Brasil: sistema de corrupción profesional en constructrura Odebrecht
El gigante de la construcción Odebrecht, una de las mayores empresas brasileñas, tenía un departamento dedicado a pagos irregulares, según la Policía Federal de Brasil. Los responsables del caso Petrobras, que investigan una compleja trama de corrupción de la petrolera estatal y empresas contratistas, creen que altos ejecutivos del grupo Odebrecht operaban un sistema de contabilidad paralela llamado “sector de operaciones estructuradas” para pagar los sobornos, que contaba hasta con un sistema electrónico propio. Ocho de los ejecutivos fueron detenidos esta mañana.
La Policía Federal cree que existen indicios de que Odebrecht hizo pagos indebidos por medio de intermediarios, con el objetivo de conseguir ventajas para la empresa, y señala que varios destinatarios de los sobornos, que se pagaban en efectivo, tienen vínculos “directos o indirectos con el poder público en todas las esferas”. El expresidente del grupo, Marcelo Odebrecht, fue condenado a principios de marzo a 19 años de prisión por su implicación en la trama de corrupción de Petrobras, que investiga el juez Sérgio Moro. Los supuestos pagos del departamento dedicado a los sobornos se realizaron al menos hasta la segunda mitad de 2015, cuando Marcelo Odebretch ya estaba detenido. Los investigadores creen que el presidente cesado de la contratista consentía la corrupción y que incluso intervino directamente para controlar las cuentas de este departamento fraudulento.
Las investigaciones han colocado bajo sospecha obras como las del estadio del Corinthians, en São Paulo (donde tuvo lugar la ceremonia de apertura del Mundial de Fútbol en 2014) o el Porto Maravilha (Puerto Maravilla), el proyecto que reformó la zona portuaria de Río de Janeiro con el fin de prepararla para los Juegos Olímpicos programados para agosto. La fiscalía cree que el departamento de sobornos hizó pagos, además, a responsables por las obras del aeropuerto de Goiânia, las de la SuperVia (el sistema de trenes urbanos de Río de Janeiro) y de Trensurb (que administra las líneas de trenes en Río Grande do Sul).
La nueva fase de la Operación Lava Jato (Lavacoches) empezó temprano el martes. A primera hora del día, los investigadores emitieron 67 órdenes de busca y captura, 28 de conducción coercitiva (obligación del investigado de declarar), 11 de prisión temporal y cuatro de prisión preventiva en los Estados de São Paulo, Río de Janeiro, Santa Catarina, Río Grande do Sul, Bahía, Piauí, Distrito Federal, Minas Gerais y Pernambuco. Por la mañana, círculos cercanos al Gobierno de Brasil vieron con nerviosismo cómo un coche de la Policía Federal se dirigía al hotel Royal Tulip, en Brasilia, en el que se encuentra alojado el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva. Sin embargo, según el diario Folha de S. Paulo, el coche patrulla se fue del lugar poco después sin llevarse a nadie detenido. La Fiscalía pidió este mes prisión preventiva para el exmandatario, acusado de delitos de lavado de dinero y ocultación de patrimonio. Según la acusación, Lula y su esposa, Marisa Letícia Lula da Silva, ocultaron la propiedad de un apartamento de lujo en Guarujá (litoral del Estado de São Paulo). El domicilio está a nombre de la constructora brasileña OAS, investigada en la misma operación anticorrupción. Lula siempre ha negado que la vivienda fuese suya.
Algunas de las informaciones que apuntan a comportamientos indebidos en Odebrecht fueron reveladas por María Lucia Tavares, una secretaria de la empresa que fue detenida en una operación anterior y que ha aceptado colaborar con las autoridades a cambio de una reducción de la condena. Los investigados en Odebrecht responderán por los delitos de corrupción, evasión de divisas, organización criminal y blanqueo de dinero.