Nueva crisis inmobiliaria en China

La semana comienza con noticias negativas provenientes China que preocupa a los inversores. La constructora Country Garden amenaza con ir a la quiebra y provocar un efecto dominó, en un episodio que recuerda a la crisis de Evergrande.

La crisis inmobiliaria en el país, que en realidad nunca terminó, volvió a empeorar. En esta ocasión, la protagonista es Country Garden, una de las mayores constructoras de China, con una fuerte presencia principalmente en ciudades pequeñas y medianas. Tras un primer semestre marcado por pérdidas multimillonarias, la compañía atraviesa una fuerte crisis de liquidez, en un episodio que recuerda al derrumbe de Evergrande, hace dos años.

Resulta que Country Garden no ha pagado los intereses de sus préstamos: los pagos vencían la semana pasada. Eso es porque, en la primera mitad, la empresa tuvo grandes pérdidas. Ahora, la constructora tiene un período de gracia de 30 días para honrar los pagos. Si no lo hace, podría ir a la quiebra.

Al mismo tiempo, el desarrollador busca extender el plazo de pago de una deuda de US$ 537 millones, que vence el 2 de septiembre. Más: inesperadamente, Country Garden anunció la suspensión de la cotización de once de sus valores en las bolsas de valores de Shanghai y Shenzhen. Las acciones de la empresa se derritieron más de un 18% en la sesión de negociación tras el combo de malas noticias que puso en jaque la salud financiera de la compañía.

Un eventual colapso de Country Garden sería más desastroso que el del propio Evergrande, ya que Bloomberg calcula que tiene cuatro veces más proyectos en marcha. El efecto dominó en el mercado inmobiliario, y en la economía china en su conjunto, sería catastrófico, ya que el sector representa casi la cuarta parte del PIB chino. Incluso por eso mismo, la probabilidad de que se rompa definitivamente es baja, ya que el gobierno chino está mirando y difícilmente permitiría un efecto de contagio tan grande. Aun así, el pánico en el mercado continúa.