Alexei Navalny: miles de personas desafiaron las advertencias del Kremlin para apoyar al líder opositor
Las advertencias y prohibiciones del Kremlin no lograron evitar que miles de personas tomaran las calles de varias ciudades rusas este miércoles para apoyar al líder opositor Alexei Navalny y reclamar “libertad para los presos políticos”.
Navalny, de 44 años, está internado en un hospital para presos y lleva tres semanas en huelga de hambre.
Los defensores de Navalny, principal crítico del presidente Vladimir Putin, diagnosticado con dos hernias discales, exigen que reciba cuanto antes un tratamiento médico adecuado y que sea liberado.
Más de 14.000 personas se manifestaron en 29 ciudades, dijo la policía; casi la mitad, unas 6.000 personas, en Moscú. Grupos de observación independientes estiman que la cifra asciende a 25.000 solamente en la capital, y cientos de miles más en el resto del país.
Hubo fuerte presencia y represión policial en la mayoría de las ciudades. La organización de monitoreo OVD-info reportó 1.700 detenidos en varias ciudades, un tercio de ellos en San Petersburgo, donde además denunciaron que la policía aplicó descargas eléctricas.
Pese a que las protestas fueron multitudinarias, no fueron las más grandes en años, como esperaba la oposición.
“Lucha por el futuro”
“Este es un último aliento de una Rusia libre“, dijo un manifestante a la agencia de noticias Reuters. “Salimos por Alexei”.”Esta es una lucha por el futuro”, dijo a AFP otro manifestante, Andrei Zamyatin.Otros tenían menos esperanzas del impacto que podrían tener las manifestaciones. “No creo que esta protesta pueda salvar a Navalny. Debería haber al menos 200.000 o 300.000 personas en las calles”, dijo a AFP Alexander Butuzov, otro participante.
Las advertencias de las autoridades habían sido contundentes.
“Cualquier acción agresiva de los participantes en reuniones públicas no autorizadas, especialmente de intentos de provocar enfrentamientos con agentes encargados de hacer cumplir la ley, se considerará una amenaza para la seguridad pública y será surpimida de inmediato”, dijo el Ministerio del Interior a principios de esta semana.
En Moscú, la policía antidisturbios instó a la gente a abandonar el área de protesta y formó barricadas para intentar contener la ruta de los manifestantes.
Minutos antes, habían acordononado el área alrededor de la sala de exposiciones Manezh, donde Putin se dirigió a ambas cámaras del parlamento durante su discurso anual sobre el estado de la nación.
“Es difícil saber el alcance de una protesta cuando las multitudes tienen prohibido juntarse en un solo lugar, y ese es el punto. En Moscú, la policía desvió constantemente a los manifestantes, ya que las carreteras estaban cortadas”, dice la corresponsal de la BBC en Moscú, Sarah Rainsford.
“Muchos partidarios de Navalny que lograron salir [a manifestarse] el miércoles dijeron que tenían miedo pero estaban apasionados: en Moscú, gritaron por la libertad de Navalny y llamaron asesino a Vladimir Putin“, añade la periodista.
Estado “satisfactorio”
Arrestado en enero y encarcelado desde febrero, Navalny recibió una sentencia suspendida por malversación de fondos en 2014, que grupos de derechos humanos y activistas consideran que tiene motivaciones políticas.
El lunes, Navalny fue trasladado a un hospital penitenciario donde las autoridades dijeron que su estado era “satisfactorio”.El servicio penitenciario del Servicio Federal Penitenciario de Rusia (FSIN) agregó que estaba siendo examinado por un médico todos los días y que había aceptado tomar vitaminas.
Sin embargo, los médicos de Navalny advirtieron que “moriría en los próximos días” si no se le brindaba atención médica urgente por el dolor de espalda y el entumecimiento de las piernas.
El líder opositor inició una huelga de hambre el 31 de marzo en protesta por no poder ver a su propio equipo médico. Sus médicos dicen que los resultados de los análisis de sangre recientes indican que podría sufrir insuficiencia renal y sufrir un paro cardíaco en cualquier momento.
Varios países occidentales dijeron que Navalny fue envenenado con un agente nervioso en agosto pasado y que sobrevivió por muy poco.
El Kremlin negó cualquier participación en y cuestionó la conclusión de los toxicólogos respecto al envenenamiento, acusando a Occidente de entrometerse en sus asuntos.El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) pidió a Rusia la libración de Navalny argumentando que su vida está en riesgo.