Recesión en Brasil retrasa el nuevo contrato de gas

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Las negociaciones de compra-venta de gas al Brasil se hallará en una etapa embrionaria y demandarán su tiempo, anunció ayer el embajador de Bolivia en la nación vecina, José Kinn.

El diplomático alertó la recesión económica que vive Brasil, lo cual -en su criterio- retrasará las negociaciones bilaterales destinadas a la suscripción de un nuevo contrato de compra y venta de gas natural. El vigente concluye en 2019.

La CEPAL pronosticó recientemente que Brasil se encuentra en recesión y que su crecimiento para el 2017 será negativo.

CRISIS

“La crisis (económica) del país vecino no ayuda a agilizar decisiones. No nos interesa, ni conviene (a Bolivia) un país en crisis”, señaló el diplomático boliviano acreditado al Gobierno de Michel Temer.

DIFÍCIL NEGOCIACIÓN

Coincidente con esa postura, el exministro de Hidrocarburos Herbert Müller planteó además otro problema para el Gobierno. Las negociones para un nuevo contrato de compra-venta de gas al Brasil para Bolivia, será “difícil y complicado”, vaticinó.

Según el ex ministro del sector, de llegarse a un nuevo acuerdo contractual con el Brasil, el precio estará sujeto a la volatilidad del mercado, debido fundamentalmente a que el gas “se convirtió en un commodity, es decir, un producto subyacente en un contrato de futuros que debe ser transado en una bolsa de productos, similar al trigo o el azúcar y por lo tanto con precios variables”, declaró a El DIARIO.

“No habrá más gas con un precio fijo y será altamente rentable para el Estado”, complementó Müller.

CRISIS

La crisis económica por la que está atravesando Brasil fue calificada de “grave” expresó, por su parte, el embajador Kinn. Debido a esta situación, es que el Gobierno brasileño está mirando de lejos, por ahora, la posibilidad de concretar con Bolivia negocios de largo alcance para la compra de gas natural, similar al contrato que expirará el año 2019, fecha en que concluirá su vigencia.

El contrato GSA, así denominado por sus siglas en inglés, y por el cual Bolivia vende a Brasil un promedio de 30 millones de metros cúbicos diarios de gas natural (Mmcd).

Esta situación, extremadamente delicada que vive Brasil, obligó también al nuevo Gobierno del presidente Temer a imponer condiciones a Bolivia, para seguir comprando gas natural. Hace más de un mes el Gobierno brasileño adelantó que Petrobras compraría 50 por ciento de los actuales volúmenes de gas enviados por Bolivia y que serían empresas privadas quienes negocien el restante 50 %.

VENTA DIRECTA

“Ese tema de venderle a privados y no solamente a estatales (Petróleos Brasileños-Petrobras fundamentalmente), es una política que se está dando desde el lado brasileño, no boliviano, hay corrientes en el Brasil que están influenciando sobre el Gobierno para obtener la compra directa y no a través de la empresa estatal brasilera (Petrobras)”, reveló Kinn.

GIRO

Ante esa situación, el Gobierno decidió transar con empresas privadas para exportar gas al Brasil a partir de 2019 ya que por las declaraciones oficiales de Brasil, Petróleos Brasileños (Petrobras) no será el principal comprador del energético.