Estudiantes rompen el mito

Por Redacción dat0s
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Serbia, protestas de estudiantes

Miles de estudiantes serbios conquistan una batalla por la libertad que parecía perdida.

Libertad es una palabra de un solo significado que empleada políticamente puede adquirir miles de acepciones. Empleada por quienes gritan ¡¡libertad, libertad!! más como sometimiento que en busca de una tarea en la construcción de valores y justicia.

Ahí tenemos al libertario Milei, el presidente argentino que repite ¡libertad! tomándose el derecho de insultar a sus adversarios políticos. Vivimos en una época de hiperconectividad en la que es común calificar bueno a lo malo y viceversa, en la que el tamiz que selecciona lo que escuchamos y vemos está al alcance de todos. La red social abarca una integridad y el tamiz define que se dice y que no.

Esta semana, sin embargo, la palabra ¡liberad! cobró sentido en Serbia donde estudiantes de 60 universidades exigen al gobierno respuestas a una tragedia de la que hablaremos en las siguientes líneas. Los estudiantes serbios han roto el mito de que lo políticamente correcto define por regla la aceptación de los totalitarismos tan comunes en esta época, el significado de la palabra ¡libertad!

I  Los viejos y la juventud

II La desintegración del populismo

III El Gobierno autoritario serbio

IV Las demandas de los universitarios

V Renuncia el primer ministro

 I

Los viejos y la juventud

hiperconectividad

La hiperconectividad apuntaba por los expertos por la pasividad de la juventud y una tendencia a la extrema derecha.

Se dice, no sin razón, que los jóvenes son una marca del pasado, generacionalmente son la sustancia, el emblema del futuro. También se dice que una de las grandes responsabilidades del presente es que aquellos que transformaron la sociedad en los años 60 son los directos responsables del sufrimiento que conlleva la época (actual).

Hay estudios que indican que lo que antes tardaba en conocerse en 100 años hoy se ha simplificado a uno. “Los niños de hoy reciben más información en su primer año de vida lo que antes tomaba 100”. Es el nivel angustiante de las conferencias traumáticas de los expertos orientadas a entender la transformación de la salud mental en la era digital.

Una ola en apariencia inofensiva que está provocando mutaciones de comportamiento en el carácter que pueden derivar en alteraciones de la mente como el síndrome de pasividad o el de la atención dispersa. Por estas razones los especialistas han llamado a esta mutación “psicosis de masa”.

El filósofo italiano Franco Berardi se pregunta por qué en esta relación traumática entre lo nuevo y lo viejo es tan importante el envejecimiento. “Naturalmente –dice él- porque hace cien años los viejos existían, pero eran tan pocos que no contaban en absoluto. O sí contaban, pero como personajes visionarios, sabios. Hoy los viejos son tendencialmente un tercio de la población complexiva, entonces son importantes también a nivel cultural y social, como la subjetividad de una nueva cultura y de una nueva actitud hacia la vida, la falta de futuro”.

Berardi avanza en el fenómeno como regla general. Dice que desde que ha envejecido comenzó a darse cuenta del hecho de que la falta de futuro no es solo una imaginación antifuturista, es una condición psíquica que se está generalizando. “Eso es lo que yo pienso de la importancia del envejecimiento. Al mismo tiempo, me doy cuenta de que hay una expresión política reaccionaria de los jóvenes. Los jóvenes son los integrantes de una generación que ha aprendido más palabras por la máquina que por la voz de su madre. Eso significa que la fraternidad ha desaparecido”.

“Hay un cierto pensamiento lacaniano, que dice que lo que nos falta es el padre, la ley. Yo no lo creo. El padre no es el problema de hoy. El problema de hoy es la madre, es la carnalidad, la sensualidad, el aprendizaje del lenguaje, la introducción sensual a la vida. Lo que falta a esta generación es la relación con la madre y la relación con el hermano, con el amigo, con el vecino y con el compañero. Sobre todo, porque lo que desaparece es una relación solidaria entre personas que se encuentran carnalmente en la vida cotidiana. La carnalidad está desapareciendo, significa que no nos encontramos con nuestros colegas porque trabajamos frente a una pantalla.

El filósofo profundiza con el chat que recibió de un joven de 19 años que se llamaba Ryan, que en un mensaje escribió: “Yo he pasado toda mi existencia frente a una pantalla hablando con voces sin realidad, después he conocido a los seres humanos, son tan brutales que yo prefiero volver a hablar con mis figuras virtuales”.

“Cuidado, es muy importante esta cosa, porque de un lado los seres humanos hablan virtualmente porque los otros seres humanos son brutales. Pero hablando solo con personajes virtuales perdimos la competencia de la cortesía, de la afectividad personal. Y así volvemos a hablar con nuestra pantalla. El problema es que hay una generación que está perdiendo el sentido de la solidaridad. No hay nada más horroroso, y es natural que esto se presente electoralmente como una fuerza de la derecha”, define entrando en la arena política donde derivará este artículo en sus siguientes capítulos.

II

La desintegración del populismo

Serbia protestas de estudiantes

Vista aérea de la multitud que se manifiesta en el centro de Belgrado (la capital) que no se ha movido del lugar hace meses.

Viví en la extinta República Socialista Federativa de Yugoslavia a fines de los años 80. Me tocó la grandeza de acompañar a mi madre en su gestión como Encargada de Negocios con rango de Embajadora de Bolivia en la ex Yugoslavia. La gente allí me llamó la atención por su honradez, quizá como resultado de un sistema de educación socialista en el que los medios de producción importaban menos que la ética que puede explicar (en partes) el fracaso del modelo económico, aplicado posteriormente en algunos países, cuyos gobernantes, que comúnmente definen socialismo como una mayor libertad de expresión y pensamiento, se convierten en autoritarismos en los que desaparecen sistemáticamente estos conceptos.

Abandoné el país con una imagen de la mujer (madre, hermana, prima, tía, abuela) de altos valores cristianos a pesar del equivocó concepto de su ateísmo fundamentado que no es el reflejo de su armoniosa relación con Dios y la vida. Esta explicación hace honor al relato ocurrido recientemente (el 1ro de noviembre del 2024) por el derrumbe de la marquesina de hormigón de la estación de tren de Novi Sad (ciudad ubicada al norte de Serbia) en el que 15 personas perdieron la vida.

El dato no menor es que en el fatal accidente murieron niños y jóvenes en su mayoría; además, dos ancianos que trasladaban a sus nietos a pasar un fin de semana a la capital. El accidente avivó el fuego de una protesta particular exigiendo el esclarecimiento del accidente; denuncias por irregularidades en la construcción de la obra que apuntan al gobierno del presidente Vucic, hace 12 años en el poder.

El caso provocó indignación en la sociedad y grupos de estudiantes en Belgrado (la capital) iniciaron protestas pacíficas exigiendo responsabilidad penal para los responsables. “A las protestas no ingresan líderes de los partidos de oposición para demostrar que las demandas no son políticas”, afirmaron los estudiantes. Vucic, declaró que las demandas serían atendidas, pero a casi tres meses del hecho nada ha cambiado su imperturbable comportamiento. Los detenidos por unos días, han sido puestos en libertad.

El curso de la protesta estudiantil contrapone la maquinaria que subyace a la indiferencia emocional en la juventud definida en esta nota como consecuencia de la hiperconectividad en las redes sociales. Contrariamente al comportamiento descrito (generalizado a nivel mundial), los jóvenes universitarios serbios conformaron un cordón de resistencia exigiendo que sus demandas sean atendidas hasta esclarecerse por completo el accidente en la estación de tren recientemente remodelada.

El caso es que la masa humana creció a medida que trascurrieron los días con un atenuante significativo: protestas pacíficas de 15 minutos en todas las actividades públicas y privadas; servicios de transporte, comercio y la paralización simbólica contagió a los transeúntes por las calles, plazas, parques y avenidas de todo el país, a las 11:52h (hora del registro del accidente). A medida que los días pasaban se acoplaron a la protesta millones de personas sumando adhesiones para potenciarla.

III

El Gobierno autoritario serbio

Aleksandar Vucic, presidente Serbia

El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ha señalado que las demandas de los universitarios han sido atendidas.

Los reductos de apoyo al gobierno del populista Aleksandar Vucic, se endurecieron. Vucic apuntado por supuestos casos de corrupción que involucran a sus partidarios y a una élite de su administración, tomó las protestas con absolutismo totalitario enviando encapuchados violentos a agredir a los manifestantes, causando mayor indignación y repudió en la población.

Varios incidentes han marcado las manifestaciones callejeras de las últimas semanas, incluidos conductores que embistieron a la multitud en dos ocasiones, en las que dos mujeres jóvenes resultaron heridas.

En uno de los ataques, una estudiante de nombre Sonja resultó herida de gravedad. El tenista serbio Novak Djokovic que entonces participaba del Abierto de Australia dibujó en la lente del televisor dedicado a los ganadores un corazón con su nombre. El efecto de la reacción del deportista más querido en Serbia, generó nuevos bríos de solidaridad. De Belgrado las protestas saltaron a las demás ciudades. (Alumnos, decanos, docentes y profesores de escuelas secundarias apoyaron las manifestaciones y más jóvenes se sumaron a la manifestación). Un total de 60 universidades se han plegado a las protestas.

Acorralado, el gobierno de Aleksandar Vucic, optó por incómodas reacciones que día a día han mionado su desgastada popularidad. En uno de sus deslices invitó a los jóvenes estudiantes a una partida de ajedrez, haciendo tributo de su calidad como estratega. Al día siguiente aparecieron miles de tableros de ajedrez por las calles de Belgrado. Los jóvenes no aceptaron el desafío (la partida con Vucic). “Nosotros jugamos honestamente”, ironizaron.

IV

Las demandas de los universitarios

Estación de tren Serbia

La estación de tren de Novi Sad cuya marquesina colapsó en 1ro de noviembre de 2024 matando a 15 personas.

  1. Hacer pública la documentación completa y los nombres de los responsables de la obra avalada con firmas de autenticidad. (La Facultad de Ingeniería exige los términos de referencia de adjudicación de la obra, que hasta ahora no han aparecido).
  2. Llevar a la justicia a las personas que han atacado a los estudiantes durante las protestas entre los que se ha identificado a autoridades y empleados de las alcaldías de Belgrado y Novi Sad, principalmente. (A pesar de la que la Fiscalía ha abierto la investigación hasta la fecha no ha presentado un informe en conclusión del avance del proceso).
  3. Los manifestantes exigen la libertad de todos los estudiantes detenidos.
  4. Aumento del 20% al presupuesto universitario.

Los jubilados que podrían haber sido en los primeros días después del accidente un reducto de apoyo al gobierno se dieron la vuelta y anunciaron su apoyo a los universitarios. Agricultores en tractores y miles de ciudadanos se unieron al bloqueo que siguió a semanas de protestas para exigir responsabilidades, que la población ha atribuido a la corrupción desenfrenada del gobierno.

La cuadratura gubernamental se convirtió en un callejón sin salida. En las últimas horas circularon fotos inéditas de efectivos de la Milicia Serbia (policía) junto a los manifestantes. Por varias capitales de Europa se extendió el apoyo a la causa. Estudiantes y la población serbia que vive en varias capitales de Europa y los Estados Unidos salieron en manifestaciones pacíficas de solidaridad.

V

Renuncia el primer ministro del Gobierno

Milos Vucevic, primer ministro serbio

El primer ministro Milos Vucevic ha dimitido al cargo declarando que se “siente orgulloso de todo lo que se ha hecho en el gobierno”.

El primer ministro, Milos Vucevic, anunció el miércoles su dimisión al cargo. “Para no seguir aumentando la tensión en la sociedad, tomé esta decisión. Sin duda, estoy orgulloso de todo lo que hemos hecho. Estoy orgulloso de los ministros, del gabinete, y agradezco al presidente por el trabajo conjunto”, dijo en una declaración ante la prensa a la que se le prohibió hacer preguntas.

Vucevic (conocido por ser el tercer lobo del gobierno por el apellido “vuc” que significa lobo en traducción libre) ha dicho en su monologo de renuncia que “se han cumplido todas las demandas de los manifestantes más extremos”. Ha acusado al exterior de dirigir las protestas. “Serbia ha quedado atrapada desde entonces (el accidente), y hemos visto abusos políticos de esa tragedia. Todo esto fue planeado de manera vil desde el extranjero, para poner en peligro a Serbia como Estado”.

Los analistas internacionales y en la propia Serbia han señalado que la renuncia del primer ministro ha dejado al gobierno serbio en una situación de “quiebra técnica”. El presidente Aleksandar Vucic, en una conferencia de prensa conjunta con la presidenta del Parlamento, Ana Brnabic, instó al diálogo con los estudiantes, diciendo que “necesitamos reducir las tensiones y comenzar a hablar entre nosotros. Cualquier tipo de crisis supone un grave problema para nuestra economía. Una situación de esta naturaleza en la sociedad no es buena para nadie”.

Vucic ha sido acusado de limitar las libertades democráticas a pesar de haber solicitado formalmente la adhesión de Serbia a la Unión Europea. Ha acusado – como suele ocurrir con los esquemas autoritarios- a los estudiantes de trabajar para potencias extranjeras no especificadas para derrocar al gobierno. La policía de tránsito aseguró este miércoles que no intervendrá el bloqueo estudiantil para evitar incidentes. Los estudiantes que protestaban instalaron tiendas de campaña en los puntos de protesta, que son arterias clave para los viajeros de la ciudad y que conducen a la principal autopista norte-sur.

Lo último que se sabe de esta inédita manifestación es que los estudiantes han partido este jueves en una marcha multitudinaria de Belgrado a Novi Sad, distante 90 kilómetros al norte de la capital, con la intensión de rendir tributo a los fallecidos en la estación de tren a tres meses del accidente, el próximo 1ro de febrero.

Entretanto, hay voces de analistas que han advertido que el régimen de Vucic se encamina a declarar toque de queda, que implicaría el uso de la fuerza militar como recurso constitucional para contener el clima de tensión que se vive los últimos meses. El riesgo, dicen los observadores, es que las tropas militares no acaten la orden y se abstengan de salir a reprimir a los manifestantes. En cada rincón de Serbia –se dice- existe un militar que tiene un hijo estudiante. La misma situación ocurre con los efectivos de la fuerza pública.

“Este sería el fin del gobierno de Vucic”, apuntan quienes siguen de cerca la protesta estudiantil, la primera después de décadas. Y que ha roto la crucial diferencia que encierra la historia y la evolución; en la primera cuenta la voluntad política y humana, mientras que en la segunda acaba de romperse el mito de que por la interconectividad “la voluntad humana no cuenta”.

 FIN

 

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