Trump, Corea del Norte, China, Rusia, el fin del ISIS o el futuro de la UE en el debate de los grandes temas. Más allá de las sorpresas que puedan surgir por el camino, este año 2018 recién estrenado tiene algunos puntos marcados en el calendario. Se espera, cuanto menos, que sean las cuestiones más determinantes… a falta de que de nuevo nos asalte alguna sorpresa.
1 Elecciones legislativas en EEUU
En noviembre se celebrarán las ‘midterms’ en EEUU, las tradicionales elecciones legislativas que se celebran a mitad de mandato presidencial y que suelen cambiar los equilibrios de poder para compensar. En concreto, se renovará un tercio del Senado (33 de sus 100 escaños) y la totalidad del Congreso (435 asientos). La tradición reza que, cuando hay un presidente republicano, se tiende a compensar dando más poder a los demócratas. Siendo que al mando está Trump, el presidente peor valorado de la historia, el vuelco puede ser mayúsculo.
Además de los cálculos políticos, habrá que interpretar los comicios como una evaluación a la gestión del controvertido presidente y como el pistoletazo de salida hacia la carrera electoral de 2020 -si no hay ‘impeachment’ antes-. Y no sólo para el Partido Demócrata, donde ya suenan nombres como Michelle Obama o Oprah Winfrey, sino también en un Partido Republicano partido en trozos tras la irrupción de su ahora supuesto mandatario.
2 Escalada con Corea del Norte
La tensión con Corea del Norte es una versión ‘herencia de la Guerra Fría’. Cada cierto tiempo se calienta y enfría el ambiente, con amenazas, lanzamientos de misiles y movimientos de tropas. Sin embargo, el hecho de que Trump ahora compita con el dictador norcoreano en citas salidas de tono hace que la cosa pueda ir más en serio. El conflicto más antiguo del planeta sigue dando titulares apocalípticos que matizaran este año.
3 La hora de la verdad para China
China es ya la principal economía del mundo por encima de EEUU según varios indicadores, aunque es cierto que su peso en lo cultural y político todavía dista mucho de ser hegemónico. Sus controvertidas políticas y las primeras sombras sobre su crecimiento -el frenazo a las inversiones en el fútbol mundial por orden gubernamental es un síntoma quizá no tan anecdótico- arrojan algunos interrogantes sobre el futuro inmediato de un gigante llamado a dominar el mundo.
4 La alargada sombra de Rusia
Rusia es quizá el país más influyente entre las sombras de la política internacional: no sólo sigue teniendo derecho de bloqueo sobre gran cantidad de asuntos espinosos a nivel internacional -desde Oriente hasta Europa del Este, pasando por la propia China o la exportación de energía a Europa-, sino que ahora ha intentado influir hasta en las elecciones de antiguos enemigos como EEUU o Francia. Vladimir Putin esperará lograr su cuarta reelección en las presidenciales de marzo para seguir manejando los hilos en las sombras.
5 La Guerra Fría de Oriente
Hace algunos meses estalló uno de los conflictos más enquistados y peligrosos. No fue un combate abierto entre Irán y Arabia Saudí, sino a través del bloqueo diplomático y comercial contra Qatar. El motivo son los intereses por la explotación de recursos energéticos, pero las consecuencias son enormes en toda la región y en todo el mundo, ya que la economía mundial depende de sus pozos de petróleo y sus yacimientos de gas. Una Guerra Fría en la regla con ramificaciones en lugares tan remotos como Turquía, Líbano, por no hablar de Siria e Irak.
6 El ISIS ha muerto, ¿y ahora qué?
En 2017 el mundo asistió a la contracción y caída del autodenominado Estado Islámico, que había controlado durante años grandes regiones de Irak y Siria. Mientras tanto, los talibanes han retomado posiciones en Afganistán y Pakistán, el Sahel se ha militarizado como nunca y enormes áreas de países como Libia, Egipto o Yemen están ahora fuera de control. Quién controle esos territorios y sus recursos tendrá ecos directos no sólo en esos países, sino también en la progresiva multiplicación de ataques terroristas en todo el mundo.
7 Reconfiguración boliviana
El Gobierno del MAS deberá mostrar todo cuanto de bueno pueda para relanzar su imagen y hacerse sostenible y confiable en el tiempo; falta por saber cómo se las jugará este año plagado de desafíos para afrontar un periodo de transición electoral anticipada. El partido de Gobierno enfrenta una grieta con sectores movilizados que han arrastrado gente; ha contenido un foco de conflicto creciente al derogar el NCP, aunque el sector salud ha mostrado estar preparado para la guerra y es un caballo de batalla en torno al que por falta de información (corrupción y otros síntomas del sistema) se aglutina una desorientada oposición buscando hacer fuerza en las calles.
8 El reto del nacionalismo y el populismo
La ‘internacionalización del procés’ catalán ha puesto de manifiesto lo que Europa lleva años viviendo frente al ánimo de integración supranacional, emergen tendencias nacionalistas en muchos estados miembros y en algunos casos con una fuerza inusitada. El éxito del nacionalismo británico en el brexit, la eterna amenaza de ruptura de Bélgica y la pujanza del populismo euroescéptico en Francia, Holanda y Alemania suponen uno de los mayores retos continentales de 2018.
9 América vota
No sólo es EEUU muchos países americanos votarán a lo largo de 2018, pudiéndose cambiar por completo el complejo mapa político del continente. Empezará Colombia en mayo. Seguirá México en julio, condicionado por sus relaciones con su incómodo vecino del norte y seguirá Brasil en octubre, debatiéndose entre dar el voto a la derecha o aprobar la corrupción del PT. También votará en octubre Venezuela, en lo que será el enésimo combate entre los herederos del chavismo y una oposición perseguida y cuestionada.
10 El fin del castrismo
América no sólo será noticia por las urnas. En abril los Castro dejarán la presidencia de la isla tras décadas gobernando con mano de hierro. El progresivo aperturismo en la isla y el acercamiento conciliador de la Casa Blanca en tiempos de Obama iniciaron un proceso que ahora es un interrogante: con Donald Trump como contraparte puede esperarse cualquier giro inesperado en el guión de una historia que lleva décadas buscando escribir un nuevo capítulo.