La Casa Blanca plantea poner fin a la financiación del Departamento de Estado a la OTAN y la ONU

La Asociación Americana del Servicio Exterior rechaza el recorte presupuestario que califica de “imprudente y peligroso”. Los recortes sugeridos “darían poder a adversarios como China y Rusia”, argumenta.
La Administración Trump ha propuesto recortar el presupuesto del Departamento de Estado a casi la mitad, en una medida que podría reducir drásticamente el gasto internacional de Estados Unidos y poner fin a su financiación para la OTAN y las Naciones Unidas, según un memorando interno.
El memorando, basado en los recortes de gastos ideados por la oficina de gestión y presupuesto de la Casa Blanca, prevé que el presupuesto total del Departamento de Estado y de USAID, el principal organismo de ayuda exterior que ha sido desmantelado en gran medida por el “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, o DOGE, de Elon Musk, se reduzca a 28.400 millones de dólares, una reducción de 27.000 millones o el 48% de lo aprobado por el Congreso para 2025.
Los recortes supondrían drásticas disminuciones en la financiación de la ayuda humanitaria, la salud global y las organizaciones internacionales. Los programas de ayuda humanitaria y la financiación de la sanidad mundial se recortarían un 54% y un 55% respectivamente, según el memorando, que fue adelantado por el Washington Post.
El memorando supone que USAID, que antes era una agencia independiente antes de que el DOGE la pusiera en el punto de mira, quedaría totalmente englobada bajo el paraguas del Departamento de Estado.
También se reducirían drásticamente los efectivos del Departamento de Estado, que actualmente ascienden a 80.000 personas.
El memorándum propone eliminar el 90% de las contribuciones a las organizaciones internacionales, suprimiendo la financiación de unos 20 organismos, entre ellos la OTAN y la ONU.
Se mantendría la financiación específica del Organismo Internacional de Energía Atómica y de la Organización de Aviación Civil Internacional, pero se pondría fin al apoyo a las misiones internacionales de mantenimiento de la paz, según el memorando, que cita “recientes fracasos de misiones” no especificados.
Fin a la beca Fullbright
Los recortes también afectarían gravemente al presupuesto de viajes del servicio exterior y a las prestaciones del personal, mientras que se eliminaría la beca Fulbright, creada por el Congreso en 1946 y que ha facilitado intercambios educativos en los que han participado más de 40 futuros jefes de Estado o de Gobierno.
Lo mismo ocurriría con la Oficina de Operaciones de Conflicto y Estabilización, cuyo objetivo es anticipar y prevenir guerras en todo el mundo.
Los recortes aún no se han acordado en el seno de la Administración y tendrían que ser aprobados por el Congreso, donde probablemente encontrarían una fuerte resistencia, incluso entre muchos republicanos.
El memorando, fechado el 10 de abril, está firmado por Douglas Pitkin, director de presupuesto y planificación del Departamento de Estado, y Peter Marocco, hasta hace poco director de ayuda exterior del Departamento y subdirector en funciones de USAID.
Marco Rubio, el Secretario de Estado –que hasta ahora ha sido partidario de un papel activo de EEUU en los asuntos internacionales– tiene hasta el martes para responder, dice el memorando.
Chris Van Hollen, el demócrata de mayor rango en la subcomisión del Departamento de Estado y USAID de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, ha criticado las propuestas como “un presupuesto poco serio”. “Preveo que chocará contra un muro de oposición bipartidista”, dice al Post.
La Asociación Americana del Servicio Exterior ha pedido al Congreso que rechazace cualquier presupuesto que propusiera recortes esbozados en el memorando, que califica de “imprudente y peligroso”. Los recortes sugeridos “darían poder a adversarios como China y Rusia, deseosos de llenar el vacío dejado por unos Estados Unidos en retirada”, afirma la asociación.