Plan de contingencia para mitigar derrame de crudo

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Foto: Henry Ugarte Los Tiempos

Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB Transporte) mostró ayer los primeros resultados del plan de contingencia ejecutado para mitigar los daños ocasionados por el derrame de petróleo, ocurrido el pasado 7 de agosto en Ivirgazama, en el trópico de Cochabamba.

Encabezada por su presidente, Guillermo Achá, una comisión de la estatal petrolera organizó un viaje a la zona del incidente para inspeccionar y explicar in situ los trabajos que se realizan desde hace seis días, tanto para reparar el ducto dañado como para mitigar los efectos medioambientales.

Según los registros de la sala de monitoreo de ductos, el día del hecho, a las 07:57 se produjo la avería en el Oleoducto Carrasco Cochabamba (OCC) por el que YPFB bombea casi 15.000 barriles de crudo por día. Seis minutos después se frenaron las operaciones; a las 09:02 se cerró la primera válvula en cercanías del incidente y a las 09:34 la segunda válvula, con lo cual quedó todo controlado.

El daño fue ocasionado de forma fortuita por el propietario de una vivienda-negocio que rebasó el derecho de vía y con una pala cargadora de áridos hizo un hueco de dos pulgadas, provocando la fuga de 400 barriles de crudo.

Antes de la visita al lugar, los ejecutivos de YPFB Transporte mostraron su moderna sala de control y monitoreo en Santa Cruz, desde donde detectan todas las contingencias de su red de ductos que abarca 7.000 kilómetros en todo el país. Gracias a este sistema de control satelital se logró reducir la presión y frenar el derrame en Ivirgazama.

En el lugar de los hechos, el equipo de técnicos y ejecutivos de la estatal petrolera mostraron el ducto perforado y explicaron que en apenas 12 horas se reparó el daño colocando un niple provisional y reduciendo al mínimo el tiempo de parada del suministro de petróleo.

En cuanto a los daños ocasionados en el riachuelo Magareño, que cruza la comunidad de Ivirgazama, se informó que los 400 barriles derramados provocaron una mancha de tierra de 3.358 metros cuadrados, sin embargo  se recuperaron 260 barriles. De los 110 barriles contados como contaminantes, 60 fueron evaporados y 50 absorbidos; 30 se perdieron totalmente producto de la lluvia caída el fin de semana en el trópico cochabambino.

Barreras, chorizos absorbentes, materiales orgánicos absorbentes, skimmers (desnatadores de hidrocarburos) y bombas de recuperación en las cisternas son utilizados para las tareas de limpieza del riachuelo Magareño.

El alcalde de Puerto Villarroel, Zenobio Claros, dio su consentimiento sobre las tareas de mitigación de los daños y expresó su apoyo al trabajo de la estatal petrolera.