
Tan solo un día después de que el Colegio Cardenalicio se reuniera para elegir a un nuevo pontífice tras el fallecimiento del papa Francisco, el jueves apareció una columna de humo blanco desde el tejado de la Capilla Sixtina. Dado que el cónclave fue relativamente corto, muchos asumieron que uno de los favoritos desde hacía tiempo, el secretario de Estado del Vaticano, Pietro Parolin, o el cardenal Luis Antonio Tagle, había sido elegido. En cambio, los cardenales dieron la sorpresa al elegir a Robert Prevost, nacido en Estados Unidos y quien fue el principal asesor del Papa Francisco en la elección de obispos. Se cree que las opiniones de Prevost sobre temas clave que enfrenta la Iglesia coinciden en gran medida con las de su predecesor, aunque quizás sin la franqueza ni el estilo personal de Francisco.