La izquierda da su respaldo a Santos en el ballottage colombiano
La ex candidata Clara López dijo que “vota por la paz” en el ballotage colombiano. Por su parte, el presidente candidato anunció que, si logra ser reelecto y consigue la paz con la guerrilla, acabará con el servicio militar obligatorio. Además, señaló que no está de acuerdo con que miembros de las Farc se puedan incorporar al ejército.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció ayer que si logra ser reelecto en la segunda vuelta electoral acabará con el servicio militar obligatorio una vez que se pacte la paz con la guerrilla, lo que a su juicio puede suceder este mismo año. “Apenas finalice el conflicto termina el servicio militar obligatorio, que solamente hacen los más pobres y los más vulnerables”, señaló el mandatario. Santos agregó que en vez de ser reclutados por las fuerzas militares, los jóvenes tendrán que prestar un “servicio social” que todos, sin importar el nivel socioeconómico, deberán ejercer de manera obligatoria. En tanto, la ex candidata de la coalición de izquierda, Clara López, cuarta en las elecciones del pasado 25 de mayo, anunció su voto en segunda vuelta por la reelección del presidente. “De manera consciente y autónoma quiero anunciar que voy a votar por la paz en cabeza del presidente Juan Manuel Santos”, dijo.
Cada año son reclutados por el ejército unos 80.000 jóvenes y 40.000 más por parte de la marina y la fuerza aérea. “El ejército colombiano hoy en día es uno de los que más experiencia y efectividad tienen en la guerra de guerrillas, por eso apenas terminemos esta guerra de 50 años tenemos que cambiar un poco el paradigma y volvernos un ejército más convencional”, expuso el presidente en una entrevista con Blu radio. En Colombia, los hombres que a los 18 años quieran iniciar su vida laboral o matricularse en la universidad deben obtener un documento expedido por los militares, llamado “libreta militar”. Por lo general, los hijos de las familias adineradas y quienes tienen contactos con el poder suelen obtener ese documento para sus hijos, de forma que buena parte de los soldados suelen ser hijos de familias sin influencias o de colegios pobres o de clase media.
“Podemos decir hoy con orgullo que tenemos las fuerzas armadas más fuertes de nuestra historia y las vamos a mantener ahí en materia de equipos y de capacidades, pero su entrenamiento y su misión van a variar porque ya no tendrán que ir a la selva a mantenerse durante meses buscando guerrilleros, persiguiendo a las FARC, sino que vamos a reorientar su energía y capacidad”, remarcó Santos.
No obstante, el mandatario se mostró en desacuerdo con una posible incorporación al ejército de los miembros de las FARC, en caso de un final exitoso del proceso de paz. “No se ha contemplado y no creo que se contemple”, dijo Santos al responder sobre la propuesta planteada por el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, quien fue integrante del Movimiento 19 de Abril (M-19), grupo guerrillero que firmó la paz en 1990. “Todos los que quieren hacer la paz pueden presentar propuestas. Desde el alcalde hasta el empleado más humilde de la alcaldía”, dijo Santos, tras insistir en que el tema de las fuerzas armadas no se discute en Cuba.
La segunda vuelta electoral en Colombia se realizará el 15 de junio y los dos candidatos, Santos por el oficialismo y Oscar Iván Zuluaga, por el uribista Centro Democrático, según las encuestas se mantienen en un empate técnico. El diálogo de paz que inició el gobierno de Santos con las FARC se convirtió en una bandera política entre los que defienden el proceso y los que se oponen, encabezado este sector por Zuluaga, delfín político del ex presidente Alvaro Uribe (2002-2010).
López, quien en las últimas elecciones lideró la coalición del Polo Democrático Alternativo (PDA) y la Unión Patriótica (UP) -que obtuvo un 15,23 por ciento-, aseguró ayer que apoyará a Santos. En una conferencia de prensa explicó su respaldo al actual mandatario como un espaldarazo para “garantizar la paz” y “consolidar una democracia profunda”, pero descartó formar parte de un eventual gobierno ya que el PDA estará durante los próximos años “en la oposición”.
Con este apoyo, López hace valer la libertad de voto que ofreció el PDA a sus militantes al decidir que, como partido, no iba a apoyar a ninguno de los candidatos. López se unió así a su ex compañera de fórmula vicepresidencial, Aída Avella (UP), que la semana pasada había anunciado el apoyo de su partido “al candidato que ha abierto los diálogos” con las FARC. Con los apoyos de López y de la UP, así como del alcalde de Bogotá, Santos se aseguró el respaldo de gran parte de la izquierda colombiana gracias a los diálogos de paz. Este apoyo se podría ampliar cuando Marcha Patriótica, movimiento liderado por la ex senadora Piedad Córdoba, confirme la constitución de un frente para la paz formado por dirigentes izquierdistas de varios sectores.
Previo a los resultados de la primera vuelta, la campaña careció de debates y desbordó en denuncias. Una acusación sobre vínculos con narcotraficantes hizo renunciar a la campaña de Santos al asesor Juan José Rendón y la detención del hacker Andrés Sepúlveda, que juntaba datos para boicotear el proceso de paz, complicó a Zuluaga.
En ese contexto, se conoció ayer el arresto de otro hacker, llamado Daniel Bajaña, capturado en el valle del Cauca, quien admitió que interceptó comunicaciones al ex vicepresidente Francisco Santos, que trabajó tres semanas con Sepúlveda y que renunció por los pedidos que recibió para entrar en cuentas de correo electrónico.