Lenín Moreno asume la presidencia en Ecuador bajo la sombra de Correa

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Foto: Reuters

A pesar de que vivía sus últimos momentos como presidente de Ecuador, Rafael Correa fue este miércoles el protagonista de buena parte de la ceremonia de investidura de su sucesor, Lenín Moreno. En el acto, incluso, se hizo una pausa mientras él abandonaba el edificio de la Asamblea Nacional y recibía los últimos honores. El presidente del Parlamento, José Serrano, llegó a modificar Comandante Che Guevara, la canción de Víctor Jara, para homenajear al mandatario saliente: “Aquí se queda la clara, la entrañable transparencia de tu querida presencia, Rafael Correa”.
En el acto, incluso, se hizo una pausa mientras Correa abandonaba el edificio de la Asamblea Nacional y recibía los últimos honores. También hubo un homenaje musical en la que se entonó una canción escrita para su despedida y también una de Silvio Rodríguez (Por quien merece amor). Al final, una voz del público gritó: “Solo es un pequeño descanso, compañero Rafael”.

El turno para Moreno (Nuevo Rocafuerte, 1953) llegó cuando Correa abandonó la Asamblea. Durante casi una hora y media dio su primer discurso, en el que se repitieron las palabras valores, respeto, tolerancia, familia y diálogo. “Todos somos hechos del mismo Ecuador, todos somos hechos de este mismo barro profundo, esa gente montubia, mestiza y afroecuatoriana”, fueron las palabras que arrancaron los primeros aplausos.

Después hizo varios anuncios que dan cuenta del estilo que imprimirá al nuevo Gobierno, como la supresión de las intervenciones semanales, las llamadas sabatinas, que se convirtieron en un espacio para acallar a los críticos. “Vamos a encontrar otra forma de hacerlo, pero mantendré informada a la ciudadanía sobre toda la gestión gubernamental. Yo prefiero esos sistemas europeos, donde el presidente pasa inadvertido”, dijo.

Toda una vida, el plan de cobertura sanitaria, copó buena parte del discurso de Moreno, que volvió a comprometerse con las ofertas hechas durante la campaña electoral como la entrega de 191.000 casas gratuitas y triplicar el bono que reciben las personas con escasos recursos. Habló de otro programa, al que llamó Impulso joven, que incluye una cruzada antidrogas.

Los anuncios del nuevo presidente en economía se limitaron a decir que firmará un decreto ejecutivo de austeridad en el Gobierno para que los gastos e inversiones pasen por un filtro. Precisamente, en el gabinete de Moreno se eliminaron los seis ministerios coordinadores y se fusionaron otras instancias estatales, aunque también se abrió una nueva dependencia.

“Sostener la dolarización”

El presidente se comprometió a “sostener la dolarización”, algo que estaba en duda tras la visita del exministro griego de Economía Yanis Varoufakis, que dio varias charlas sobre el dinero electrónico. “No tendremos una moneda paralela”, enfatizó Moreno. Un día antes, el líder de la oposición, Guillermo Lasso (CREI), aseguró que era fundamental saber si la nueva Administración continuaría o no con el proyecto de dinero electrónico “como una moneda alternativa” o si será “simplemente un medio de pago electrónico”.

Moreno no ofreció muchas pistas sobre cómo se financiará el déficit de este año; solo dijo que buscará “mejorar las condiciones de los acuerdos para financiar el desarrollo”. Tampoco profundizó en la política exterior que impulsará; mencionó que fortalecerá “la cooperación sur-sur” y omitió nombres propios como el ALBA o la Unasur.

El mandatario habló sobre “diplomacia verde” para mencionar el respeto que su Gobierno tendrá por la naturaleza; sentenció, además, que perseguirá la corrupción y pedirá toda la información sobre el caso Odebrecht a Brasil y a Estados Unidos.

Su frase para apuntalar la unidad del país fue: “Soy el presidente de todos, me debo a todos, respeto a todos”. Esto, porque la mitad de los electores -4,8 millones- no votaron por él. A la oposición le pidió “respeto” y reconoció que en el pasado ha agradecido “la crítica constructiva”. A los ecuatorianos, finalmente, solo les pidió alegría.