Scott Bessent, la figura detrás de la política arancelaria de Trump
La administración de Donald Trump, que ha provocado un terremoto diplomático, político y económico, incorpora un nuevo integrante a sus filas con la confirmación de Scott Bessent como secretario del Tesoro de Estados Unidos, una pieza clave para impulsar las ambiciosas políticas económicas del presidente republicano.
Scott Bessent fue confirmado por el Senado el 27 de enero de 2025 con una votación de 68 a 29. Bessent, de 62 años, es un inversor reputado por fundar el fondo de cobertura (conocido por su término en inglés, hedge fund) Key Square Capital Management y, anteriormente, por trabajar como director de inversiones en Soros Fund Management.
Como secretario del Tesoro, Bessent estará al frente de la implementación de la política fiscal, la gestión de la deuda nacional y la supervisión de los reguladores financieros, desempeñando un papel clave en la configuración de la política económica de la nueva administración Trump.
Durante su audiencia de confirmación, Scott Bessent enfatizó la importancia de renovar los recortes de impuestos que están próximos a expirar y subrayó la necesidad de gestionar cuidadosamente los flujos de efectivo federales para evitar un incumplimiento de pagos y mantener la estabilidad económica. Bessent también defendió el uso de aranceles como herramientas para combatir prácticas comerciales desleales, aumentar los ingresos gubernamentales y fortalecer la posición de Estados Unidos en negociaciones internacionales.
El arancel universal de Scott Bessent
Bessent ha propuesto una estrategia de aranceles universales que se implementaría de manera gradual. Si su plan sale adelante, se introducirá un gravamen inicial del 2.5% sobre todas las importaciones estadounidenses, incrementándose mensualmente en la misma proporción, con un tope máximo del 20%.
“Los aranceles universales del 2.5% ofrecen una solución gradual y negociable. No buscamos castigar a nadie de manera inmediata, sino dar a las empresas y a los países tiempo para adaptarse, mientras fortalecemos la posición de Estados Unidos en el comercio internacional”, declaró el nuevo secretario del Tesoro.
Bessent se alinea, por lo tanto, con las ideas del presidente Donald Trump, quien durante la campaña electoral expresó en numerosas ocasiones su intención de utilizar aranceles para fortalecer la economía estadounidense, aunque tratando de suavizar el impacto de estas medidas haciéndolas graduales para dar tiempo a empresas y países a adaptarse y negociar.
Cabe recordar que, en los meses previos a las elecciones presidenciales de noviembre de 2024, Donald Trump planteó la imposición de aranceles del 10 al 20% sobre “los países extranjeros que nos han estado estafando durante años”, del 25% para sus vecinos, México y Canadá, y de hasta el 60% para China, su mayor rival geopolítico.
Aranceles como herramienta de presión
El encontronazo político con Colombia, derivado de la intensificación del programa de deportaciones estadounidense, ha sido una muestra de que la nueva administración republicana percibe a los aranceles como una herramienta a través de la cual hacer uso de su peso económico para influir en cuestiones diplomáticas.
El mandatario estadounidense anunció en sus redes sociales el 26 de enero de 2025 que, en respuesta a la decisión del presidente de Colombia, Gustavo Petro, de no permitir aterrizar dos aviones con repatriados colombianos, Washington tomaría una serie de medidas. Entre ellas destacaba la imposición de unos aranceles del 25% a todos los productos colombianos, los cuales se elevarían al 50% al paso de una semana si no se producía un cambio en la postura de Bogotá.
Donald Trump también declaró el día de la inauguración de su mandato que el 1 de febrero se impondrán aranceles del 25% a México y Canadá que, según el propio presidente, no tienen nada que ver con el acuerdo de libre comercio de América del Norte (el T-MEC o USMCA), sino con cuestiones como la crisis del fentanilo o la inmigración.
La amenaza de la imposición de estos aranceles y toda la narrativa referente a que Canadá debería convertirse en el 51º estado de Estados Unidos han llevado al gobierno canadiense a plantearse algunas medidas drásticas. La exministra de Finanzas, Chrystia Freeland, ha llamado a la celebración de una cumbre internacional para dar una respuesta unificada a las amenazas de Donald Trump. Freeland es una de las principales candidatas a sustituir al recientemente caído en desgracia Justin Trudeau y fue la encargada de negociar con Washington durante el primer mandato de Trump.
La última adición a la lista de afectados es Taiwán. Donald Trump anunció, en la tarde del 27 de enero de 2025, que pretende imponer aranceles del 25 al 100% en el ámbito de los semiconductores y los productos farmacéuticos a Taiwan. Uno de los principales objetivos de esta medida es forzar a la taiwanesa TSMC, gigante del sector de los semiconductores, a acelerar el traslado de sus operaciones a Estados Unidos para proteger la cadena de suministros tecnológico y reducir los riesgos asociados a un posible conflicto en la isla.