Perspectivas de la economía para 2019
Para este año el Presupuesto General del Estado PGE ha previsto un crecimiento de la economía del 4,7%, igual al programado para la presente gestión. El PIB nominal en dólares para el próximo año está calculado en US$ 44.921 millones, con un segundo aguinaldo, el de 2018 fue 40.821 millones, superior en algo más del 7%.
En cuanto a la inflación, el Gobierno considera un alza de precios para el 2019 de 4,04%, cuando para el año pasado la previsión fue de 2,79%.
El precio base del petróleo estimado para el presupuesto 2019 llega a 50,25 dólares por barril. Para la gestión 2018 al principio se estimó 45 dólares por barril y luego se reajustó a 66 dólares de acuerdo a precios internacionales.
El Presupuesto 2019 contempla un incremento del 30% en la subvención a los carburantes. Para el próximo año consigna 624 millones de dólares, cuando este año el monto llegaba a 474 millones de dólares. Se utilizará el bioetanol como sustituto de la importación, es decir que se ahorrarán divisas. A esta realidad preocupante debemos sumar que el Gobierno, buscando que el consumo interno sustituya las exportaciones de hidrocarburos, pese a que en estos últimos años bajaron considerablemente los ingresos nacionales, no redujo el gasto interno.
La inversión pública prevista para el 2019 será de 6.510 millones de dólares, superior en 7,5% a la del 2018, y se constituye un año más en el puntal principal del crecimiento económico; a pesar del declive de los ingresos públicos. Con la citada inversión se continúa con la teoría de Keynes de invertir para crecer. Sin embargo la inversión pública tiene menor impacto en el crecimiento por la baja rentabilidad y efectividad de la inversión estatal y poca productividad del sector público.
El Gobierno deberá reducir sus gastos, sean corrientes o de inversión, y promover la participación privada nacional e internacional para el desarrollo de la economía nacional.
La deuda externa aumentó considerablemente en los últimos 3 años. El año 2017 cerró en US$ 9.317 millones (25% del PIB). Cabe señalar que existen distintos umbrales referenciales de sostenibilidad de deuda (30% Maastricht, 50% CAN, 40% DSF del BM), límites de la demanda interna, nueva emisión de bonos por US$ 1.000 millones, esto en parte puede ser positivo siempre y cuando la inversión venga del sector externo, pues si vienen del sector interno provoca que bajen las RIN.
Las condiciones de liquidez en la economía señalaran desaceleración; producto de un menor Crédito Interno Neto (CIN). En consecuencia las políticas expansivas del Banco Central de Bolivia son necesarias para apuntalar la liquidez de los bancos privados.
Las Reservas Internacionales Netas (RIN) del BCB continuaron cayendo durante 2018 llegando a una cifra de US$ 8.740 al 23 de noviembre suficientes para la importación de varios meses.
Si deseamos que Bolivia no tenga una crisis económica en un futuro próximo debemos trabajar ahora. Nuestras reservas internacionales (RIN) están bajando a un ritmo acelerado; no hemos repuesto los volúmenes de gas vendidos; nuestros compradores de gas (Argentina y Brasil) serán en breve nuestros competidores en venta de este carburante. Frente a este escenario, se requiere mayor inversión privada en el sector petrolero y minero.
La situación económica de los años de bonanza quedaron atrás por lo que se debería programar los gastos con mucho cuidado, evitando hacer erogaciones sin el respaldo necesario, y convocando a los privados a sumarse al trabajo de generación de inversión, y reducir los niveles de déficit que ahora tenemos.
El 2019 es un año electoral, temporada difícil para la economía y se prevé un incremento de la recaudación de los impuestos en aproximadamente 3.9%. Si queremos que el país siga creciendo, aunque sea en forma moderada, el Gobierno debe considerar a los empresarios como valiosos instrumentos en el quehacer económico nacional, valorando su trabajo, facilitando su actividad y promoviendo su producción.