Rusia toma el control de uno de los proyectos de gas y petróleo más grandes

BBC Mundo
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Sakhalin plataforma gas Rusia, Shell
Foto: Shell Global

Rusia tomó el control de un importante proyecto de petróleo y gas en el que la empresa británica Shell tiene una participación del 27,5% y las japonesas Mitsui y Mitsubishi otro 22,5%.

Hacia fines de la semana pasada, el presidente ruso Vladimir Putin firmó un decreto para hacerse cargo del Sakhalin-2, en una medida que afecta especialmente a Japón.

La medida podría obligar a Shell, Mitsui y Mitsubishi a abandonar sus inversiones a medida que se extienden las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania.

El gigante petrolero Shell dijo: “Estamos al tanto del decreto y estamos evaluando sus implicaciones”.

El decreto decía que una nueva empresa se haría cargo de todos los derechos y obligaciones de Sakhalin Energy Investment.

Shell señaló en febrero que vendería sus inversiones rusas debido al conflicto en Ucrania, incluida la instalación insignia de Sakhalin-2 en el lejano oriente de Rusia.

La empresa indicó en abril que salir de Rusia significaría un golpe de US$4.600 millones.

El proyecto, que abastece alrededor del 4% del mercado mundial actual de gas natural licuado (GNL), es 50% propiedad de Gazprom y está operado por ésta.

Según el decreto, Gazprom mantendrá su participación, pero otros accionistas deben solicitar al gobierno ruso una participación en la nueva empresa en el plazo de un mes.

El gobierno decidirá entonces si les permite mantener una participación.

Shell ha estado en conversaciones con compradores potenciales de su participación en el proyecto, incluidos algunos de China e India, según informes anteriores de The Daily Telegraph y Reuters.

El presidente ejecutivo de la firma, Ben van Beurden, dijo el miércoles que Shell estaba “haciendo un buen progreso” en su plan para salir de la empresa conjunta.

“No puedo decirles exactamente dónde estamos porque es un proceso comercial, así que tengo que respetar la confidencialidad, pero puedo decirles que cuando recibí una actualización la semana pasada, estaba muy satisfecho de dónde estamos”, señaló.

Análisis de Theo Leggett

Corresponsal de negocios de la BBC

Esto parece ser un movimiento profundamente político. Es probable que el impacto se sienta más profundamente en Japón, que ha estado muy involucrado en las sanciones contra Rusia.

Tres empresas extranjeras tienen participaciones significativas en Sakhalin-2: Shell, Mitsui y Mitsubishi.

Pero Shell ya canceló el valor de sus activos rusos y dijo que abandonará el país.

Mientras tanto, Japón depende en gran medida de las importaciones de gas natural licuado.

La competencia por los envíos a nivel mundial es actualmente intensa, y el proyecto Sakhalin por sí solo satisface actualmente alrededor del 8% de sus necesidades.

Por lo tanto, la posibilidad de que Rusia se apropie potencialmente de los intereses japoneses en el proyecto seguramente generará una respuesta incómoda en Tokio, aunque los ministros insisten en que no hará que las importaciones sean “inmediatamente imposibles”.

Si se cortan los suministros rusos a Japón, tendrá queencontrar nuevas fuentes en otros lugares, aumentando la competencia por los suministros disponibles.

Eso podría hacer subir los precios a nivel mundial, en un momento en que los crecientes costos de la energía ya están alimentando la inflación.