“La patria no se vende”

La primera movilización convocada por la CGT no impidió que el debate para el desmantelamiento del Estado argentino propuesto por Milei en el Congreso comenzará a discutirse desde el próximo martes 30.

Una jornada intensa vio ayer Buenos Aires, Argentina, en dos frentes cuyo foco de atención, el epicentro, continúa siendo el presidente Javier Milei. Las poderosa organizaciones sindicales argentinas marcharon en protesta ayer cerca a los predios del Congreso donde se comenzaron a negociar las medidas ómnibus para desmontar el sistema de Estado que imperó en los últimos 16 años en el país.

“La patria no se vende” ha sido el estribillo que más se ha usado entre las organizaciones sociales en la marcha y paro de ayer. De acuerdo al balance de la CGT que aglutina a los sindicatos de trabajadores más representativos a nivel nacional las manifestaciones consiguieron el objetivo de parar el país hasta las 12 de esta medianoche. De acuerdo a las estimativas unas 600.000 personas se movilizaron en Buenos Aires contra “el desmantelamiento del Estado” que propone impulsar el gobierno de Milei.

La CGT estimó que el 80% de sus afiliados en el país, alrededor de 5 millones de trabajadores acataron el paro. Al todo fue la primera jornada de paro que dispuso la central obrera. A su vez la ministra de Seguridad Patricia Bullrich restó credibilidad a los números proporcionados por la CGT reconociendo que las manifestaciones no sumaron a más de 40.000 personas.

Entretanto la bancada de La Libertad Avanza, junto a representantes del PRO, la Unión Cívica Radical (UCR) y Hacemos Coalición Federal, llegaron a un acuerdo y firmaron un dictamen de mayoría para comenzar el análisis de la Ley Ómnibus desde el próximo martes 30, tras una jornada de frenéticas negociaciones, cuando cerca de la 1.30 de la madrugada del miércoles, el plenario de tres comisiones de la Cámara baja que estudió el texto logró el número para el despacho. A esa misma hora los sindicatos se preparaban para la primera ruidosa movilización que tomó las calles de las principales ciudades argentinas en repudio por las medidas.