Las mejores universidades de América Latina en 2017

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Su dominio es claro y apabullante.

Los centros de educación superior de Brasil encabezan con gran ventaja el ranking de las mejores universidades de América Latina, elaborado por la revista británica Times Higher Education (THE).

De acuerdo con el índice correspondiente a 2017, hecho público este jueves, en la lista de 81 centros de estudio hay 32 brasileños.

La Universidad Estatal de Campinas se ubicó en lo más alto de la lista, superando a la también brasileña Universidad de Sao Paulo, que en 2016 había liderado el ranking pero que este año ocupa el segundo lugar.

Los otros países que destacan por el número de instituciones incluidas en el índice son Chile (17), México (13) y Colombia (11).

Este año, además, Argentina y Ecuador entraron por primera vez en el ranking con la inclusión de dos universidades cada uno, tras acceder los centros de estos países a participar en el listado.

¿Líder autocomplaciente?

Aunque Brasil domina el ranking, este año el número de universidades brasileñas en el grupo de las primeras 50 descendió de 23 a 18 y, en total, 20 centros de ese país retrocedieron en relación con las posiciones que tenían el año pasado.

Phil Baty, editor de Times Higher Education Ranking, destacó que Brasil invierte más en investigación y desarrollo que otros países de la región, pero ese gasto sigue siendo bajo en comparación con los estándares mundiales.

“Brasil no debe ser autocomplaciente y asumir que va a liderar la lista en el futuro. Mientras las universidades en toda América Latina se esfuerzan en aumentar la calidad de la educación y de la investigación, la competencia por los mejores académicos y estudiantes se hará cada vez más intensa”, dijo Baty a través de una declaración de prensa.

Estrellas en ascenso

La Pontificia Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile, ubicadas en los puestos 3 y 4 de la región, apuntalan a ese país como el segundo más destacado del índice, en el que cuenta con 15 centros de estudio entre los primeros 50, cuatro más que en 2016.

Investigaciones recientes de Times Higher Education junto al Centro para la Educación Superior Global, de la University College de Londres, incluyen a Chile dentro de un grupo de siete países del mundo a los que denominan “tácticos” por considerar que son los que “tienen mayores posibilidades de convertirse en las futuras estrellas de la educación superior”.

En relación a Chile, el estudio destaca que el país tiene unas altas tasas de participación universitaria y un alto nivel de calidad investigativa. Además, seálan que invierte más en educación terciaria que muchos de sus vecinos.

El grupo de los “tácticos” incluye a otros dos países latinoamericanos: Colombia y Argentina.

Colombia cuenta con un centro de estudios entre los 10 primeros del ranking: la Universidad de los Andes, que este año quedó en el quinto puesto, luego de haber aparecido en el décimo en 2016.

En total, el país tiene cinco instituciones entre las primeras 50.

“La producción investigativa de Colombia ha crecido un asombroso 49% desde 2011. Los salarios de los investigadores son también mayores que los de muchos de sus países competidores, lo cual sugiere que es un destino atractivo para académicos”, afirmó Baty.

“Sin embargo, Colombia invierte menos en investigación y desarrollo y en educación terciaria que muchos de sus países vecinos y alberga una menor proporción comparativa de investigadores”, agregó.

En cuanto a Argentina, 2017 es el primer año que ingresa en el índice y lo hace con dos centros de estudio: la Universidad Nacional de Córdoba, que quedó en el grupo ubicado entre los puestos del 26 al 30, y la Universidad Austral, que quedó entre las posiciones 61 al 70.

Según Times Higher Education, al ser comparado con otros países de la región, Argentina tiene una alta proporción de investigadores y destaca además por contar con muy altas tasas de participación universitaria, así como una investigación de alto nivel.

El otro país de la región que ingresó por primera vez en el ranking de las mejores universidades de América Latina es Ecuador, con la Universidad de San Francisco de Quito (USFQ), ubicada entre los puestos 41 a 45; y la Escuela Politécnica Nacional, que quedó en el grupo del 61 al 70.

Ambas universidades alcanzaron puntajes altos debido a su influencia investigativa (citas en publicaciones académicas) – USFQ está a la cabeza de la región en este parámetro- y a su proyección internacional. No obstante, estas universidades son mucho más débiles cuando se trata de sus esfuerzos en enseñanza, en entornos investigativos y en la transferencia del conocimiento”, señaló Baty.

Un entorno más competitivo

Times Higher Education evalúa a las universidades de acuerdo con 13 indicadores agrupados en varias áreas: docencia (el ambiente educativo), investigación (cantidad, ingresos y reputación), citas en publicaciones académicas (influencia de la investigación), alcance internacional (equipo, estudiantes e investigación) e ingresos del sector empresarial (transferencia de conocimiento).

Las universidades participan voluntariamente en el estudio, entregando los datos que les son requeridos y que son certificados por una empresa independiente.

De acuerdo con los responsables del ranking, aunque el sector de la educación superior en América Latina está tomando impulso, aún hay riesgos y amenazas como los bajos salarios de los investigadores, la insuficiencia de fondos disponibles para investigar, el exceso de burocracia y la inadecuada definición de las políticas de investigación.

Por otra parte, el incremento de la competencia entre las distintas universidades implica que los centros deben hacer esfuerzos para no quedarse atrás.

Un ejemplo de ello sería lo ocurrido con la Universidad de Costa Rica, la única de ese país que aparece en el índice. Entre 2016 y 2017 retrocedió del grupo correspondiente a los puestos 26 al 30 hasta colocarse entre los lugares 41 al 45, pese a que este año su puntaje general fue superior al anterior.

“Esto muestra el impacto de la creciente competencia en la lista. A medida que las universidades en América Latina se enfocan en el incremento de la calidad de la educación y la investigación, seguido por una enorme alza en la participación y accesibilidad de la educación y la productividad investigativa, la competencia por los mejores académicos y estudiantes se hará cada vez más intensa”, advirtió Baty.