imposición de impuestos, con excepción de China.
Una forma de analizar la caída de los futuros esta mañana es observar la subida de las bolsas europeas. El índice Dax, por ejemplo, subió un 5%, en una especie de esfuerzo por adaptarse a la mejora del escenario internacional y también ponerse al día con el avance de las bolsas estadounidenses. Cuando Trump anunció el cambio de rumbo internacional, las bolsas europeas ya estaban cerradas.
Lo cierto, sin embargo, es que posponer la aplicación de aranceles a algunos países –más allá del día en que entren en vigor– no debería ser suficiente para evitar el impacto en la actividad económica. Por un lado, hay empresas que anticiparon compras de productos terminados para evitar aranceles. Otros han cancelado pedidos que no se esperaba que llegaran a tiempo, ya que Amazon anunció que suspendería las compras desde China.
Además de la guerra comercial, la jornada estará marcada, en EEUU, por la publicación de la inflación de marzo medida por el IPC. Además, los funcionarios de la Reserva Federal tienen una serie de compromisos para hablar en público.