No hay recesión para los ricos: ganan más dinero y gastan como nunca
Por Jennifer Sor | Business Insider
La idea de que los más ricos están sintiendo este difícil momento económico más que otros, está muy alejada de la realidad. De hecho, nunca han sido tan ricos y están gastando más que antes de la pandemia, según apuntan los expertos.
“Los ricos son mucho más ricos hoy que antes de la pandemia. El apalancamiento es bajo. Tienen muy poca deuda y contratan un préstamo a tipo fijo a 30 años y se aseguran unos tipos de interés muy bajos”, explica el economista jefe de Moody’s, agencia de calificación de riesgo, Mark Zandi.
La noción de richcession —un término acuñado recientemente por el Wall Street Journal para describir una recesión que afecta desproporcionadamente a los ricos— ha ido ganando adeptos este año.
Sin embargo, según Zandi, se trata en gran medida de una interpretación errónea de algunos datos económicos, como el hecho de que los consumidores más adinerados dejen de comprar Rolex y otros artículos de lujo.
No es que ya no se puedan permitir un Rolex: los hogares de renta alta tienen más de un billón ahorrado, según estima Zandi, y el 1% más rico posee alrededor del 30% de toda la riqueza nacional, según datos de la Reserva Federal. De hecho, el 1% más rico no lo era tanto desde 1989.
Los consumidores se han centrado más en los servicios —experiencias como, por ejemplo, entradas vip para Taylor Swift— que en los bienes, cuya demanda estaba al rojo vivo durante la pandemia. Según Zandi, la mayoría de los estadounidenses han “gastado” la demanda de bienes, pero siguen teniendo una demanda de servicios.
“Es solo un cambio de preferencias”, añade. “Salen a hacer cosas, y ahí es donde está el dinero. Van a ver a Taylor Swift por 2.000 dólares cada entrada. No van a comprar Rolex”.
Y aunque el Rolex puede ser un artículo codiciado entre un grupo más joven de nuevos ricos derrochadores —pensemos en criptoinversores—, es probable que las filas de los ultrarricos gasten mucho más en marcas como Patek Philippe y otras de gama alta.
Solo se vive una vez
De hecho, los ricos gastan más ahora que antes de la pandemia, según Claudia D’Arpizio, socia de la consultora Bain & Company. Por su experiencia, observa que el gasto en lujo está muy correlacionado con el mercado bursátil, y los inversores han disfrutado de grandes beneficios en lo que va de año, a medida que el S&P 500 se recupera de sus mínimos de 2022.
“También hay razones psicológicas, como la sensación de que solo se vive una vez”, apunta D’Arpizio. “El miedo al COVID ha creado una especie de actitud egoísta, y la gente está más concentrada en sentirse bien que en otros temas. Así que no vemos una reducción del consumo, para ser honestos”.
Las ventas en el mercado mundial de bienes y servicios de lujo crecieron un 20% hasta 1,5 billones de dólares el año pasado, alrededor de un 10% más que los beneficios anotados en 2019, según estimaciones de Bain & Company.
El sector de los servicios de lujo fue un punto especialmente álgido. Las ventas del sector de la hostelería de lujo aumentaron más del doble, hasta 211.000 millones de dólares, impulsadas en parte por la fuerte demanda de viajes.
Scott Dunn, planificador de vacaciones de lujo y operador turístico de viajes, afirma que las reservas de vacaciones de gama alta han aumentado un 34% en los últimos seis meses en comparación con el mismo periodo del año anterior.
La reserva media de vacaciones ronda los 35.000 dólares, pero el precio de las vacaciones planificadas puede superar los 400.000 dólares, explica a Business Insider Bridget Lackie, directora general de Scott Dunn en Estados Unidos.
En el extremo superior del espectro, los consumidores adinerados derrochan en viajes de ensueño, como expediciones al Ártico, una reserva privada fuera del horario de apertura del Vaticano o viajes a lugares a los que solo se puede acceder en helicóptero, explica Lackie.
“La pandemia cambió la forma en que nuestros clientes enfocan los viajes. La mayoría tiene la sensación de haber perdido el tiempo, por lo que quieren recuperar los años en que todo estaba cerrado”, añadió Lackie.
La demanda de inmuebles de lujo también se ha mantenido alta, con un aumento de los precios del 5% respecto al año anterior, según estimaciones del portal Redfin. Aunque los elevados tipos hipotecarios han congelado la mayor parte del mercado de la vivienda residencial, los compradores adinerados no parecen desanimarse.
Jennifer Stillman, agente en Nueva York del grupo inmobiliario de lujo Douglas Elliman, afirma que el interés se ha mantenido elevado, incluso en el caso de algunas propiedades cuyos precios rondan los 4 millones de dólares o más e incluyen lujos como pistas de tenis incorporadas, piscinas y restaurantes exclusivos para los inquilinos.
“El verano suele ser más lento para nosotros. Pero hemos estado bastante ocupados”, afirma Stillman.
Y aunque Zandi dice que espera que los consumidores se alejen de las compras de bienes, los ricos también han seguido comprando artículos caros. Las ventas de coches de lujo alcanzaron un nuevo récord, con un crecimiento del 6% hasta los 627.000 millones de dólares en 2022. También lo hicieron las ventas de yates y jets privados, que crecieron un 18%, hasta 28.000 millones de dólares.
Así que aunque quieran vender esta sensación de recesión entre millonarios, los expertos del sector lo niegan.
Este artículo fue publicado originalmente por Business Insider