Bolivia ha ingresado a sus arcas unos US$ 1.200 millones por la venta de sus reservas de oro. Un respiro para los siguientes meses.
Bolivia está pasando un delicado momento en su economía. Para salir de la crisis que se venía venir, tras la crisis de 2019 que se alargó por la pandemia los años 2020 y 21, el electorado entregó sus votos por la fórmula Luis Arce – David Choquehuanca que, tras recibir el mando como ganadores de las elecciones en 2021, se han distanciado del proyecto político que los aupó, dejando un clima de zozobra sobre el devenir político y económico del país.
Para salir del agujero se han vendido las reservas de oro por algo más de US$ 1.200 millones margen que le permitirá a la administración pasar el año con relativa calma. Luego se avistan tempestades en un año (el 2024) en el que se comenzarán a barajar opciones con miras a las elecciones de 2025.