A pesar de haber sorteado con éxito el asunto de las suscripciones duplicadas que se volvió moda, el temor de la compañía es que no tiene mucho más espacio donde crecer.
En la empresa de streaming, los datos problemáticos fueron los ingresos, que ascendieron a US$ 8.200 millones (frente a las expectativas de US$ 8.300 millones). Y la proyección para el próximo trimestre no va mucho más allá: US$ 8.500 millones. El temor es que a la empresa no le quede mucho más para crecer.
Vale la pena recordar que Tesla y Netflix se encuentran entre los mayores beneficiarios del auge tecnológico de este año. Desde enero, las acciones de Tesla han subido más del 140%. Los de Netflix, el 47% en 12 meses, la alta es del 100%.
En otras palabras: las expectativas de buenos resultados estaban por las nubes. Y ahora se someten a un aterrizaje forzoso.
Peor aún: después de los frustrados balances de las dos compañías, la desconfianza se extendió a otras acciones tecnológicas. Incluso Nvidia, que lidera el entusiasmo por la IA y es la favorita del año en las bolsas de valores mundiales, con un aumento del 210 % en 2023, cayó con fuerza en la sesión: -3,31 %.