EEUU aplaza a Bolivia en la lucha antidroga

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Estados Unidos volvió a reprobar a Bolivia y a señalar que el país, junto a Venezuela y Birmania, “ha fracasado de manera demostrable” al no cumplir sus obligaciones internacionales en la lucha contra la droga. Por su lado, la Unión Europea (UE) ha asumido como una noticia muy mala la aprobación de la ley integral de la coca y ahora analiza su ayuda antidroga.

En una conferencia de prensa en el Palacio de Gobierno, el vicepresidente Álvaro García Linera fue consultado por ambos temas, pero no los respondió y prometió que el lunes convocará a los medios para abordarlos.

Washington advirtió ayer de que los países de la región andina siguen siendo los mayores productores de coca y cocaína del mundo, con Colombia a la cabeza, seguido de Perú y Bolivia.

El documento señala que junto a Birmania y Venezuela, Bolivia ha “fracasado de manera demostrable” a la hora de cumplir sus obligaciones internacionales en la lucha contra la droga, una demanda que el Gobierno estadounidense lleva haciendo desde 2008.
Esa determinación, expresada por el expresidente Barack Obama en septiembre de 2016, supone que EEUU no concederá a Bolivia ningún tipo de asistencia que no sea “humanitaria o para lucha contra el narcotráfico”, que ya no recibe el país.

“Según los cálculos del cultivo de coca de Estados Unidos, el Gobierno de Bolivia y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd), Bolivia es el tercer productor mundial de cocaína en el mundo”, apunta el informe. “También es una importante zona de tránsito para la cocaína producida en territorio peruano.

Estados Unidos estima que el cultivo de coca aumentó en 1.500 hectáreas (hasta 36.500) de 2014 a 2015, y el Gobierno boliviano cuenta “con controles inadecuados” sobre su cultivo interno.

El vicepresidente, sobre el tema específico, se excusó y manifestó que no leyó el documento, y que prefiere comentarlo cuando lo haga.

El diputado opositor Wilson Santamaría (UD) lamentó esta situación, aunque también admitió que desconoce el contenido del documento oficial.
“No sé cuáles son las condiciones de ese informe, basado en qué parámetros llega a esa conclusión. Lo que puedo decir es que el tratamiento veloz de esta última ley, seguramente generará un efecto negativo, no solamente con EEUU, sino en varios organismos externos, por las contradicciones. Lamentamos la comunicación de Estados Unidos, pese a que se hicieron esfuerzos de reducción”.

Europa
Fuentes de la UE  señalaron que la aprobación de la ley general de la coca fue considerada como “una noticia muy mala”, porque tiempo antes, siete autoridades bolivianas se habían comprometido, en Bruselas ante representantes de 28 estados miembros de la UE, que la ley no aumentaría el límite de 20.000 hectáreas, que estaba en el proyecto de ley, pero que una presión de cocaleros de Yungas obligó al Ejecutivo a modificar a 22.000 hectáreas: 14.300 para La Paz y 7.700 para Cochabamba.

El 17 de febrero, una semana antes de que se apruebe la ley de la coca, una comisión, conformada por el canciller Fernando Huanacuni; el ministro de Justicia, Héctor Arce; el ministro de Medio Ambiente y Aguas, Carlos Ortuño; y la ministra de Planificación, Mariana Prado, visitó la sede de la UE, en  Bruselas.

Viajaron también y fueron parte de la delegación el viceministro de Defensa Social, Felipe Cáceres; la vicecanciller, Guadalupe Palomeque, y  el viceministro de Comercio Exterior, Clarence Endara.

La página web de la Cancillería boliviana describe que hubo un encuentro con los delegados de la UE y que fue “una oportunidad para analizar una agenda de alto nivel con asuntos vinculados a la coca, justicia y agua”.
Bolivia es beneficiaria de un financiamiento de la UE que asciende a 280 millones de euros, entre 2014 y el 2020.

Solo este año 30 millones de euros, distribuidos en áreas como el apoyo presupuestario (directamente al TGN) en iniciativas que lleven a la reducción de la coca a través de la reconversión productiva.
Otra área concede apoyo al Conaltid, en actividades como la construcción de cuarteles, edificios, mecanismos de control de migración, campañas de prevención del consumo de estupefacientes, y otros.
Además tiene apoyo policial, que consiste en capacitación de efectivos de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico.

El Gobierno boliviano se comprometió a no subir más de 20.000 hectáreas la producción, desde el principio del convenio. Hasta ahora, la UE elogió que año tras año se hubieran reducido hasta acercarse a esa meta, en las dos últimas gestiones.
La UE no se ha pronunciado oficialmente al respecto porque analiza detalladamente el contenido de la norma.

Pero las fuentes señalaron que de hecho, técnicamente, el cambio de 20.000 a 22.000 ha puede complicar los desembolsos, porque el país incumple el convenio y sostienen que con la decisión Bolivia se puede enfrentar a la comunidad internacional.

Wilson  Santamaría, al respecto, comentó que “es la reacción mínima que se esperaba. Estos organismos han felicitado la labor impulsada desde el país para la reducción de la coca excedentaria, pero en contraflecha terminamos aprobando un proyecto de ley que de la noche a la mañana, y fue textual, termina en 22.000 ha sin estudio ni respaldo estadístico”, señaló