Fiat invertirá 1.000 millones en EE UU tras las amenazas de Trump

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Foto: EFE

El mensaje de Donald Trump llegó alto y fuerte a Detroit. Cuando no ha pasado una semana de que el presidente electo amenazara a General Motors y Toyota con costosos aranceles para contener la deslocalización de empleo, el grupo Fiat Chrysler Automobiles anuncia un inversión de 1.000 millones de dólares en Ohio y Michigan por la que creará 2.000 nuevos empleos en Estados Unidos. El patrón del grupo, Sergio Marchionne, advirte que el arancel que propone Donald Trump podría poner en peligro la producción futura de la compañía en México.

Sergio Marchionne, el consejero delegado del grupo automotriz, explicó esta mañana en el marco del Salón del Automóvil que esta nueva inversión estaba programada desde hace mucho tiempo, pero admitió que sería “una gran locura” hablar de nuevos proyectos en México debido a la incertidumbre actual. Es más, advirtió de que el arancel del 35% que plantea Donald Trump es demasiado alta y podría llevar a la compañía a plantearse su producción en el país. “Es posible si los términos hacen que la producción no sea rentable”, indicó, “veremos que pasa”.

El plan de industrialización, como lo denomina la compañía, contempla resucitar la producción del Jeep Wagoneer y del Grand Wagonner. En concreto va a modificar el actual complejo que opera en Warren (Michigan) para adaptarlo a estos dos nuevos modelos de todocaminos con los que quiere llegar a las nuevas generaciones de conductores. La última vez que se utilizó este nombre fue en 1991. La demanda por este tipo de utilitarios es alta.

En paralelo, parte de la inversión se utilizará para el ensamblaje de una nueva camioneta ligera del tipo pickup que se producirá en Toledo (Ohio). En ambos casos, se espera que las dos plantas estén plenamente operativas en 2020. El plan, que forma parte de un programa anunciado ya en julio pasado tras un importante ajuste en Detroit, también contempla la creación de nuevos puestos de trabajo en Illinois, otra de las zonas castigadas por la deslocalización.

Ohio y Michigan son dos de los estados clave que dieron la victoria electoral a Donald Trump en la pasadas elecciones presidenciales. Durante la campaña, prometió imponer un arancel del 35% a los vehículos importados de países de bajo coste. “Necesitamos claridad y no somos los únicos”, advierte Marchionne al hablar de la congelación de los planes para México. Ford Motor renunció la semana pasada a una inversión de 1.600 millones en México para expandir la producción, con la construcción de una planta en el país.

La presión de Donald Trump no hizo más que crecer a solo dos semanas de que tome posesión del cargo. Ford Motor invertirá en su lugar 700 millones en Michigan para la producción de coches eléctricos y el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma. Pese al choque con el próximo inquilino de la Casa Blanca, los fabricantes de Detroit creen que las políticas de Trump son buenas para el sector.

El presidente electo acudió este lunes a primera hora a las redes sociales para aplaudir las decisiones de Fiat Chrysler y de Ford Motor de invertir en el medio oeste. “Finalmente está suciediendo”, comentó en el breve mensaje que colgó en su cuenta en Twitter mientras los grandes fabricantes presentaban sus nuevos modelos en el Salón de Detroit, “gracias”.

Chrysler, como General Motors, tuvo que ser rescatada en 2009 tras declararse en suspensión de pagos. El tercer fabricante de EE UU superó la bancarrota tras ser adquirida por el grupo Fiat. La compañía explica que esta anuncio, combinado con el que se hizo el pasado verano, “demuestra el compromiso” para reforzar la base manufacturera en el país y ajustarla con la creciente demanda por los modelos Jeep.

Este plan de industrialización, concluyen, permitirá consolidar a EE UU como un enclave de producción global. La multinacional, sin embargo, mantiene al menos una línea de la producción de la camioneta Ram en México, que completará con la de Warren. Las últimas cifras anuales de ventas confirman a tendencia de los últimos años, en la que ganaron mercado los vehículos de gran tamaño.