ECOCIDIO: El asesinato de especies y el ataque al manglar de Tajamar en México
“La destrucción del manglar [Tajamar] no es un asunto trivial, pues la devastación de 57 hectáreas de terreno que luchaba por sobrevivir debe mover conciencias”, planteó Miguel Alejandro Rivas Soto, campañista de Océanos de Greenpeace, quien a nombre de la organización condenó el ecocidio en Cancún y responsabilizó tanto al Gobierno federal como al que encabeza el priista Roberto Borge Angulo en Quintana Roo.
La destrucción del manglar fue autorizada por el Gobierno federal y las autoridades municipales y estatales. Como la comunidad local se oponía, una brigada de policías y de maquinaria pesada ingresó a esa zona y empezó su destrucción. A la mañana siguiente, el daño era casi irreparable. Activistas dicen que en su prisa por acabar con la población vegetal y animal, los equipos sepultaron especies vivas.
Los últimos días, en solidaridad con los habitantes de esa zona de Quintana Roo, miles de ciudadanos han protestado por medio de mensajes en las redes sociales. Se le reclama a Borge el haber cometido un atentado contra un patrimonio que no le pertenece a él, ni a su gobierno o a su familia y que es de todos los mexicanos.
A su vez, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) condenó la destrucción de la zona. El líder de ese partido en Quitana Roo, Emiliano Ramos Hernández, aseguró que las empresas sólo pagarán multas mínimas el daño al ambiente:
“Con la mano en la cintura las empresas pagarán multas irrisorias que no resarcirán el daño que le hicieron al medio ambiente. Insisto que debe ser a través de consultas ciudadanas que se debe decidir el uso de espacios públicos, consultas con expertos que nos expliquen porque seguir atentado contra la naturaleza termina por impactarnos a todos”, escribió en su muro de Facebook.
En la plataforma Change.org se ha iniciado la recolección de firmas que exigen que se cancelen los trabajos “porque se hace un daño irreparable al ecosistema del Manglar, que sustenta una inmensa biodiversidad y tiene una serie de beneficios ambientales, económicos y sociales que lo hacen insustituible”, se lee en la petición.
De acuerdo con Rivas Soto, ambientalista de Greenpeace, en el Malecón Tajamar existen especies que se encuentran en peligro de extinción, las cuales están incluidas en la Norma Oficial Mexicana NOM-059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), entre ellas hay aves migratorias, cangrejo azul, rana leopardo, iguana rayada, cocodrilo Moreletti, garza tigre, pelícano café, entre otras, añadió el ambientalista.
Además, las cerca de 60 hectáreas estaban compuestas por diversas especies de Mangle (Rojo, Blanco, Negro y Botoncillo), así como por Palma Nakax y Palma Chit, mismas que se encuentran amenazadas.
De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), México ocupa el cuarto lugar de 125 naciones que poseen este bosque y en nuestro territorio representan el 0.4 por ciento de la superficie.
Rivas Soto, candidato a Doctor en Ciencias Biológicas por el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), aseguró en entrevista para SinEmbargo que “hay un doble discurso en las autoridades: el Gobierno de México aparece diciendo que está comprometido con el cambio climático y el cuidado del medio ambiente, pero en la realidad tiende a demostrar todo lo contrario”. Además, ante el reclamo de la sociedad, tanto el Gobierno federal como el de Quintana Roo no han dicho una palabra y permanecen sordos a los reclamos.
En el mismo sentido, Gustavo Larios Velasco, presidente de la Asociación Mexicana por los Derechos de los Animales (Amedea), planteó que los empresarios que pretenden construir centros comerciales y hasta una catedral “están cometiendo delitos ambientales de manera descarada. Parece que estamos en pueblo perdido, en la tierra de nadie”, esto en referencia al apoyo que el Gobierno de Quintana Roo ha mostrado al proyecto.
LA IMPORTANCIA INVALUABLE DE UN MANGLAR
La asociación Greenpeace condenó la destrucción en Tajamar, pues explica que los manglares poseen una gran cantidad de características que los hacen únicos y México es uno de los cuatro países que más manglares tiene.
“Cuando tú destruyes el manglar, en realidad lo que estás haciendo es perjudicar a tu propia gente. El manglar es un bosque de árboles o arbustos que purifican el agua, actúan como barrera para huracanes, entonces es pegarle a las mismas cosas que te ayudan a mitigar los impactos, por ejemplo el cambio climático”, condenó Rivas.
El primer impacto ambiental se hizo visible el lunes -asegura-, cuando los animales quedaron sin hábitat. Eso genera un acercamiento de la fauna con la población y en el caso de los cocodrilos puede representar un peligro.
“Cuando destruyes el hábitat de todo este conjunto de especies, ellos tienden a buscar un reacomodo y ese reacomodo tarda”, expuso.
Alejandro Rivas señala que otro de los beneficios de los manglares es que ayudan a amortiguar las inundaciones: forman una barrera natural contra estas y al mismo tiempo actúan como un muro contra huracanes.
Además tienen un efecto en la purificación del agua, cuando los manglares desaparecen -y con ellos dicho efecto-, el resultado deriva en playas de “peor calidad”. Sin ellos, “el efecto purificador del agua que funciona naturalmente, ya no lo vas a tener, lo vas a perder”, advirtió.
“No sólo condenamos totalmente, si no que creemos que hay falta de transparencia en los procesos: no sabemos dónde se va a reubicar a la flora y fauna, por qué se desestimó el amparo que tenía suspendidas las obras, bajo qué medidas se aprobó esta tala de mangle”, dijo Rivas en nombre de Greenpeace.
El experto hizo hincapié en que “al no reubicar y rescatar a las especies, al dejarlas en las calles, las autoridades están actuando con negligencia”.
NO TODO ESTÁ PERDIDO
Rivas señala que si en este momento las obras se detienen, el manglar tardará de 20 a 30 años para recuperarse. En cambio si se permiten que existan los rellenos, entonces el lugar va a morir. “Si ya lo talaron, al menos que la autoridad ahora tome las medidas correspondientes para tratar de rescatar lo poco que quedó y tratar de reforestar la zona”.
“Sería vergonzoso que no diera una posición enérgica para tratar de revertir el medida de lo posible, primero deteniendo estas obras y sancionar a las empresas y obligarlas al resarcimiento de los daños. Va a ser imposible, pero sí tienen que buscar la reparación del daño de una manera muy decidida”, dijo Larios a SinEmbargo.
“Es una barbaridad, no se puede entrar a manglares, no se puede trabajar de esa manera ilícita. Están cometiendo delitos, están acabando con especies animales, además, de una manera muy cruel, son animales silvestres que están siendo enterrados vivos, asesinados, recibiendo golpes de las máquinas. Es una verdadera brutalidad. Ojalá no esté involucrado el Gobierno federal y que su participación sea para sancionar a los empresarios”.
Asimismo, el defensor de los derechos de los animales explicó que un proyecto de este nivel de matanza de especies “es una vergüenza a nivel internacional y nos deja tremendamente mal parados”.
“El manglar tiene una gran riqueza por eso es que existen protecciones tan especializadas en materia legislativa. No se está hablando de cualquier cosa por eso estoy convencido y así lo señala la Ley General del Equilibrio Ecológico: esto tiene que ser materia de una autorización a nivel Federal. No he escuchado ninguna posición del Gobierno federal, sólo a nivel municipal y del Gobernador [Roberto Borge Angulo] tratando de defender lo indefendible”, puntualizó.
Larios hace un llamado a los mexicanos y a la comunidad internacional para que apoyen a los activistas que se encuentran defendiendo el Malecón Tajamar y a quienes hacen las denuncias correspondientes para que “todos los responsables tengan las sanciones, incluido el Gobernador (…) Esto ameritaría el desafuero de cualquiera de las autoridades para que reciban una sanción”.