El expresidente peruano Alberto Fujimori (1990-2000) fue condenado a 25 años de cárcel por graves y masivas violaciones a los derechos humanos, usar la violencia como arma política para destruir a sus adversarios; entre ellos a grupos terroristas que sembraron destrucción en el país. Abimael Guzmán, el jefe máximo del temible Sendero Luminoso fue detenido en su gobierno. Se le construyó una celda de acero en la base militar del Callao, unos cuantos metros debajo del mar. Guzmán permaneció allí hasta su muerte en 2021.
En 1996 el entonces presidente Fujimori coordinó un operativo de rescate para liberar a más de 80 diplomáticos que fueron tomados rehenes en el asalto a la residencia del embajador de Japón por terroristas del MRTA en Lima. Cuatro meses después grupos de elite del SIN invadieron el recinto y liberaron a la mayoría de los rehenes con vida. Murieron 14 integrantes del grupo armado, dos comandantes y un vocal peruano. Se dijo que el operativo fue brillante; pero, así como Fujimori combatió facciones armadas, hacía negocios ilegales. Recientemente se ha conocido que vendió encubiertamente armamento a las FARC. 23 años después de concluir su gobierno, la Fiscalía peruana lo investiga por vender 10.000 fusiles AK-47 a los terroristas colombianos, arrojando el lote en paracaídas a la selva colombiana.
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