Tasas del 100%: la represalia de China contra Canadá en la guerra comercial

La medida es una represalia directa por las barreras impuestas por los canadienses el año pasado a las importaciones de vehículos eléctricos, acero y aluminio chinos.

China anunció este sábado la imposición de aranceles de hasta el 100% a la canola, la carne de cerdo y otros productos agrícolas procedentes de Canadá.  La medida es una represalia directa por las barreras impuestas por los canadienses el año pasado a las importaciones de vehículos eléctricos, acero y aluminio chinos.

Los nuevos aranceles, que entrarán en vigor el 20 de marzo, también se interpretan como un mensaje político. China quiere impedir que Canadá (y, por extensión, México) siga a Estados Unidos en su estrategia de contener la entrada de productos chinos a América del Norte mediante acuerdos de libre comercio. Tanto la administración Biden como la administración Trump han presionado a sus vecinos para que no se conviertan en un conducto alternativo para la industria china.

La decisión anunciada por la Comisión Arancelaria del Consejo de Estado de China incluye un arancel del 100% sobre el aceite de canola y los guisantes, así como un arancel del 25% sobre la carne de cerdo y los mariscos canadienses. Pekín justifica las medidas como una respuesta proporcional a los aranceles adoptados en octubre por Canadá, que incluyen un impuesto del 100% a los coches eléctricos chinos y del 25% al ​​acero y aluminio del país asiático.

El Ministerio de Comercio de China también se pronunció y exigió que Canadá “corrija sus prácticas equivocadas” y elimine las restricciones comerciales. El gobierno canadiense aún no ha respondido públicamente a las represalias.

Si bien las declaraciones oficiales de China fueron formuladas dentro de las reglas de la Organización de Canadá, México y Estados Unidos, la posición de Beijing quedó clara por otro cauce. La emisora ​​estatal China Central Televisión calificó la decisión como “una respuesta firme a la elección equivocada de Canadá” y una advertencia a otros países que están considerando aumentar los aranceles contra China para complacer a Estados Unidos.