Los objetos más curiosos del escándalo de corrupción que complica a CFK en Argentina

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Cristina fernandez de kirchner
Foto: REUTERS

Cada escándalo de corrupción que se reporta en las noticias consta de su propio universo de operatorias, objetos y curiosas denominaciones que se convierten en emblemas o símbolos de complicados entramados ilícitos que involucran al poder político o económico.

Y la causa contra la expresidenta argentina Cristina Fernández por presunto lavado de activos no es una excepción.

Así como en el famoso caso Watergate la fuente fue bautizada como “Garganta profunda”, como la popular película pornográfica de ese nombre, y el mayor escándalo de corrupción de Brasil se llama “Lava Jato”, porque la primera pista apareció en una gasolinera donde también se lavaban autos, en la causa contra la exmandataria argentina se habla de bolsos, cuevas, balanzas y bóvedas.

Y en las últimas horas, la investigación judicial ha sumado el testimonio del primer arrepentido del caso (y con él otro término): se trata del autodenominado “valijero” Leonardo Fariña, quien dio detalles de la supuesta operación irregular.

Fernández acudió este miércoles a un tribunal en Buenos Aires en medio de la causa que se le sigue por aparentes irregularidades en contratos de futuros de dólar celebrados por el Banco Central durante su gobierno, cargos que ella niega.

La exmandataria no declaró ante el juez, pero presentó un escrito en el que acusó al actual gobierno de centro-derecha del presidente Mauricio Macri de “fabricar” un proceso judicial para encarcelarla.

A continuación, te presentamos algunas de las palabras más usadas en el diccionario de la causa contra Cristina Fernández.

Bolsos

“Llevaban la plata en bolsos, valijas y mochilas”, narra el periodista del diario Clarín Nicolás Wiñazki, quien investigó la llamada “ruta del dinero K” (los fondos que los gobiernos del presidente Néstor Kirchner y de su esposa y sucesora, Cristina Fernández, supuestamente obtuvieron de manera irregular y movilizaron físicamente a distintos puntos).

Un video que impulsó la causa contra Fernández muestra bolsos tan cargados de billetes que deben ser arrastrados por el piso.

El caso fue calificado irónicamente como “marroquinería política” por el escritor y analista Jorge Asís, uno de los primeros en mencionar la presunta operación.

Según lo denunciado, el sistema incluía el traslado de dinero en esos equipajes, que luegoviajaba por tierra o por aire hacia o desde Santa Cruz -la provincia que ha sido bastión de los Kirchner, quienes gobernaron Argentina entre 2003 y 2015- para ser acopiado o eventualmente transferido.

A los encargados de estas operaciones se los ha denominado valijeros, un rol que asegura haber cumplido el testigo “arrepentido” Leonardo Fariña.

El kirchnerismo -hoy en la oposición- niega todas estas acusaciones, afirmando que forman parte de una maniobra o revancha política contra Fernández.

Cuevas

Así le llaman los argentinos a las firmas o negocios financieros ilegales que facilitan el blanqueo de capitales, ya que no preguntan por la procedencia de los fondos y garantizan su circulación por el sistema.

Las cuevas reciben el dinero en efectivo proveniente de la corrupción para ser contado y enviado eventualmente a otro destino, que puede ser una transferencia internacional a cuentasoffshore, el acopio en un espacio físico o el reingreso al circuito económico mediante operaciones de testaferros.

El video que activó la causa contra la expresidenta Fernández fue emitido por el noticiero Telenoche, del canal 13 de Argentina.

Según relata Wiñazki, del diario Clarín (que pertenece al mismo grupo que Canal 13), en él se ve cómo “llegaba dinero en efectivo, se contaba en máquinas y luego se enviaba al exterior” enLa Rosadita, una financiera ilegal o cueva, según el Banco Central de la República Argentina.

El nombre de la cueva en este caso es alusivo a la Casa Rosada, la sede del gobierno argentino, que se encuentra a pocas cuadras de distancia.

En las imágenes, que registran sólo unas horas de 2012, se cuentan unos US$5 millones y aparece el hijo de un empresario detenido, Lázaro Báez, el mayor contratista en la Patagonia y socio de los Kirchner.

En un escrito al juez de la causa, Báez reconoció que el dinero era suyo y que iba a destinarse a la compra de un campo, pero puso en duda la validez jurídica de las imágenes.

Defensores del matrimonio Kirchner también minimizaron el registro fílmico, afirmando que sólo aparece gente contando dinero.

Bóvedas

Son los espacios físicos para el acopio del dinero que, en algunos casos, pueden serhabitaciones con puertas blindadascajas fuertes de gran tamaño.

“Presentamos 90 fotografías de las bóvedas que estaban construidas debajo del quincho(recinto techado al aire libre que se usa para comer asado) de Lázaro Báez. Luego fueron maquilladas como una bodega”, dice Mariana Zuvic, diputada argentina en el Parlasur, el parlamento del bloque regional Mercosur.

Pero esta investigación fue archivada por la justicia por no poder probar la existencia de las bóvedas.

El propio Báez convocó a periodistas para bajar y ver la bodega de vino bajo su quincho.

Sin embargo, Zuvic afirma que el testimonio del “arrepentido” Fariña vuelve a darle entidad a las indagaciones sobre las bóvedas escondidas.

“Existió por lo menos una bóveda en la casa de los Kirchner en el Calafate -centro turístico de la provincia de Santa Cruz en la Patagonia argentina- y esto lo digo porque entrevistamos al arquitecto que hizo esa casa y hasta vimos los planos”, añade Nicolás Wiñazki.

Pero esto fue nuevamente comprobado, recuerda el reportero, cuando “por otras causas se allanó el negocio inmobiliario del hijo de la expresidenta, Máximo Kirchner; allí también había cajas fuertes y dinero en efectivo en bolsos”.

Este hallazgo fue reportado por numerosos medios de comunicación en Argentina.

Balanzas

“El dinero era tanto que no lo contaban: lo pesaban”, rememora el periodista Jorge Lanata -uno de los fundadores del diario Página 12 y feroz opositor de los Kirchner durante su gestión- que le dijo el arrepentido Fariña.

En una cámara oculta grabada por su programa en Canal 13, “Periodismo para todos”, el “arrepentido” Leonardo Fariña se refiere a “kilos” de billetes.

Según el entonces “valijero”, el peso del dinero era una cuestión determinante y por eso utilizaban billetes de 500 euros, ya que esto les permitía acopiar más cantidad en menos fajos “porque ocupan menos espacio y pesan menos que los de 100 dólares“.

“Según personas que presenciaron el acopio, pesaban el dinero porque eran mas práctico que contarlo. El dinero venía en cápsulas. Cada ‘ladrillo’ tenía US$100.000, y en virtud de la denominación del billete (dólar, pesos o euros) se calculaba, según el peso, la cantidad”, agrega la parlamentaria Zuvic.

El “valijero” Fariña es un excéntrico personaje que pasó de andar en un Ferrari, volar en aviones privados y estar casado con una de las modelos más conocidas del país a estar preso en una celda de 4 metros cuadrados desde hace dos años, en una causa por evasión de impuestos.

Su testimonio, luego de acogerse a la figura del arrepentido, ha sido tan detallado que no tardó en derivar en la imputación de la expresidenta Fernández y de uno de sus principales ministros, Julio De Vido, quien manejaba las contrataciones del Estado.

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Un personaje, varias causas

El empresario Lázaro Báez, a quien se acusa de haberse enriquecido durante el kirchnerismo y tener vínculos con testaferros, está en el centro de varias causas por corrupción contra los gobiernos de Fernández y su fallecido marido.

“Si hacemos un recuento de la totalidad de las causas (…) estimamos en US$10.000 millones de dólares el dinero faltante en el Estado”, calcula la parlamentaria Mariana Zuvic.

Si todas las causas se unifican, como piden los demandantes, la expresidenta podría llegar a ser investigada como presunta jefa de una asociación ilícita.

Sus seguidores rechazan todas las denuncias en su contra y aseguran que “ponen las manos en el fuego” por ella.

Y hay quienes se preguntan si, en caso de probarse los ilícitos, podrá alguna vez recuperarse el dinero desaparecido.