Brasil suspende los ensayos de la vacuna china contra la covid-19 por un incidente grave

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Foto: REUTERS/Amanda Perobelli

La Agencia de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil informó este lunes por la noche de que suspendió los estudios clínicos en humanos de la vacuna coronavac contra la covid-19. La vacuna es producida por la farmacéutica china Sinovac, en sociedad con el Instituto Butantan de Brasil. La medida se habría tomado después del registro de un “evento adverso grave”, que no fue detallado por la agencia. Este tipo de interrupción, relativamente común en estudios con inmunizadores, ocurre cuando un voluntario o participante del estudio muere, queda discapacitado o tiene alguna otra reacción grave, relacionada o no con la medicación. El embarazo de una voluntaria o el atropello, por ejemplo, podría considerarse un hecho grave. El anuncio inesperado de Anvisa dio a entender que la suspensión se produjo por un problema relacionado con las pruebas con coronavac. Sin embargo, EL PAÍS encontró que esta ocurrencia no está relacionada con el uso de la vacuna.

La interrupción sorprendió a los profesionales cercanos al estudio. Es inédito que Anvisa tome una medida de esta naturaleza sin consultar al responsable de una vacuna, en este caso el laboratorio Butantan. Fuentes internas explicaron a este diario que una llamada telefónica hubiese bastado para aclarar las dudas sobre el asunto. Los médicos próximos a las pruebas de la vacuna se enteraron de la interrupción por la prensa.

El medicamento, que ya se encuentra en la última fase de ensayos clínicos en Brasil, es una de las principales apuestas para la inmunización contra el nuevo coronavirus, junto a la vacuna de Oxford, una alianza entre la universidad del mismo nombre y la farmacéutica AstraZeneca. El problema en los estudios habría ocurrido el 29 de octubre, según Anvisa, que no dio más información sobre el caso alegando que debe preservar a los voluntarios. El Instituto Butantan emitió una nota tras la solicitud de suspensión en la que dijo estar “sorprendido” por la medida y que está “investigando en detalle” los hechos.

La previsión inicial era que la entidad recibiría las primeras 120.000 dosis de coronavac el 20 de noviembre, para producir 46 millones de dosis a finales de diciembre. La falta de comunicación con Butantan genera especulaciones sobre la naturaleza de la decisión. Horas antes del anuncio de Anvisa, el gobernador de São Paulo, João Doria, participó en el inicio de la construcción de una nueva fábrica de coronavac, con capacidad para producir 100 millones de dosis al año. “Es un día histórico para São Paulo y para Brasil. Un paso fundamental que consolida aún más al Instituto Butantan, y a Brasil, en el liderazgo mundial en desarrollo e innovación tecnológica para la producción de vacunas”, dijo el gobernador en la ocasión.

Doria y Bolsonaro, alguna vez aliados, se convirtieron en enemigos políticos, ambos con la mirada puesta en las elecciones de 2022. La coronavac fue también blanco de la polarización política que se instauró en el país. A finales de octubre, el presidente Jair Bolsonaro dijo que no compraría la vacuna desarrollada por China. “Con China, lamentablemente, ya hay mucho descrédito por parte de la población, sobre todo porque, como muchos dicen, este virus habría nacido allí”, dijo emulando a Donald Trump, quien se refiere a la covid-19 como el “virus chino”. El propio ministro de Sanidad, Eduardo Pazzuelo, tuvo que volver atrás luego de decir a principios de octubre que el Gobierno Federal financiaría la compra de la vacuna por presión del presidente.