Correa sabía que a Chávez le quedaban pocos meses de vida
El País
El segundo día de la semana conmemorativa del natalicio de Hugo Chávez aterrizó en Caracas el presidente de Ecuador, Rafael Correa, para revisar el estado de la relación bilateral con su homólogo Nicolás Maduro. Correa fue uno de los primeros que apreció las punzadas que le impedían al líder bolivariano caminar con normalidad antes de ser diagnosticado con cáncer. De ese y otros recuerdos habló el mandatario ecuatoriano en una entrevista con el canal Telesur.
A falta de una información precisa sobre la localización exacta del tumor, los trascendidos y las confesiones inesperadas se han convertido en la guía para elaborar un relato que trascienda la parca versión oficial. La involuntaria contribución de Correa a la causa no ha sido nada despreciable. “Fidel Castro me advirtió que a Hugo Chávez le quedaban pocos meses de vida”, confesó el mandatario ecuatoriano. Y agregó: “Me dijo que el asunto era muy grave y que tenía muy pocos meses de vida. Por eso tuvimos que prepararnos emocionalmente para un golpe tan duro”.
Esa conversación ocurrió en La Habana el 10 de diciembre, pocas horas antes de que el comandante entrara por cuarta vez al quirófano, el 11 de diciembre. A Correa le pidieron discreción y así fue hasta este lunes. Su declaración ayuda a establecer la gravedad de un padecimiento que los voceros del gobierno bolivariano, con Nicolás Maduro a la cabeza, se empeñaron en disimular durante sus tres últimos meses de vida.
Esta última revelación se suma a otras surgidas en los últimos meses. Dos días después del deceso el general José Ornella, jefe de la guardia presidencial, desveló a la agencia AP que Chávez había fallecido de un infarto y que hasta último momento se mantuvo aferrado a la vida. “Casi no podía hablar, pero lo dijo moviendo los labios. ‘Yo no quiero morir, por favor, no me dejen morir”. Recientemente también el ministro de información Ernesto Villegas contó en otra entrevista con CNN en Español que Chávez ideó un sistema para comunicarse con su familia, y que luego de enviar un mensaje en su cuenta de Twitter @chavezcandanga al regresar de La Habana, el 18 de febrero, no volvió a comunicarse más.
Esas pequeñas anécdotas también cuestionan el optimismo que mostraban los jerarcas del gobierno. Una semana antes de morir Chávez, por ejemplo, Maduro contó que se había reunido durante cinco horas con él para recibir instrucciones. El día de Navidad de 2012 el sucesor designado dijo que el presidente estaba caminando y haciendo ejercicios de recuperación. Además expresó que Chávez compartía con sus familiares e incluso bromeaba. “Me pidió que me comiera solo media hallaca”, contó, en referencia el plato típico venezolano de la época. La idea era demostrar que Chávez estaba en pleno uso de sus facultades para asumir su tercer mandato el 10 de enero de 2013. Ahora parece claro que era imposible que jurara.