Brasil y su papel de cara a la guerra en Europa

El exministro de Relaciones Exteriores de Brasil -asesor especial de Lula- se reúne este miércoles con el presidente ucranio para buscar salidas de paz a la guerra en Ucrania que cumple un año y cuatro meses.

Hace un año el presidente ruso Vladimir Putin atacó los antiguos territorios de la Unión Soviética con el argumento de que el país estaba preparando sistemáticamente acuerdos con el Occidente, con la OTAN, más propiamente, para debilitar a Rusia. Dijo, además, que fracciones neonazis estaban perpetrando acciones inaceptables contra los rusos ucranianos que viven en el los exterritorios de la antigua URSS.

Una de las primeras misiones del Gobierno del presidente Lula fue descolar a Estados Unidos para reunirse con Joe Biden -muy criticada por los asesores de la Casa Blanca- porque la reunión jamás alcanzó consensos aterrizados en ningún área. Luego, el jefe de Estado norteamericano hizo ofrecimientos paupérrimos y Lula volcó su mirada a China y Rusia, aliados naturales del brasileño considerando su postura de izquierda. La Casa Blanca ofreció apenas US$ 50 millones con fondos para el pacto global de preservación de la Amazonia, que Biden luego amplió a US$ 500, aunque un poco tarde.

A China, Lula viajó un mes más tarde, con una nutrida delegación de empresarios y el primer acuerdo se consolido entre el Banco Chino y la más grande productora de carne bovina en la también más grande operación de exportación al gigante asiático. Además, se firmaron acuerdos por más de US$ 10.000 millones en otros campos. Meses más tarde el ministro de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov piso territorio brasileño.

Entonces Brasil cambio de posición en torno al conflicto y acuso directamente a EEUU que incentivar la guerra. “Es preciso que Estados Unidos pare de incentivar la guerra y comience a hablar de paz, es preciso que la Unión Europea comience a hablar de paz”, dijo Lula.

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En ese marco, la visita de su asesor especial Celso Amorin a Ucrania se produce en un momento crucial de posiciones. El objetivo según el Planalto es escuchar las exigencias de Zelensky y alcanzar un punto de acuerdo para ponerle fin a la guerra. Y en este rol Brasil quiere ocupar el papel de interlocutor confiable con todas las cartas en el abánico para lograr un acuerdo amplio de paz.