EEUU registra una inflación de 7,9%. En Brasil Petrobras emprende un reajuste monstruoso para la gasolina y el diésel. Putin avanza. Qué tan lejos estamos llegando.
Llueve por todos lados. En Brasil diésel y gasolina sufrieron un reajuste digno de los años 80: 18,77% en el combustible para automóviles; 24,9% para camiones. Afuera, el dólar renueva su tasa de inflación máxima en 40 años: 7,9%, la más alta desde 1982. Y las tropas rusas se acercan a Kiev.
Sobre la inflación de EEUU: el IPC subyacente (que excluye de la medición los precios de alimentos y energía, ya que son grupos que varían demasiado) también saltó un 6,6% en los últimos 12 meses, contra 6% en enero. Otro indicador no visto desde 1982.
“Qué se está luchando”, diría el lector más desprevenido. Cuanto mayor es la presión inflacionaria, más inspirada está la FED para emprender una subida de tipos de interés más fuerte. El primer máximo debería llegar este mes.
El presidente de la institución, Jerome Powell, apoya un aumento de 0,25 puntos porcentuales, pero otros líderes defienden 0,5 p.p.
La guerra pesa a favor de un aumento más moderado. Altos interés, no bajan la inflación causada por aumentos en el combustible o productos agrícolas. Pero los datos básicos del IPC existen precisamente para medir la inflación sin estos dos factores. Y, como además es rellenita, sirve, eso sí, de argumento para los que defienden un subidón más agresivo.
Sea como fuere, no hay un escenario alentador. Y las bolsas cerraron este jueves con la cabeza gacha. El Nasdaq bajó un 0,95% hasta los 13.129 puntos y el S&P 500 bajó un 0,43% hasta los 4.259 puntos. Wall Street: -0,21%, en 113.663 puntos.
En el frente de guerra, los cancilleres ruso y ucraniano se reunieron en Turquía para tratar de discutir un alto el fuego de 24 horas para abrir un corredor humanitario en la ciudad de Mariupol. Esta fue la primera vez que los ministros hablaron en persona desde el comienzo de la guerra, pero la reunión terminó sin perspectivas de acuerdo.
Mientras tanto, Putin sigue avanzando. Por mucho que Rusia aún no haya logrado dominar las grandes ciudades, su ejército está ocupando las más pequeñas y poco a poco rodea Kiev. La ciudad de Bucha, al oeste de la capital, fue tomada el jueves por las fuerzas rusas.