Ayotzinapa: Diez años después, familiares de los 43 estudiantes desaparecidos exigen justicia
El caso, una de las peores atrocidades contra los derechos humanos cometidas en un país asolado por la violencia, se ha convertido en emblema de las desapariciones forzadas en México, donde se cuentan más de 100.000 víctimas.
“Una década después, aún estamos lejos de conocer la verdad y el paradero de los estudiantes”, dijo Vidulfo Rosales, abogado de las familias.
Días antes de que Claudia Sheinbaum preste juramento como la primera mujer presidenta de México el 1 de octubre, se espera que miles de personas, entre familiares, estudiantes y otros manifestantes, marchen por Ciudad de México al grito de “¡Vivos se los llevaron! ¡Vivos los queremos!”.
Diez años después, la atención se ha centrado en encontrar los restos de los jóvenes, así como la verdad sobre los responsables, en una nación donde la violencia criminal se ha cobrado más de 450.000 vidas desde 2006.
Hasta ahora sólo se han encontrado e identificado los restos de tres de los alumnos desaparecidos la noche del 26 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, en el sureño estado de Guerrero.
Las familias reclaman al izquierdista presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, estrecho aliado de Sheinbaum, por no haber localizado a los demás.
“Creemos que este presidente nos mintió. Este presidente nos engañó”, dijo María Elena Guerrero, madre de una de las víctimas, en uno de los actos de conmemoración del sombrío aniversario.
Hilda Hernández, cuyo hijo también desapareció, dijo que las autoridades están “tratando de desgastar a los padres” y esperando que olviden.
“Pero a pesar de todos los intentos de dividir y desacreditar, sin descanso ni tregua los padres siguen exigiendo verdad, justicia y rendición de cuentas”, afirmó.
AMLO defiende su gestión
López Obrador defendió su gestión para esclarecer el caso en una carta enviada a los familiares esta semana, en la que destacó el procesamiento de 151 personas, incluidos 16 militares, y el encarcelamiento de 120 personas, así como la búsqueda en cientos de lugares.
“No existe ninguna prueba de que el Ejército haya participado en la desaparición de los jóvenes”, dijo el mandatario en una conferencia de prensa el miércoles, y agregó que los comandantes militares habían cooperado en la investigación.
Los estudiantes del colegio Ayotzinapa, una comunidad conocida por su activismo político antisistema, desaparecieron cuando se dirigían en autobuses a una manifestación en Ciudad de México, para conmemorar la masacre de varios cientos de alumnos el 2 de octubre de 1968.
Los investigadores creen que los jóvenes fueron secuestrados por un cártel de la droga con la ayuda de la policía local, aunque no está claro exactamente qué sucedió después.
La llamada “verdad histórica” -una versión oficial del caso presentada en 2015 por el entonces gobierno de Enrique Peña Nieto- fue ampliamente desacreditada, en particular la teoría de que los restos fueron incinerados en un vertedero de basura.
En 2022, una comisión de la verdad creada por el gobierno de López Obrador calificó el caso como un “crimen de Estado” y dijo que los militares compartían la responsabilidad, directamente o por negligencia.