Documentos y grabaciones filtrados del Pentágono muestran cómo fue el seguimiento a los criminales que asesinaron a dos ciudadanos de EE UU y secuestraron a otros dos en México.
Las relaciones entre el gobierno mexicano con el de los Estados Unidos se han descompuesto por el asesinato de dos de cuatro turistas estadounidenses que acabaron secuestrados en una cabaña en el estado fronterizo de Tamaupilas. El caso ha dado de hablar porque las investigaciones del hecho apuntan al cartel Los Chapitos de los hijos del capo del Cartel de Sinaloa detenido en una cárcel de máxima seguridad de Nueva York a cadena perpetua.
El periódico The Washingon Post ha revelado que accedió a información clasificada de agencias de espionaje de EEUU que espiaron y se infiltraron al Cartel después del secuestro. Las revelaciones han provocado la reacción del presidente López Obrador que las ha calificado como de una “intromisión abusiva”. El espionaje estadounidense en Tamaulipas es el último capítulo de una riña que ha escalado la tensión entre los dos países a causa del narcotráfico.
Los cuatro ciudadanos estadounidenses ingresaron a México el 3 de marzo. Eran amigos y venían a acompañar a una de ellas a realizarse una cirugía estética, según declararon familiares a medios estadounidenses. Tras su desaparición el FBI anunció una recompensa de 50.000 dólares para quien pudiera dar datos que llevaran al paradero, bajo la sospecha de Los Chapitos se habían llevado al grupo de turistas.
De acuerdo a la información filtrada y a la que tuvo acceso el Post, miembros de esta organización criminal mantuvieron conversaciones en las que dejaron reflejado que se prepararon para la reacción que pudieran tener las fuerzas armadas mexicanas como respuesta al secuestro. Además, hablaron con abogados afines al cartel, quienes les recomendaron eliminar la información relacionada a los estadounidenses de sus teléfonos celulares.
Los documentos clasificados que hablan de este espionaje fueron filtrados junto con otros archivos militares, como los de la guerra en Ucrania, en Discord, una aplicación de mensajería parecida a Slack o Microsoft Teams popular entre los amantes de los videojuegos. En cuanto a la información de México, los papeles señalan que el grupo de estadounidenses fue atacado “en represalia por un supuesto incidente de atropello y fuga”, según ha dicho el periódico estadounidense.
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Las escuchas telefónicas fueron autorizadas por la justicia de ese país y revelan que fueron los criminales quienes entregaron los dos cuerpos y las dos víctimas con vida a las autoridades mexicanas. El caso amenazaba con generar una crisis diplomática. El secuestro desató una serie de críticas del Partido Republicano, tanto hacia la Administración Joe Biden como el Gobierno de López Obrador. Algunos sectores más duros incluso propusieron un proyecto de ley que permitiría al Ejército estadounidense combatir el crimen organizado en México y varios Estados fronterizos apoyaron la idea de calificar a los cárteles como grupos terroristas para poder actuar con más libertad frente a ellos.
Estas arremetidas no fueron bien recibidas por las autoridades al sur de la frontera. El secuestro acabó siendo el puntapié de unas semanas tensas en las relaciones bilaterales con el tema de narcotráfico como eje central. Hace apenas unos días se difundió la información de que agentes de la DEA habían actuado en México con el fin de infiltrarse y obtener información de los líderes de Los Chapitos, a quienes acusan de inundar las calles de Estados Unidos de fentanilo.
El presidente mexicano ha insistido desde hace meses que las agencias de investigación del país vecino ya no pueden ingresar a México y actuar como lo hicieron en otros sexenios.