En Bélgica se vivieron horas turbulentas. Más figuras políticas europeas fueron imputadas por blanqueo de dinero apuntando a sus miembros de ser parte de una organización criminal.
La vicepresidenta del Parlamento Europeo, la griega Eva Kaili, su pareja, Francesco Giorgi, asistente parlamentario, y el ex eurodiputado italiano Pier Antonio Panzeri, fueron enviados a prisión, así como otros involucrados.
Se sabe que entre 2016 y 2018, Panzeri y su entonces asistente, Giorgi, recibieron importantes sumas de dinero de Qatar con el fin de hacer lobby para el emirato en el Parlamento. El padre de Kaili quedó en libertad condicional después de haber sido sorprendido cuando salía de un hotel de Bruselas con una valija llena de dinero.
Sospecha la justicia belga que el exdiputado socialdemócrata italiano Panzeri, habría utilizado la ONG Fight Impunity, que preside, para distribuir los fondos de Qatar. Tenía en su casa 600.000 euros en efectivo.
Cuando recibió el dinero, Panzeri presidía la Subcomisión de Derechos Humanos, sitio clave para lavar la imagen de Qatar. Panzeri mantenía contacto con el secretario general de la Confederación Sindical Internacional, Luca Visentini, para quien trabajaba su hija.
¿Qué buscaba Qatar? El pronunciamiento positivo de un sindicato europeo frente a las críticas por las violaciones de los derechos humanos durante la construcción de los estadios para el Mundial, con un saldo lamentable de 6.500 trabajadores muertos, en su mayoría provenientes de India, Blangladesh y Nepal, por las deplorables condiciones de trabajo impuestas el sistema laboral llamado kafala.
El ingreso promedio de un parlamentario europeo ronda los 10.000 euros.