Indignación en São Paulo y brutal represión policial

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ERBOL, UnitedExplicanations

El jueves, las protestas de unas 5 000 personas terminaron en una guerra campal con la Policía. La gente también está enfadada por el gasto millonario para el Mundial 2014.

La noche del jueves, las avenidas céntricas de São Paulo y de Río de Janeiro fueron bloqueadas, varios buses quedaron destruidos y montones de basura incendiados.

Así cerraron unos 5 000 manifestantes una semana de protestas en rechazo al alza del precio del transporte público. Ayer anunciaron que continuarán las manifestaciones el lunes.

Se trata de la cuarta marcha contra el alza de 7% en el costo de pasaje de autobús, metro y tren, que pasó de $1,5 a $1,6. (AFP/EFE)

En las manifestaciones de São Paulo, que empezaron el martes, se atacó también al sistema financiero y a la acuciante inseguridad. El Estado de São Paulo tiene unos índices de criminalidad que, aunque bajos en comparación con otros Estados del país -11,5 homicidios por cada 100.000 habitantes-, mantienen a la población en una constante sensación de inseguridad. Los manifestantes que, según un sondeo de Datafolha reveló este viernes que una mayoría de la población estuvo a favor de ellos -aunque condenan también los actos de vandalismo-, buscan ensanchar los espacios democráticos, exigir mayor calidad de vida al tiempo que reducir los niveles de corrupción del país.

Pero fue el jueves, en una manifestación que según centenares de testigos y vídeos fue mucho más pacífica, donde la policía mostró un nivel de represión mucho mayor. Se dispararon bolas de goma y gas lacrimógeno que sembraron el pánico y se saldaron con 235 detenidos y más de 100 detenidos. En Twitter, Facebook y diversos blogs se habla incluso de emboscadas y sadismo. Por su parte la policía declara que los manifestantes disponían de “cócteles molotov, cuchillos y drogas”. (United Explicanations)

Hasta ayer, las autoridades reportaron la detención de 237 personas y la prensa local dio cuenta de al menos 55 heridos.

Los miembros de la Policía militar, armada hasta los dientes, en un gran despliegue de fuerza, dispersaron con balines de goma y bombas de humo y de gas lacrimógeno a los manifestantes, cuando llegaban a la céntrica avenida Paulista.

El diario Folha de São Paulo informó que siete periodistas de su staff fueron heridos, dos ellos fueron impactados por balas de goma en el rostro.

La estudiante Aline Bailo, de 23 años, dijo que protesta para que se ponga fin al aumento del transporte y para que se apruebe un boleto gratis para todos.

Pero, el alcalde de São Paulo, Fernando Haddad, insistió ayer en que el alza de la tarifa se mantendrá porque es inferior al aumento de la inflación.

El gobernador de São Paulo, Geraldo Alckmin, en Twitter, dijo ayer que el Gobierno no tolerará el vandalismo y aseguró que las protestas causaron depredación, violencia y obstrucción de vías.

El ministro de Deportes, Aldo Rebelo, consideró ayer que las marchas no afectarán al desarrollo de la Copa Confederaciones, que hoy será inaugurada y terminará el 30 de este mes.

Las protestas se dan en momentos en los que Brasil atraviesa un débil crecimiento y un alza de la inflación, que han provocado una caída en la popularidad del Gobierno de Dilma Rousseff.

En mayo, la inflación alcanzó en el umbral máximo fijado de la meta oficial, 6,5%.

No obstante, ella aseguró ayer que el país tiene los recursos suficientes para seguir invirtiendo en los planes que han sacado a 40 millones de la pobreza en la última década. (AFP/EFE)

Se investiga posibles abusos policiales

Las autoridades de São Paulo anunciaron una investigación sobre posibles abusos de la Policía en las marchas contra el alza de los pasajes públicos.

Pese a que la Policía asegura que solo usó armas no letales como gases lacrimógenos y balas de plástico, imágenes de la TV muestran que varios manifestantes fueron golpeados con porras, tiroteados con salvas a pocos metros y duramente reprimidos en la protesta que terminó en una batalla campal, que dejó decenas de heridos, entre ellos siete periodistas y al menos 237 personas detenidas, según reportes oficiales.

$15 000 millones para el Mundial

Además del alza de los pasajes públicos, a los brasileños también les enfada que el Gobierno destine $15 000 millones para la Copa del Mundo 2014.

Ayer, la presidenta Dilma Rousseff defiendió ese rubro. En una visita que realizó a la favela Rocinha, la mayor de Río de Janeiro, dijo: “Además de la alegría del fútbol, de ver a Brasil jugar -y todos hinchamos por Brasil-, ganamos una mejora en la seguridad, ganamos todas esas obras que quedan para toda la vida y que son fundamentales como las vías y el metro”. (Hoy.com.es)

Las  fotografías  que presentamos han sido extraídas de Folha de S.Paulo y Twitter.

 

Fuente: ERBOL, UnitedExplicanations