Las elecciones a la presidencia que se celebrarán en Brasil a fines del presente años son consideradas como las más complejas e importantes de la historia. Se enfrentarán dos modelos contrapuestos, pero además de eso la demencia de salir airoso tiene que ver con una especie de ajuste de cuentas, luego de que el expresidente fue condenado por el actual Gobierno a 15 años de cárcel por daños al Estado e enriquecimiento ilícito, imputación que fue levantada tras dos años de cárcel con todas las sentencias abrogadas que permite a Lula volver a competir por el cargo número uno del país. En este cuadro toda denuncia que pesa es considerada demoledora por el peso que ha adquirid la disputa electoral en la que el candidato por el Partido dos Trabalhadores (PT) mantiene ventaja. Pero las distancias no son tan lejanas y el resultado se mueve en un péndulo. Tal es así que en una de sus últimas ediciones VEJA reveló la dirección de la nueva casa del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, un townhouse de 700 metros cuadrados ubicado en Alto de Pinheiros, un barrio de clase alta de São Paulo, donde se mudó con su esposa Rosângela da Silva (Janja), con quien recientemente contrajo nupcias.
La residencia tiene dos pisos, cuatro suites, ocho baños, sala de estar, piscina, jardín, edículo, parrillero y gimnasio. Así también la revista ha informado que es raro que un contrato de arrendamiento incluya una cláusula de confidencialidad que evite que el arrendador y el arrendatario proporcionen información sobre el negocio. Lula, sin embargo, sólo firmó el documento con esa garantía. Preguntado por el alquiler, el expresidente prefirió no responder. El dueño de la casa, el empresario argentino Federico Las Heras, quien ya fue detenido y acusado de evasión de divisas y lavado de dinero, también declinó hacer declaraciones. No son buenas recomendaciones por el grupo de amistades del exmandatario.
El pacto de silencio solo se rompió cuando un amigo del expresidente se comunicó con el reportero El pacto de silencio solo se rompió cuando un amigo del expresidente se comunicó con el reportero.
El año pasado, un agente de bienes raíces ofreció la casa por exactamente 20.500 reales (alrededor de US$ 4.500) de alquiler por mes. Si el interesado quería comprar el inmueble, el valor de venta era de 5 millones (1 millón de dólares).