Irán participa por primera vez de los BRICS

La reunión del bloque en Kazán (Rusia) se realiza en un momento de tensionamiento global por la escalada israelí contra Irán.

Por primera vez desde su creación en junio de 2009 el mayor bloque de países emergentes (denominativo que podría haber cambiado desde su creación debido al nuevo posicionamiento global) se reunirán desde mañana martes 21 en Kazán, Rusia, con la incorporación de un nuevo miembro: Irán. La oreja de Benjamín Netanyahu va a arder, por el entusiasmo de sus acciones militares en el mundo árabe que podría acabar en un enfrentamiento directo con la mayor potencia de la región (ver nota ´Momento de alta tensión´).

La 16ª reunión de los miembros del bloque que reúne a los miembros originales -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- será la primera tras la ampliación decidida durante la última cumbre, que tuvo lugar en agosto del año pasado, en Johannesburgo. Los nuevos miembros plenos son Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. También fue invitada la Argentina, pero el presidente Javier Milei rechazó unirse al grupo.

Mañana martes por la noche, Putin acogerá una ceremonia y cena de bienvenida a los líderes, en vísperas de un pleno restringido, con la presencia de los líderes de los países miembros. El jueves tendrá lugar la reunión del segmento ampliado “outreach/Brics+”, con el tema “Brics y el Sur Global: construyendo juntos un mundo mejor”, al que fueron invitados alrededor de 30 países y organizaciones internacionales. En la ocasión se debatirán temas internacionales como la crisis en Medio Oriente y la cooperación para un desarrollo inclusivo.

Brasil asumirá la presidencia del bloque a lo largo del próximo año. Al margen del ingreso al bloque de los países mencionados en los últimos meses han solicitado la entrada países como Turquía y Azerbaiyán.

En conjunto, los miembros del BRICS abarcan alrededor del 30% de la superficie terrestre del mundo y el 45% de la población mundial. Esta configuración representa uno de los acuerdos más representativos en materia de economía del planeta desplazando una serie de acuerdos que son considerados clave en la nueva configuración mundial sacudida por dos conflictos armados, una clara oposición al Tratado del Atlántico Norte (OTAN).