El Tren de Aragua, foco del desencuentro diplomático entre Chile y Venezuela

Desde las cárceles venezolanas hasta las costas chilenas, el grupo criminal transnacional denominado Tren de Aragua se ha posicionado en el centro de otra tensión regional. El Gobierno chileno insiste en la falta de cooperación para combatir a ese grupo por parte de Caracas, que ahora niega la existencia de la banda, pese a haber informado anteriormente de numerosos operativos contra ella. ¿Qué es El Tren de Aragua, cuántos miembros tiene y cómo y dónde opera?

“El Tren de Aragua es una ficción creada por la mediática internacional para tratar de crear una etiqueta inexistente”. Estas declaraciones del canciller de Venezuela, Yván Gil, fueron el detonante de una nueva fricción diplomática regional.

El Gobierno chileno expresó inmediatamente un serio descontento, calificando de “insulto” ese comentario, y el jueves 11 de abril llamó a consultas al embajador de su país en Caracas, Jaime Gazmuri.

Venezuela, por su parte, llamó al Gobierno chileno a “desechar el relato impuesto por los grandes medios” y “asumir el combate al crimen de manera profesional”.

Las declaraciones generaron la reacción en Chile, uno de los países más afectados por la presencia de la banda, y llevaron al presidente Gabriel Boric a llamar a consultas a su embajador en Caracas para recibir instrucciones sobre la postura oficial, que es diametralmente opuesta a la venezolana.

El mandatario tildó de “irresponsables” las declaraciones de Gil, añadiendo que negar la existencia del Tren de Aragua es un “insulto” a todas las víctimas internacionales de sus actividades ilícitas.

Por su parte, Gil asegura que las autoridades venezolanas han demostrado “la inexistencia del Tren de Aragua” y además colaboran “con todas las instancias de América Latina y el Caribe en materia de seguridad ciudadana”.

La realidad supera a la “ficción”

El Tren de Aragua es descrita como una asociación criminal reconocida como tal por países de la región, como Chile, Perú y Colombia, además de potencias como Estados Unidos, que acusan a la agrupación de delitos de narcotráfico, extorsión y negocios ilegales dentro y fuera de Venezuela, logrando una expansión hasta en ocho Estados de la región, según Insight Crime, fundación dedicada al estudio y a la investigación de amenazas para la seguridad en Latinoamérica.

“El Tren de Aragua es la estructura criminal más poderosa de Venezuela y el único grupo local que ha logrado afianzarse en el extranjero. Dejó de ser una pandilla carcelaria confinada al estado de Aragua para convertirse en una amenaza de naturaleza transnacional con un amplio portafolio criminal”, señala una publicación de Insight Crime.

Nacida en la cárcel de Tocorón, en el estado Aragua (centro-norte), la banda está compuesta por unos 5.000 hombres, según la periodista venezolana Ronna Rísquez, quien durante tres años investigó la forma en que opera, accediendo incluso al centro de reclusión.

El nombre del grupo se ha vinculado con un sindicato de una obra ferroviaria que nunca concluyó y sus inicios fueron como una pandilla más dentro del territorio venezolano, con el tráfico de drogas, el secuestro y el robo como algunas de sus actividades principales.

Pero, no fue hasta el arresto del supuesto fundador y líder de la pandilla, Héctor Rustherford Guerrero Flores, alías ‘Niño Guerrero’, en 2013, que el Tren de Aragua dio el siguiente paso en su expansión criminal.

Recluido en la cárcel del Tocorón, en el norte de Venezuela, ‘Niño Guerrero’ comenzó a forjar lazos con diversas pandillas dentro del penal, a la vez que reclutaba nuevos miembros para su operación. Es dentro del Tocorón donde el Tren de Aragua alcanza su máxima expresión, funcionando como un centro de operaciones criminales.

Las actividades delictivas de la organización han llegado a abarcar la minería ilegal de oro en el territorio disputado con Guyana. Además, el Tren de Aragua rivaliza con grupos armados, como la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), por el control del tráfico de personas en la frontera entre Venezuela y Colombia, según informes de Insight Crime y de la ONG Observatorio Venezolano de Violencia.

Su expansión regional, en la que ha llegado a aliarse con pandillas brasileñas y costarricenses, según la investigación de Rísquez, provocó que se convirtiera en el centro de la alarma regional, que se ha intensificado con el éxodo venezolano, producto de la crisis política y económica en esa nación.

En Chile, conocido históricamente por ser uno de los países más pacíficos de la región, el Tren de Aragua es señalado como el responsable principal del aumento de la violencia dentro del territorio. Rísquez subrayó que, dentro de Chile, “no había otro grupo armado capaz de competir con ellos”.

Contradicciones dentro del Gobierno venezolano

Desde Caracas, las declaraciones sobre el Tren de Aragua han sido contradictorias.

“El Tren de Aragua es una ficción creada por la mediática internacional para tratar de crear una etiqueta inexistente, como lo hicieron en su momento con el Cartel de los Soles (…) que se demostró que no existe, que jamás ha existido”, dijo el canciller GIL.

Mientras el canciller venezolano reitera que es “una ficción”, el propio Gobierno reivindicó operativos contra dicha organización el año pasado.

“Tenemos el control total de este penal y hemos desmantelado totalmente al autodenominado ex-Tren de Aragua”, exclamó el ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos, el 23 de septiembre de 2023, después de comandar un operativo militar para retomar el control de la cárcel del Tocorón, convertida en un exótico centro de operaciones por las pandillas criminales recluidas.

Ceballos reveló que el operativo también dio como resultado la detención de 88 de los miembros que presuntamente tienen las filas del Tren de Aragua, aunque admitió que el paradero de ‘Niño Guerrero’ es desconocido.

Algunas organizaciones apuntan a que el Gobierno habría hecho un pacto con el líder criminal para ingresar al Tocorón, a cambio de su fuga.

“Los (presos) más violentos; es decir, los ‘pranes’, ya habían negociado (con las autoridades) el desalojo del recinto y emigraron del país hace una semana,”, mencionó, en ese sentido, la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones, a través de un comunicado posterior al anuncio de las fuerzas de seguridad venezolanas.

En medio de narrativas similares a los cuentos de fantasmas y las preocupaciones regionales, el Tren de Aragua se sume en el secretismo y el hermetismo del Estado venezolano, mientras sus actividades no cesan en peligrosidad, según los Gobiernos de la región donde opera.

Con AFP, EFE y medios locales