Doc. desclasificados: Pinochet ordenó el asesinato de Letelier en EE.UU.
Estados Unidos entregó este viernes a la presidenta chilena, Michelle Bachelet, los últimos documentos desclasificados que demuestran que el dictador Augusto Pinochet ordenó el asesinato en Washington del último canciller del derrocado gobierno de Salvador Allende, Orlando Letelier, hace 40 años.
El más interesante es el documento original de la CIA que afirma que Pinochet fue el que ordenó la creación de un comando que atentara contra Letelier, un político incómodo para la dictadura por sus constantes denuncias en Washington, aliado clave en esa época del dictador, de los crímenes cometidos por el régimen autoritario de Santiago.
“Una revisión de nuestros archivos sobre el asesinato de Letelier nos ha proporcionado lo que consideramos pruebas convincentes de que Pinochet ordenó a su jefe de inteligencia perpetrar el asesinato”, señala el informe de la CIA fechado el 1 de mayo de 1987, redactado durante el Gobierno de Ronald Reagan.
Que la mano de Pinochet estaba detrás del asesinato de Letelier era algo de lo que nadie duda desde hace tiempo. Ya el año pasado se desclasificó un primer paquete de documentos entre los que figura un memorando del entonces secretario de Estado, George Shultz, enviado en octubre de 1987 a Reagan. En él, Shultz cita ese informe de la CIA para responsabilizar a Pinochet. Pero faltaba -hasta hoy- el documento original, el “santo grial”, como lo ha denominado el investigador estadounidense Peter Kornbluh, responsable en buena parte de que EE UU haya desclasificado tantos documentos sobre la dictadura chilena.
El documento de seis páginas, titulado “El papel de Pinochet en el asesinato de Letelier y su posterior encubrimiento”, tiene algunos párrafos tachados. Aun así, contiene revelaciones interesantes, como el momento exacto en que EE UU tuvo la certeza de que tras el atentado contra el excanciller estaba la mano del dictador: mediados de 1978, es decir, casi dos años después del ataque terrorista y una década antes de que rompiera abiertamente con el régimen chileno.
“Hasta donde sabemos, no hubo ningún informe creíble sobre el papel de Pinochet en el caso Letelier antes de mediados de 1978, cuando la investigación estadounidense estaba concluyendo y las autoridades chilenas se dieron cuenta de que Washington iba a procesar a tres oficiales en activo y a pedir su extradición”, señala el informe. Un agente de la inteligencia estadounidense de la oficina de Santiago envió en junio de 1978, cuenta la CIA, una “evaluación especial” sobre la estrategia de la dictadura ante esta situación. “Informó de que Pinochet actuó rápidamente para limitar los daños de la confesión de Michael Townley (el estadounidense afincado en Chile que activó la bomba contra Letelier) que ponía la responsabilidad del crimen de forma directa en el antiguo jefe de la inteligencia chilena DINA, Manuel Contreras”.
Según ese agente estadounidense, “Pinochet estaba decidido a proteger a Contreras de un proceso judicial por el asesinato de Letelier porque sabía que su propia supervivencia política dependía del destino de Contreras”. De ahí que el dictador decidiera “obstruir todas las siguientes peticiones de EE UU que hubieran podido ayudar a solidificar el caso contra Contreras y otros implicados en el asesinato de Letelier”.
Los papeles fueron formalmente entregados durante una ceremonia en el lugar donde se produjo el atentado -el primero cometido en Washington por un gobierno extranjero- que segó la vida de Letelier y de su joven colaboradora estadounidense Ronni Moffit. La subsecretaria de Estado Heather Higginbottom entregó a Bachelet el medio centenar de documentos que aún no habían sido revelados, después del primer paquete que la presidenta recibió del secretario de Estado, John Kerry, el pasado octubre.
Bachelet, que también fue víctima de la dictadura, agradeció unos documentos que, dijo, permitirán “avanzar en materia de justicia y verdad” en el caso Letelier. Un caso, subrayó, que representa la victoria de “la memoria sobre el olvido, de la democracia sobre la violencia, de la justicia sobre la impunidad”.
Al homenaje acudieron los cuatro hijos de Orlando Letelier, que por primera vez desde la muerte de su padre regresaron juntos a Sheridan Circle, la rotonda en el corazón diplomático de Washington donde los terroristas accionaron la bomba adosada al coche del excanciller.
Con la entrega de los últimos documentos, “tenemos la convicción de que hoy tenemos más verdad”, dijo el senador socialista Juan Pablo Letelier. El valor de esta información desclasificada, señaló, es que “ratifican que Pinochet fue quien dio la orden para cometer este acto de terrorismo de Estado”.