Los llamados socialistas del siglo XXI han esquilmado América Latina
Dos meses después de las protestas en Ecuador por, entre otras razones, el retiro de los subsidios al combustible, el presidente Lenín Moreno (Nuevo Rocafuerte, 66 años), que se define como un “socialista de los de veras”, ha visitado Madrid donde ha participado en la Cumbre del Clima (COP25) y se ha entrevistado con el presidente en funciones, Pedro Sánchez, y el rey de España, Felipe VI. Moreno asegura que la situación en su país, pionero en la ola de manifestaciones en América Latina, está calmada y acusa a su antecesor, Rafael Correa, también de Alianza País, de impulsar las revueltas.
Pregunta. ¿Cómo está la situación en Ecuador?
Respuesta. Completamente calmada. Proseguimos el diálogo con diversos sectores sociales con los que estamos llegando a acuerdos en muchísimos temas, entre ellos, la posibilidad de focalizar el subsidio de los combustibles para que afecte lo menos posible a los sectores menos pudientes.
P. ¿Entonces han empezado las negociaciones con las comunidades indígenas?
R. Con algunos sectores, sí. Hay un sector que se ha resistido a acudir al diálogo que hemos iniciado y que, además, se ha acordado con los garantes en ese momento, que eran la Conferencia Episcopal ecuatoriana y Naciones Unidas, pero con todos los demás estamos dialogando. Ellos han presentado una propuesta que revisaremos en su debido momento.
P. ¿Qué ocurrió exactamente en octubre? ¿Cuál es su versión?
R. Tradicionalmente, los indígenas se han manifestado en contra de medidas que piensan que no les son beneficiosas y, generalmente, lo han hecho en paz y esta última vez también. Lo que ocurrió es que se infiltraron sectores criminales, pagados por el correísmo, y no solo eso, también gente de las FARC, del ELN, asalariados maduristas, que se han camuflado dentro de los casi 4.000 venezolanos que han ingresado en el país como inmigrantes y pandilleros comunes que empezaron a causar desmanes como nunca antes se había visto contra la policía, los ciudadanos, a destruir los comercios y también se dedicaron a algo muy significativo, fueron a quemar la Contraloría General y precisamente al departamento en el cual se encontraban las pruebas de la corrupción correísta, con lo cual se puede imaginar cuál era el objetivo final.
P. ¿Tiene pruebas?
R. Están todas las investigaciones en marcha sobre personas muy vinculadas al correísmo. No olvide, además, que los actos de investigación sobre corrupción del Gobierno correísta están en las últimas instancias judiciales y eso les tiene muy preocupados. Por eso, aprovechan las manifestaciones indígenas que, por otra parte, cuando no son violentas, están reconocidas como un derecho en la Constitución. Se pueden atar perfectamente los cabos y llegar a la conclusión de por qué se produjeron las protestas.
P. Pero no hay pruebas físicas de esa conspiración…
R. La Fiscalía las tiene. Se hicieron allanamientos (registros) por orden de la Fiscalía, no por orden del Ejecutivo, intervenciones telefónicas y están encontrando elementos de convicción.
P. Ecuador abrió la espita de la ola de protestas en Sudamérica. En Chile, han provocado un cambio constitucional y en Bolivia, la salida del poder de Evo Morales…
R. ¿No le parece demasiada coincidencia?
P. ¿Cree que todo obedece al mismo plan?
R. Todo ha sido premeditado.
P. Conspiración aparte, parece haber condiciones objetivas para el malestar en el continente…
R. La desigualdad es bastante alta, también en Ecuador. Es tarea de un Gobierno tratar de aminorar la distancia que existe entre los menos favorecidos y los que poseen mayor riqueza. En Ecuador, estamos tratando de acabar con ello con programas como Toda una vida, que como su nombre indica, abarca desde el momento de la concepción hasta que Dios decide cerrarnos los ojos.
P. ¿Hubo un golpe de Estado en Bolivia?
R. ¿Quién dio el golpe de Estado? ¿Alguien que hizo unas elecciones mañosas o un pueblo que sale a manifestarse en contra de ese manejo mañoso? Habría que ver quién dio ese golpe de Estado. Tiene visos de algo, es decir, de lo uno y de lo otro. Pero la presidenta interina, Jeanine Áñez, ha llamado a elecciones transparentes y limpias, con amplio despliegue de control y observación por parte de organismos internacionales. Creo que no puede haber mayor manifestación de democracia.
P. Su Gobierno contrajo en febrero una fuerte deuda con el FMI y necesitan otros 500 millones de dólares a corto plazo…
R. Está dentro del acuerdo que rebasa los 10.000 millones de dólares y no solo es con el FMI, sino con el Banco Mundial, también el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Europeo de Inversión, la Agencia Francesa de Inversiones, es decir, un conjunto de organismos mundiales que han decidido apoyar el desarrollo de Ecuador porque la deuda que contrajo el Gobierno anterior es cara y difícil de pagar a corto plazo. En cambio, la deuda con estas instituciones es a largo plazo y de fácil pago, a intereses bajos.
P. ¿Cómo convencer al FMI?
R. El FMI no es lo mismo que antes. Exige ahora que gran parte de la financiación se invierta en los sectores más vulnerables.
P. ¿Piensa en convocar elecciones anticipadas si no sale por segunda vez la reforma tributaria?
R. No. A excepción de los correístas, nadie más lo ha pedido.
P. ¿Cree que el próximo presidente de Ecuador en 2021 será un líder indígena?
R. Será el pueblo el que lo decida, pero le garantizo que encontrará un país en muchas mejores condiciones que las que nosotros heredamos.
P. Algunas encuestas de momento le sitúan en un 80% de reprobación…
R. Si eso fuera verdad, estaría en mi casa, gozando de mis nietos. Hay una gran propaganda internacional: la pandilla de los llamados socialistas del siglo XXI ha asaltado los recursos de Latinoamérica. Ahora, esos recursos se invierten en fundaciones que financian partidos políticos, y no quiero referirme a ninguno porque estoy en España y por respeto, organizaciones sociales y a intelectuales de izquierda que se sienten muy cómodos con esa posición ideológica y económica. El dinero suele comprarlo todo, menos la dignidad. Yo soy socialista, pero de veras. Es una pandilla que se apropió del término socialismo para esquilmar a los países.
P. Usted fue número dos de Correa y ahora son enemigos…
R. Sí. Hasta ahora estoy purgándolo. ¿Quiere que haga un mea culpa? Me despreocupé en averiguar si lo que decía el expresidente, con mucha convicción, era la verdad. Ningún corrupto lo lleva escrito en la frente.
El susto de la deuda
C.B
La verdadera gasolina de las revueltas de octubre en Ecuador fueron los imprescindibles ajustes necesarios para hacer frente a la enorme deuda contraída por su predecesor. “Se nos dijo que teníamos un endeudamiento de 27.000 millones de dólares y al final eran 70.000. Se puede imaginar el susto”, asegura Moreno. Añade también que los subsidios a la gasolina eran utilizados por “personas que no los necesitan con coches de alta gama y por traficantes de cocaína”.
Pregunta. ¿Qué ajustes van a hacer?
Respuesta. Siempre va a haber ajustes. Heredamos un aparato burocrático paquidérmico, que se triplicó en el periodo anterior y que es difícil sacar adelante. El presidente anterior, Rafael Correa, lo hizo gracias a un precio de petróleo alto y a enormes índices de endeudamiento, pero estamos saliendo adelante… Existe un plan de optimización económica, de impuestos, que está siendo considerado por la Asamblea y en primera instancia lo ha aprobado y esperamos que lo haga en segunda instancia.
P. ¿Pero no quiere concretar alguno?
R. Un impuesto del 0,1% a las empresas que facturan más de un millón de dólares, del 0,15% para las de más de cinco millones y del 0,2% para las de más de 10 millones. Entre otros, 50 artículos adicionales más que tratan de regularizar el esquema de impuestos principalmente. Por ejemplo, ya no se va a pagar el anticipo al impuesto a la renta que causaba un retraimiento de la inversión de las pequeñas y medianas empresas. En lo que concierne al Gobierno, una rebaja del 5% del presupuesto de los ministerios, con excepción de educación, salud o seguridad.
En cuanto a las críticas por unos sucesos que se saldaron con una decena de muertos y miles de heridos en dos semanas de protestas, Moreno asegura que aunque hubo excesos, se está investigando y que se hizo de manera “correcta”.