Continúa la masacre en Egipto
Al menos 34 manifestantes murieron y otros 209 resultaron heridos en enfrentamientos en la conmemoración en Egipto del cuadragésimo aniversario de la guerra de 1973 contra Israel, que estuvo marcada por la represión.
Los violentos enfrentamientos entre islamistas egipcios y la policía dejaron un tendal de muertos y heridos en El Cairo. La conmemoración en Egipto del cuadragésimo aniversario de la guerra de 1973 contra Israel estuvo marcada por una festiva manifestación oficialista en la plaza Tahrir y por la represión del gobierno de facto. El director del Departamento de Emergencias del Ministerio de Salud egipcio, Khaled al Khatib, anunció que al menos 34 manifestantes murieron y otros 209 resultaron heridos en enfrentamientos en el país, informó la agencia de noticias oficial Mena. Según explicó el funcionario, 30 de las víctimas murieron en los barrios capitalinos de Mohandisin, Dokki, Ramses y en el centro de la ciudad, en las inmediaciones de la plaza Tahrir. La Alianza en Defensa de la Legitimidad, que agrupa a la Hermandad Musulmana y sus aliados islamistas, denunció que los muertos dentro de El Cairo ascienden a 35 y que en total las víctimas fatales suman 41.
Las imágenes difundidas por la cadena de noticias qatarí Al Jazeera mostraron ayer, otra vez, una capital egipcia militarizada, con miles de islamistas levantando barricadas en las calles y con columnas de humo de neumáticos quemados fundiéndose con las nubes de gases lacrimógenos lanzados por la policía militarizada. La simbólica plaza Tahrir, donde las multitudinarias manifestaciones de los últimos años se concentraron y sellaron sus históricas victorias, amaneció totalmente acordonada y sólo se permitió el paso a los simpatizantes del gobierno de facto controlado por el general golpista Abdel Fattah al Sisi.
Durante la jornada de ayer, miles de personas entraron a la plaza, luego de ser registrados cuidadosamente, para bailar y celebrar un nuevo aniversario de la guerra de 1973, tras la cual Egipto recuperó la Península del Sinaí, firmó la paz con Israel y selló su alianza incuestionable con Estados Unidos. En los alrededores de la plaza, decenas de tanques y miles de policías patrullaron durante todo el día para evitar que los islamistas cumplieran con su objetivo de llegar a Tahrir para reclamar, una vez más, la vuelta del presidente islamista, democráticamente electo y derrocado un año después, Mohamed Mursi.
En el barrio de Mohandisin, de clase media y con una importante zona comercial, el manifestante islamista Atef Rayan dijo que ya es hora de decir basta a las autoridades surgidas tras el derrocamiento de Mursi. Rayan, de 19 años y portando una bandera egipcia en la mano, afirmó que los egipcios estaban desconcertados ante tanta sangre, pero que harán escuchar su voz a los golpistas. “No tenemos miedo a morir si hace falta, porque creemos en nuestra causa justa”, subrayó, rodeado de cientos de partidarios de Mursi, que fue destituido por los militares el pasado 3 de julio tras multitudinarias protestas que pedían elecciones anticipadas.
El diario estatal Al Ahram confirmó que decenas de islamistas fueron detenidos en El Cairo y, según el Ministerio de Salud, al menos siete manifestantes murieron en la plaza Ramses cuando protestaban contra el gobierno de facto instalado por el golpe de Estado del 3 de julio. Según informaron distintos medios, durante la represión de la policía militarizada en la plaza Ramses se escucharon varios disparos.
El vocero del presidente de facto, Adly Mansour, Ahmed al Muslimani, había advertido por la mañana: “Quien se manifieste en este aniversario contra el ejército, estará actuando como agente extranjero y no como activista”. La represión comenzó temprano en Dalja, un pueblo al sur de El Cairo que fue un bastión islamista hasta que un mes atrás el gobierno de facto dio la orden de destruir los campamentos islamistas de protesta. Una orden similar en El Cairo en agosto pasado había provocado una ola de violencia y represión que dejó más de mil muertos en menos de una semana ante la impasible mirada del mundo entero.
Según la policía, los agentes abrieron fuego ayer contra los manifestantes cuando éstos intentaron irrumpir en la comisaría del pueblo. Sin embargo, desde la página web de la Hermandad Musulmana, el movimiento islamista y sostén político y social de Mursi, denunció que las fuerzas de seguridad habían reprimido una marcha pacífica que buscaba reivindicar al presidente derrocado.
Desde las ofensivas militares contra los campamentos islamistas de protesta en El Cairo que tuvieron lugar en agosto pasado y la ola de represión que continuó después de esos ataques, y tras la detención de cerca de mil de sus dirigentes y militantes, la Hermandad Musulmana parece haber perdido su capacidad de movilizar cientos de miles de personas. Por eso la organización conservadora, que pasó gran parte de las últimas décadas en la clandestinidad, aprovechó el cuadragésimo aniversario de la guerra de 1973, que en el mundo árabe se conoce como la Guerra de Octubre y en Israel como la Guerra de Yom Kippur, para intentar recuperar las calles de la capital.