Textil, cueros y bebidas, los más golpeados por el contrabando
Los sectores de textiles, calzados y bebidas están entre los más golpeados por el contrabando, coincidieron la Cámara Nacional de Bebidas (Canabe), el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) y los productores.
El gerente general del IBCE, Gary Rodríguez, afirmó que les preocupa que el contrabando hubiese pasado de un negocio ilícito a una actividad criminal y organizada y que afecta sobre todo a la industria textil.
“El sector más golpeado es el textil, por la cantidad de empleos que genera en los talleres de confección, las manufacturas en calzados y cueros. Esto hace que el país retroceda, porque muchas de las unidades productivas pasaron al comercio o migraron a otros países, como Brasil o Argentina”, precisó.
La principal competencia es la ropa usada, que a pesar de la prohibición vigente, su venta es libre en diferentes mercados.
De acuerdo con datos de la Cámara Nacional de Industria (CNI), las ventas de textiles al exterior bajaron de 57 millones de dólares, en 2010 y a 11 millones de dólares en 2017, que significó una caída del 80,7%.
Las exportaciones de prendas de vestir cayeron de 36,1 millones de dólares en 2010 a 10,5 millones de dólares en 2017.
Pero el contrabando no sólo golpea a empresas privadas, en 2016 la estatal Enatex cerró puertas por la falta de mercados y la competencia de ropa internada ilegalmente y prendería usada.
Esta situación también afecta a otras empresas como Punto Blanco, que aún se mantiene en el mercado administrada por trabajadores.
En el caso de las bebidas, la presidenta de Canabe, Karina Herbas, mencionó que el ingreso ilegal de licores se da principalmente por Desaguadero, frontera con Perú, lugar donde se registró un crecimiento descontrolado.
“Estamos preocupados por el contrabando de bebidas en Bolivia, si bien hemos recibido apoyo de la Aduana, es imposible pensar que el contrabando de bebidas desaparecerá o disminuirá, porque requiere de políticas complementarias que sean más efectivas”, afirmó.
De acuerdo con un reciente estudio elaborado por la consultora Euromonitor International para la Cervecería Boliviana Nacional (CBN), el contrabando de bebidas alcohólicas en 2016 provocó una pérdida fiscal de 66,51 millones de dólares, mientras que el volumen de licores internados ilegalmente creció en 9% desde 2013 hasta 2016.
La cerveza, el fernet y otros destilados y vino son las bebidas que más se internan al país.
Por otra parte datos de la Federación Departamental de Productores de Calzados y Ramas Anexas dan cuenta que sólo en tres años (2013-2016) el 55% de los talleres de calzado de La Paz y El Alto cerró debido a la competencia de los productos importados principalmente desde Perú y China.
En una nota publicada por este medio en 2016, la dirigente del sector Soledad Pérez sostuvo que en 2013 había 4.500 unidades productivas de calzados en las ciudades de La Paz y El Alto, mientras que en la actualidad se han reducido a sólo 2.000.
A fines de noviembre de 2016 cerró el Gato Blanco, una de las tiendas más antiguas y tradicionales de La Paz, agobiada por el contrabando y los productos falsificados, después de estar 77 años en el mercado.
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC), Marco Antonio Salinas, dijo que con el contrabando no sólo pierde el sector formal, sino el Estado. “Los empresarios, tanto importadores como industriales, pierden porque los productos de contrabando son más baratos. El empresario formal está en gran desventaja y está perdiendo la batalla comercial”, reiteró.
65.000 emprendimientos se cerraron hasta hoy
Hasta la fecha, al menos 65.000 emprendimientos, del sector textil y manufactura en cuero, cerraron sus actividades por la competencia del contrabando, afirmó el ejecutivo de la Confederación de la Micro y Pequeña Empresa (Conamype), Humberto Baldivieso.
“Hasta la fecha se cerraron 65.000 microempresas de un total de 650 mil registradas que tenemos en la confederación. En las confecciones antes se trabajaba con 10 operarios, pero actualmente son unipersonales, eso significa que están en terapia intensiva, sobreviven para conservar su empleo”, mencionó.
Según el dirigente, fuera de que son afectados por el ingreso ilegal de ropa que proviene desde Perú o Brasil, también tienen que lidiar con la importación legal e ilegal desde China.
El otro problema es la ropa usada que continúa entrando y se vende como si nada en las ferias. “Se planteó una ley de competencias para que las alcaldías controlen, pero el proyecto está paralizado en la Asamblea, de alguna manera se podría hacer el control en los mercados”, dijo.
Ante el problema, afirmó que la propuesta del sector es que se elabore una norma que disponga el cierre de fronteras y se castigue con cárcel a los que internan ilegalmente productos al país, como la Ley 1008, que sanciona a los que trasladan sustancias ilícitas.
“Antes en la Tumusla se veía que más del 80% del comercio era producción nacional, ahora el 90% es manufactura china, peruana o de Brasil y ahí se evidencia el contrabando”, enfatizó.