Estos son los candidatos favoritos que lucharán por la Presidencia de Guatemala

France 24
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Guatemala, candidatos elecciones 2023
Foto: La Hora

Cada uno promete ser la mayúscula con la que comenzará una nueva historia para Guatemala. Pero al examinar más de cerca sus círculos, formados por figuras recicladas y fantasmas del pasado, surgen dudas acerca de esa ilusión de ‘borrón y cuenta nueva’. Edmond Mulet, Zury Ríos y Sandra Torres son quienes figuran entre los primeros lugares en las encuestas de intención de voto para las elecciones presidenciales de Guatemala de este 25 de junio. Por orden alfabético, se presenta aquí a esas tres propuestas para el país, todas navegando por el espectro de la derecha, en unas elecciones marcadas por un extendido malestar con las élites y el sistema político actual.

  • Edmond Mulet, 72 años

Dicción clara y modales elegantes, Edmond Auguste Mulet Lesieur, es la cuota masculina del trío presidenciable con más opciones. Es candidato por el partido centroderechista fundado y liderado por él: Cabal, que en Guatemala se usa como una expresión coloquial para decir “exacto”. Con 72 años, es la segunda vez que este hombre delgado y de voz suave se presenta para la presidencia de Guatemala. En 2015, aunque era su primera participación, obtuvo el tercer lugar en las votaciones.

Dirigir Guatemala: la misión 23

Su carta más aplaudida es su carrera diplomática nacional e internacional de más de 20 años, durante la cual dirigió las embajadas guatemaltecas ante la Unión Europea, Bélgica, Luxemburgo y Estados Unidos. Mulet también es el diplomático guatemalteco que más alto ha escalado en la jerarquía de la Organización de las Naciones Unidas. A lo largo de su carrera supervisó 22 misiones alrededor del mundo, por lo que dice que dirigir la presidencia de Guatemala sería su “misión 23”.

El candidato, también se desempeñó como periodista. Comenzó como aprendiz en los talleres del ‘Diario de Centro América’, luego fue columnista de opinión para el semanario ‘¡Alerta!’, la revista ‘Crónica’ y el diario ‘elPeriódico’. Este último cerró en mayo de este año, después del encarcelamiento de su fundador José Rubén Zamora Marroquín, que varias organizaciones internacionales y ONG denunciaron como un caso político. Al manifestar su rechazo en torno a la persecución penal de periodistas, Mulet se vio denunciado por el jefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (Feci), Rafael Curruchiche ante el Tribunal Supremo Electoral por campaña anticipada.

La sombra indeleble de las adopciones

Sin embargo, su trayectoria hasta entonces exenta de escándalos quedó manchada a inicios de los años 80, cuando ejercía como abogado. Fue capturado y enfrentó un proceso penal bajo sospechas de pertenecer a una red de adopciones ilegales de niños para parejas canadienses. El abogado fue liberado pocos días después, y Mulet ha aseverado en múltiples ocasiones que enviar a menores con pasaporte de turistas hacia otro país era un procedimiento común y legal. Sin embargo, durante esa época, más de 35.000 niños y niñas fueron dados en adopción, muchos para lucro de estructuras criminales. Modernización económica, social, de seguridad, y del Estado son los cuatro ejes del programa de Mulet, con la educación, la desnutrición y el combate a la corrupción como temas prioritarios.

Para articular su combate contra la corrupción, promete crear una plataforma virtual de denuncias anónimas para fomentar la participación ciudadana. En entrevista con France 24, declaró: “Tenemos que enfrentar la corrupción de tajo, sino vamos a seguir en esa espiral de suicidio colectivo, en ese camino de perdición. Porque la corrupción ha infectado todo en Guatemala, está corroyendo las entrañas de la vida de los guatemaltecos”.

Y con un evidente parecido con las políticas del vecino Nayib Bukele, el plan de Mulet también incluye la construcción de una cárcel remota de alta seguridad con cero comunicación hacia el exterior para combatir las extorsiones que salen hoy de los penales, así como la instalación de cámaras de seguridad en cada cuadra del país y la implementación de la cadena perpetua para miembros de pandillas. Sin embargo, en temas que causan división, por ejemplo, el extractivismo, los procesos judiciales por crímenes cometidos durante la guerra civil y la nacionalización de la energía eléctrica, Edmond Mulet mantiene posturas neutrales.

  • Zury Ríos, 55 años

“Lista para ser la primera servidora de la República de Guatemala”, anuncia de antemano su biografía en Twitter. Zury Mayté Ríos Sosa, de 55 años, es la candidata de la coalición de extrema derecha Valor-Unionista. Elegante y siempre sonriente, sus simpatizantes la describen como una mujer firme y de mucho carisma, para quien “la política no es un terreno para débiles”.

La primera vez que vivió una campaña electoral fue en 1991, a sus 22 años. Dirigía la secretaría de relaciones públicas del Frente Republicano Guatemalteco (FRG), el partido que recién había fundado su padre. Y unos años después, fue como candidata a la presidencia que experimentó esas campañas; esas elecciones siendo su cuarto intento.

Un apellido que no deja indiferente a nadie 

Sin embargo, el camino para participar como candidata en las elecciones le fue complicado debido a la sombra de su padre. La aspirante confesó a France 24 estar harta de que los medios internacionales siempre la asocien a su padre, y con las mismas expresiones: “hija del dictador” o “hija del genocida”. Pero es difícil hacer caso omiso de la figura de su progenitor, el general Efraín Ríos Montt, presidente de facto entre 1982 y 1983 por medio de un golpe de Estado, señalado de crímenes de lesa humanidad por tener responsabilidad en la destrucción de la etnia maya ixil durante el conflicto armado interno.

Ríos Montt enfrentó juicio y fue condenado a 80 años de prisión por genocidio y delitos de lesa humanidad, sentencia que fue anulada por la sala constitucional, la cual ordenó repetir el proceso, que no concluyó porque el general falleció. La presidenciable acompañó a su padre a lo largo de todo el proceso y afirma en entrevistas con medios de comunicación que su papá murió “inocente”.

En 2003, antes de las elecciones generales de Guatemala de ese año, Zury Ríos fue acusada de ser una de los organizadoras del llamado ‘Jueves Negro’. Esta fecha hace referencia al jueves 24 de julio de 2003, cuando los funcionarios del FRG y seguidores encabezaron una manifestación masiva en la ciudad de Guatemala para protestar por el rechazo a la candidatura de Ríos Montt por el Tribunal Supremo Electoral. La protesta, entre atentados a transeúntes y caos callejero, terminó con el fallecimiento del periodista Héctor Fernando Ramírez, quien cubría los hechos.

Zury Ríos ha afirmado más de una vez que su padre era su inspiración. Pero llevar su apellido también significó perder grandes batallas legales. En 2019, la Corte de Constitucionalidad recomendó al Tribunal Supremo Electoral no aceptar la candidatura de Zury Ríos para las elecciones presidenciales, al anteponer el artículo 186 de la Constitución Política de la República: no pueden participar los hijos de golpistas. Pero si esa norma truncó anteriores intentos por disputar la presidencia de Guatemala, este año la corte le dejó el camino libre.

Seguir el modelo de Nayib Bukele

Y es con una imagen más suave, renunciando a un pelo oscuro y cambiando su ropa negra por un vestuario con colores de los partidos políticos de ideología conservadora -como el azul y blanco-, que la candidata espera esta vez seducir a los votantes. Ella está a favor de la pena de muerte y en contra el aborto. En entrevista con France 24 durante un mitin político en un mercado de la Ciudad de Guatemala, la candidata aseguró: “Nosotros le pedimos a los guatemaltecos que si quieren que trabajemos para ellos, que sepan que nosotros somos la única opción”. Y haciendo eco al programa que vienen defendiendo sus seguidores desde el inicio de la campaña, declaró tener como timón: “Dios, el respeto a la propiedad privada, el respeto a la búsqueda de la felicidad y la libertad de pensamiento”.

Fue siguiendo estas creencias como se desarrolló su proyecto político denominado “Agenda 4.40”. Pero la candidata cuenta que tomó también como modelo a El Salvador y Colombia para crear su estrategia de seguridad – que constituye su principal eje – ya que en ambos países se ha logrado, según ella, “un impacto contundente en el área de seguridad”: “Tenemos que reconocer que el presidente Bukele ha tenido el carácter, la fuerza y la determinación de aplicar la ley”, declaró así Ríos. Finalmente, y aunque no aparecen en su plan Agenda 4.40, ​​la instauración de la pena de muerte, el rechazo al aborto, así como al matrimonio entre personas del mismo sexo, son temáticas primordiales para Zury Ríos, que no dudó enarbolar en sus pasadas campañas.

  • Sandra Torres, 67 años

“Si ustedes votan por los mismos, van a seguir igual. Ya perdimos ocho años”, lanzó a la asistencia en un mitin de cierre de campaña al que asistió France 24 en el municipio de Mixco. La vida de esta veterana política llamada Sandra Julieta Torres Casanova inició en el año 2003, como fundadora de la Unidad Nacional de la Esperanza, UNE.

Al partido centrista se le creía en declive, pero resurgió hasta ser hoy en día la formación política más grande de Guatemala, con el mayor número de alcaldes y diputados electos para el período 2020-2024. También es el partido que llevó a la presidencia en 2007 a su entonces pareja, Álvaro Colom. Sandra Torres, que tiene hoy 67 años, fue así primera dama de Guatemala entre 2008 y 2011, rol que desempeñó impulsando programas sociales orientados hacia el apoyo a los agricultores, la reducción de la pobreza y la desnutrición infantil.

Divorcio por amor a la presidencia

La que no teme repetir que le “sobran pantalones”, busca la silla presidencial desde 2011. Y para ello se divorció de Colom, para cumplir con la ley que no permitía a familiares directos del presidente en turno buscar la presidencia. Sin embargo, ese mismo año, la Corte de Constitucionalidad invalidó su candidatura, al considerar su determinación como “fraude de ley”.

En 2015, sí logró inscribirse pero perdió contra Jimmy Morales. En 2019, Torres volvió a sufrir otra derrota, esta vez contra Alejandro Giammattei, actual presidente de Guatemala, y para esta contienda también, los sondeos prevén que los votantes la lleven a segunda vuelta.

Al llegar a la Presidencia en 2019, Giammattei cumplió una de sus promesas de campaña: que Sandra Torres fuera llevada ante la justicia. Sandra Torres fue detenida el 2 de septiembre de 2019 por supuesta financiación electoral ilegal y asociación ilícita tan solo tres semanas después de perder las elecciones. Estuvo unos meses detenida antes de pasar a un arresto domiciliario. Finalmente, en noviembre de 2022, un juzgado de Guatemala decidió cerrar el proceso penal contra la candidata, considerando que no existían elementos suficientes para que Torres enfrentara debate oral y público por el delito de financiamiento electoral ilícito.

Originaria de uno de los departamentos más abandonados por el Estado

En su carrera profesional previa a la política, la mujer de ojos verdes bordeados de negro se ha desarrollado como inversionista, ejecutiva y empresaria, y tuvo su propia compañía textil. A diferencia de sus dos rivales quienes, ambos, nacieron en la capital, Sandra Torres viene del departamento de Petén, uno de los más pobres de Guatemala. Su acercamiento con las comunidades indígenas la llevó a estudiar el quiché, uno de los 22 idiomas mayas del país.

La exprimera dama, al igual que sus oponentes, afirma que aplicaría las estrategias de Bukele “para acabar con el flagelo de los homicidios, asesinatos y extorsiones en nuestro país”. Y ya no son tres, como propone Zury Ríos, sino cuatro cárceles de máxima seguridad que Sandra Torres promete construir. En declaraciones a France 24, enfatizó: “Yo no lo vengo diciendo desde ahorita, lo vengo diciendo desde hace ratos. Hay que controlar las comunicaciones dentro de las cárceles. Y yo voy a declarar a los extorsionistas terroristas”. También propone eliminar el IVA en los productos de la canasta básica y dotar a las madres solteras de medio salario mínimo, y promete que de llegar a ser presidenta, la mitad de su gabinete estará compuesto por mujeres.