Envenenan a la testigo clave en el juicio a Berlusconi
Iane Fadil, modelo marroquí y testigo clave en el juicio contra Silvio Berlusconi (82) por corrupción de menores hace ocho años, murió el pasado 1 de marzo a los 34 años tras un mes de “tormentosa agonía”, según la Fiscalía. Días después de su fallecimiento, la autopsia reveló altos niveles de “cadmio y antimonio” y “de cromo y molibdeno” en su cuerpo. Todo apunta que murió envenenada. Se ha abierto una investigación por “homicidio voluntario”.
La propia Imane temía este desdichado final. Ella misma aseguró que tenía miedo de ser envenenada cuando intentaron comprar su silencio. Su testimonio fue clave en los procesos del caso Ruby, la joven apodada “robacorazones” recibió siete millones de euros de Il Cavaliere a cambio de “negar haber tenido relaciones sexuales con Berlusconi” cuando era menor de edad.
También era una de las modelos que acudió a las fiestas ‘bunga-bunga’ que el entonces presidente italiano organizaba en su villa de San Martino de Arcore. “En aquella casa he visto presencias extrañas, siniestras. Allí dentro está el Mal”, dijo Fadil. El sumario del caso señalaba de Ruby como una más del engranaje en el “sistema de prostitución” de la residencia de Berlusconi, donde las jóvenes, “algunas de ellas prostitutas profesionales, practicaban relaciones sexuales en múltiples contextos”. El tribunal consideró probado que la persona que dirigía las exhibiciones sexuales de las jóvenes era el propio Berlusconi. El escándalo de las fiestas ‘bunga-bunga’ no solo acabó con el matrimonio de Berlusconi con su segunda mujer, sino que también supuso el principio del fin de su carrera política. Eso sí, nunca fue condenado por delitos sexuales.