Que Maria Eugenia Vidal, primero y Mauricio Macri después, casi por consecuencia lógica hayan reprobado en su primer contacto con el electorado tratando de repetir la victoria a un nuevo periodo para la gobernación de Buenos Aires en el caso de María Eugenia y de la presidencia de Argentina en el caso de Macri, difiere contundentemente de lo que hasta ahora se conocía en las encuestas. Incluso, desde dentro de los equipos íntimos a las campañas, no se dejó de hablar de sorpresas que marcan un nuevo rumbo de lo que sucederá de aquí a escasos dos meses cuando los electores deban volver a las urnas esta vez para elegir a la fórmula que gobernará la Argentina para los siguientes cuatro años.
Un revés inimaginable se instala en la campaña del frente Juntos por el Cambios, la agrupación jefaturizada por el actual mandatario argentino. El tiempo parece el peor enemigo de la formula Macri – Picheto que deberá hacer piruetas para pedir el voto de los que el domingo ya parecen haber marcado el rumbo para su reelección. Temores más grandes aún se ciernen entre los argentinos que amanecieron la mañana del lunes 12 con el dólar sobrepasando la barrera de los 60 pesos, situación sin límites que hace temer el rebrote de una inflación incontenible, que a cambio de los ajustes aplicados por la actual administración para devolver credibilidad a las finanzas argentinas en el plano internacional, léase BM, FMI -han provocado una terremoto que parece medir el rumbo equivocado.
Así, la era del cumplimiento a los acuerdos pactados con estos organismos de ayuda financiera, parecerían tener sus días contados, con lo que se agota el discurso de campaña del oficialismo condenado a cambiar el rumbo, lo que parece imposible a estas alturas. Los argentinos viven una vez más otras de las tantas maldiciones por el manejo de la economía. La reacción de los grandes medios que operan en línea con los financiadores del mundo ya salió a buscar culpables por la derrota de Macri y no tuvieron mejor argumento que apuntar los dardos contra los candidatos opositores del Frente de Todos, indicando que es hora de que los Fernández por Alberto y Cristina expliquen su plan para la Argentina.
El panorama que se viene no es tranquilizador. La pregunta clave que a esta hora se deben estar haciendo los especialistas sobre el rumbo político y económico en la Argentina es si se resuelve con magia o con una nueva maldición que de cada 10 en 10 años les toca vivir a los vecinos del sur.