El ex presidente de Brasil y cinco militares se encuentran bajo la lupa de una investigación criminal.
La última edición de la revista Veja contiene un reportaje de investigación que revela el presumible (hasta que la justicia lo niegue o ratifique) intento de asesinato planificado por el ex presidente Jair Bolsonaro y la cúpula militar que durante su mandato ocupó puestos de mando en el Poder Ejecutivo. La investigación a cargo de la Policía Federal (PF) -a la que accedió la revista Veja- detalla datos reveladores sobre el papel de al menos cinco militares que urdieron la trama, mientras Bolsonaro confrontaba las instituciones democráticas, lanzaba dudas sobre la validez del órgano electoral y radicalizaba su discurso, especialmente contra el Supremo Tribunal Federal (STF).
El Reportaje que titula “Conspiración en el Planalto”, revela el plan que preveía los asesinatos de Lula, el vicepresidente Gerardo Alckmin y el ministro del STF Alexander de Moraes; contribuye para apuntar al ex presidente y expone el radicalismo de algunos militares. En la investigación en curso, Bolsonaro siempre negó que la invasión y destrucción de las sedes de los Tres Poderes -una semana después de la pose de Lula- hubiera sido planificada para deponer al nuevo presidente. A pesar de sus declaraciones, la PF investigaba hace tiempo indicios de que Bolsonaro y un puñado de militares urdían anular el resultado de las elecciones de 2022 para mantener al capitán al mando del país.
De acuerdo al reportaje de tapa en base a las investigaciones de la PF “otros descubrimientos reforzaron las sospechas sobre la organización de una insurrección antidemocrática, pero nada comparado con las graves e impactantes hechos publicados el martes 19, que complicaron la situación jurídica del expresidente y culminaron con su imputación por los delitos de intento de golpe de Estado, abolición del estado de derecho y organización criminal”.
La investigación fue cursada por la PF, el jueves 21, al ministro Alexandre de Moraes, quien ahora la remitirá al Ministerio Público, que será el responsable de denunciar o no a los sospechosos.
Dos días antes de la acusación, a petición de la PF, Moraes había ordenado el arresto de cuatro militares y un agente de la Policía Federal sospechosos de idear un plan para matar al presidente Lula, al vicepresidente Alckmin y al propio Moraes”.
Una diabólica trama
Para los investigadores, Bolsonaro y sus principales asistentes estaban en el epicentro de esta “diabólica trama”. La PF afirma que en la residencia del general Braga Netto, ex ministro, mano derecha y candidato a vicepresidente de la chapa presidencial de Bolsonaro en 2022, se celebró una reunión preparatoria para planificar el triple asesinato. “El cerebro del proyecto ´Punhal Verde Amarelo´ (Daga Verde Amarillo, en traducción libre) –nombre que los extremistas eligieron para la ofensiva criminal y antidemocrática– habría sido el general Mario Fernandes, secretario ejecutivo de la Secretaría General de la Presidencia en el gobierno Bolsonaro. Precisamente sus acciones hicieron que el PF reafirmara su certeza sobre la participación de Bolsonaro en el caso”.
La PF apunta a Mario Fernandes como uno de los principales responsables de la trama. “Este -dice el reportaje- tenía acceso libre al ex presidente cuando ejerció como comandante de Operaciones Especiales del Ejército. El acercamiento entre ambos se produjo de manera definitiva siete meses después, cuando el entonces presidente realizó una visita institucional a la sede de la corporación comandada por Fernandes, en Goiânia. Juntos, los dos, inspeccionaron ejercicios de guerrilla urbana y siguieron entrenamientos de tiro en la llamada ´sala de asesinato´, un compartimento oscuro en el que objetivos electrónicos con siluetas humanas ponen a prueba la destreza del tirador”.
“Convertido al bolsonarismo, el general se radicalizó tras no haber sido ascendido en su carrera”. Y como definió otro general a la revista: “se convirtió en activista”. Una definición que de acuerdo al reportaje “no es del todo adecuada, ya que el PF reunió elementos de que Fernandes redactó el plan para asesinar a Lula y Alckmin a finales de 2022 y secuestrar al ministro Alexandre de Moraes, que en ese momento encabezaba el Tribunal Electoral”.
“Miembro de las Fuerzas Especiales, un grupo de élite preparado para situaciones de confrontación, Mario Fernandes escribió el guión detallado, audaz y frío. Identificados por apodos, Lula, ´Jeca´, y Alckmin, ´Joca´, deberían ser asesinados para que la candidatura victoriosa pueda extinguirse y allanar el camino para que Bolsonaro permanezca en el poder”.
“El general también diseñó el gobierno golpista que surgiría tras la ´neutralización´ del presidente electo, que podría producirse, según él, mediante envenenamiento, dada la ´vulnerabilidad del estado de salud de Lula y sus repetidas visitas a los hospitales´. La nueva gestión estaría encabezada por exponentes de la administración Bolsonaro. El general Braga Netto, por ejemplo, sería nombrado coordinador general de la ´Oficina de Gestión de Crisis Institucional´. El ex comandante de la Oficina de Seguridad Institucional (GSI) Augusto Heleno, con mandamiento de aprehensión a principios de año -sospechoso de participar en el intento de golpe de Estado- sería el jefe de gabinete del grupo, mientras que el ex asesor de Asuntos Internacionales Filipe Martins, encarcelado durante seis meses por orden de Moraes, ocuparía el cargo de Relaciones Institucionales”.
Lagunas de la investigación
“Hasta donde se sabe, la PF no recabó pruebas de que el expresidente hablara con el general sobre el asunto ni tomara conocimiento de su propuesta de acción criminal, como ocurrió en el caso de uno de los borradores del golpe, editado por el expresidente. ´Esta es una laguna importante en la investigación´”, afirma Veja. “En mensajes recogidos por los investigadores, el general dice, sin embargo, que Bolsonaro siguió algunos de sus ´consejos´ y que ambos discutieron cuál era el mejor momento para reaccionar ante la victoria de Lula”.
“La fecha ideal sería el 12 de diciembre, cuando se sabría si el petista ganaría la segunda vuelta. Posteriormente, obstáculos como el cambio de mando de las Fuerzas Armadas, por parte de militares de preferencia de Lula, y la potencial desmovilización de partidarios bolsonaristas frente a cuarteles militares repartidos por todo el país podrían dificultar la ejecución del plan. ´Durante la conversación que tuve con el presidente, mencionó que el día 12, no sería una restricción, que cualquier acción nuestra podría ocurrir hasta el 31 de diciembre”, resumió Fernandes, de acuerdo al reportaje.